Vuelve, 14 años después, el Toyota Land Cruiser más poderoso

Con el lanzamiento de la Serie 300 -de la que ya adelantábamos aquí información- Toyota renueva su gama alta de todoterrenos. Lo hace pasados 14 años del lanzamiento de la serie 200, también integrada en lo que la firma japonesa llama Station Wagon para distinguirlos de los Heavy Duty y Light Duty. Respectivamente, los últimos integrantes de estas familias con los Serie 70 de 2014 y el Serie 150 (Prado) de 2009, éste el Land Cruiser tal como se vende en España.

El nuevo Land Curuiser 300 utiliza la plataforma GA-F adaptada con chasis de escalera y que también debería ser la base del futuro Lexus LX. Así, consigue reducir 200 kilos de masa y sin perder rigidez, en tanto que es un 20 por ciento más resistente a la torsión. La carrocería combina más placas de acero de alta resistencia con un capó, techo y puertas en aluminio.

También la suspensión varía con una arquitectura de doble horquilla en tanto que la dirección es de asistencia eléctrica. Esto permite incorporar ayudas a la conducción con las que no contaba el Land Cruiser como la asistencia al mantenimiento en el carril, además de que fuera de carretera ofrecer más maniobrabilidad a bajas velocidades y traslada menos impactos cuando el coche transita por baches o surcos.

Un diferencial de tipo Torsen en el eje trasero -donde, además, se reposicionan los amortiguadores- permite distribuir más eficazmente el par entre ambos ejes.

Volcado hacia el off-road

Además, el Land Cruiser 300 dispone de seis modos de conducción para adaptar el funcionamiento de diferentes sistemas a distintas superficies: tierra, arena, barro, nieve profunda o roca. El sexto sería un modo de ajuste automático.

Para facilitar la conducción off-road, cuatro cámaras permiten eliminar los puntos ciegos alrededor de este todoterreno, incluyen una que muestra el lugar por el que estamos pasando. Todo se refleja en la pantalla central que puede ser de 12,3”, como también el trabajo de la tracción, datos útiles en la conducción off-road como la inclinación, etc.

Los motores V8 desaparecen de la oferta y, en su lugar, se usan dos motores V6, ambos con doble turbo: un 3.5 de 415 CV de gasolina y un 3.3 Diesel de 309 CV. En los dos casos se ligan exclusivamente a una caja de cambios automática de 10 velocidades, la Direct Shift-10AT. La tracción siempre es a las cuatro ruedas. Con estos cambios de motores, el ahorro de gasto de combustible alcanza un 18 por ciento en el caso de la opción de gasolina y un 45 por ciento el del Diesel.

Entre las aportaciones tecnológicas del Land Cruiser 300 está el arranque mediante huella dactilar o un sistema de frenado automático en caso de que detecte riesgos de colisión o atropello de peatones o ciclistas. También incorpora sensores de aparcamiento, un sensor que detecta un exceso de aceleración, una función de lado de la cámara trasera, el sistema que alerta a los ocupantes si se acercan vehículos por detrás cuando están saliendo del Land Cruiser o el ITS Connect, que permite comunicar a este Toyota con la infraestructura vial, pudiendo enviar datos sobre automóviles o peatones en lugares peligrosos o alertar de vehículos de emergencia a otros coches.

Este modelo tendrá una versión GR Sport que rememora la participación de Toyota en el Rally Dakar, en el que está presente desde 1995. Además, la marca tiene previsto que en 2023 el Land Cruiser 300 sea el coche elegido para esa prueba basado en esta variante.

Entre las aportaciones de los GR Sport estarán el E-KDSS, una suspensión que permite controlar automáticamente las barras estabilizadoras de forma independiente, para incrementar la tracción y direccionabilidad o el bloqueo de diferencial para los ejes delantero y trasero.

Los precios en Japón, que es donde inicialmente se ha puesto a la venta, arrancan en 5,1 millones de yenes, aproximadamente, uno 39.500 euros.