86 Vantage, la transformación que pone un Aston Martin al alcance de cualquiera
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Comprar el Aston Martin más asequible exige casi 180.000 euros. Por esa cantidad podrías llevarte a tu garaje el coupé Vantage con su motor V8 de 510 CV. Pero, ¿y si pudieras tener un coche semejante por poco más que 30.000?
Aston Martin es de esas marcas con las que muchos de los aficionados a los coches sueñan y, en parte, se ha convertido en mítica por lo inalcanzable que resulta. Un Vantage cuesta 178.000 euros, los DB11 superan los 200.000 euros y otro tanto ocurre con su último modelo, el DBX: este SUV de poco más de 5 metros de largo se sitúa en 210.000 euros.
Esto, en lo que respecta a los modelos en producción; pero no pienses que un Aston Martin ya descatalogado se convierte en un coche al alcance de cualquier bolsillo. Por ejemplo, los más asequibles de segunda mano difícilmente bajan de los 40.000 euros. Y hablamos de coches como un relativamente modesto DB7 de 340 CV con ya 20 años a sus espaldas. Incluso eso viene a costar un Aston Martin Cignet de ocasión que, como sabes, es una variante que Toyota construyó durante un par de años para la marca británica de su Toyota iQ. Nuevo costaba prácticamente lo mismo que hoy como usado, unas tres veces más que el Toyota, pero su propósito fundamental, más que lograr un alto volumen de ventas, era ayudar a cumplir las normas de emisiones de la gama.
Así las cosas, resulta difícil disfrutar de un Aston Martin si no hay mucho dinero de por medio. O no, si te sirve para matar ese gusanillo una alternativa a los genuinos, como la que te ofrece Damd, el preparador japonés del que ya hemos mostrado otras propuestas como el Little D o el Ancel, con el que se recrea un Renault 4.
Toyota GT86 o Subaru BRZ, puedes elegir
Al igual que en esos casos, y al margen de las habituales cintas de doble cara y tornillos para fijar los elementos, además de herramientas como un taladro, destornillador, llave inglesa y destornilladores, los ingredientes fundamentales son dos: el kit de conversión de Damd y, en este caso, un Toyota GT86.O si lo prefieres, un aún más exótico Subaru BRZ que, como sabes, son en esencia el mismo coche que fabricaba Toyota.
Reemplazado por el Toyota Supra el año pasado, un coupé desarrollado a alimón con BMW -su resultante es el Z4-, conseguir el GT86, en el caso de que no lo tengas en tu garaje, pasa por tener suerte y dar con una unidad en manos de algún concesionario o, directamente, dar una vuelta por el mercado de ocasión. En el primer caso, hay que tener en cuenta que cuando se descatalogó costaba unos 35.000 euros y ahora podrías encontrarlo por poco más de 30.000; mientras que en el segundo, es perfectamente posible encontrarlos entre los 15.000 y esos mismos 30.000 euros si tiene pocos kilómetros. Y lo mismo valdría para el Subaru BRZ, si prefieres éste.
Resuelto el problema de conseguir el coche sobre el que “construir” nuestro Aston Martin barato, queda el contacto con Damd para solicitar el kit del 86 Vantage.
Los precios varían en función de hasta donde queramos llegar pero, por ejemplo, el frontal con la parrilla y parachoques, antinieblas e intermitentes, unos 1.200 euros; el kit para la zona posterior saldría por casi la mitad, unos 660 euros. Yendo más allá es posible seleccionar el alerón del maletero supondría algo menos de 400 euros; el emblema 86 Vantage, el de la propia marca Damd, conductos de admisión Ramair y, para los asientos, fundas con puntadas negra y roja o marrón; además de anillos para los mandos de la climatización, volantes de diferente tapizado o hasta un paquete conjunto de elementos para el interior que Damd llama 86 Vantage y que se elabora artesanalmente y por encargo.
Así las cosas, por menos de 20.000 euros -si partes de un Toyota GT86 o un Subaru BRZ de segunda mano barato- y contando con los elementos básicos que te vende Damd para su transformación, el resultado es que podrías tener tu propio remedo de Aston Martin por un precio seis veces inferior a lo que cuesta el actual Vantage. Visto así, casi se puede decir que un “Aston Martin” puede estar al alcance de cualquiera, ¿no?
Y si, conseguido el GT86 la idea de metamorfosearlo en Aston no te entra por los ojos, aún Damd puede darte alternativas, como darle un estilo del Lexus LFA, para que la idea se quede en casa y acabar costándote aún mucho menos.
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