Cinco marcas japonesas apuestan por combustibles alternativos
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Desde los orígenes del automovilismo, la competición ha sido el campo en el que desarrollar soluciones técnicas que, más tarde, llegarán a la producción. Ese es el caso de cinco compañías japonesas relacionadas con el mundo del motor que están buscando opciones para seguir haciendo posible el uso de los motores de combustión y muestran sus desarrollos en las carreras.
Las Super Takyu Series son carreras de resistencia de turismo para vehículos en producción, una competición arraigada en Asia y, especialmente en Japón, donde ya ha celebrado su 25 aniversario. En este país se las conoce como S-Tai, donde se corre en seis circuitos certificados por la FIA.
Sin embargo, ahora son noticia porque algunos de sus participantes han anunciado conjuntamente en la prueba de Okayama que, en busca de la neutralidad de carbono, van a asumir el desarrollo de vehículos con otras opciones de combustible para motores térmicos a la habitual de la gasolina.
Así, en la Super Taikyu Race de este último fin de semana, cinco empresas aceptaron el reto de usar combustibles neutros en carbono e hidrógeno, además de promover iniciativas para la electrificación: Mazda, Subaru, Toyota, Kawasaki y Yamaha.
Mazda asumió el desafío de utilizar en el motor de su Spirit Racing -un Mazda 2-, un Skyactiv-D de 1,5 litros, un biodiésel elaborado a partir de aceite de cocina usado y grasas de microalgas. Este carburante no compite con el suministro de alimentos para humanos, el principal problema de los actuales biodiésel. Tampocoo exige ninguna modificación de importancia ni en los coches ni en las infraestucturas de recarga.
Por su parte, Subaru y Toyota, quienes recientemente han presentado sus primeros eléctricos -Solterra y bZ4X- utilizarán combustibles sintéticos derivados de biomasa en sus BRZ y GR68, respectivamente.
Hidrógeno como combustible, también en la motos
Kawasaki y Yamaha han centrado sus esfuerzos en el hidrógeno, desarrollando su utilización en vehículos de dos ruedas, en un proyecto en el que también está previsto que se integren próximamente Honda y Suzuki.
Con Yamaha, Toyota ha estado trabajando también en el desarrollo de un motor térmico de hidrógeno para automóviles y, de hecho, esta última planea competir con un vehículo de la escudería ORC Rookie Racing que incluso estará conducido por el presidente y CEO de Toyota, Akio Toyoda, quien cuando se pone al volante de un coche de carreras es conocido como Morizo.
El coche es un Corolla que ya ha empleado hidrógeno producido a partir de lignito australiano transportado también por buques movidos por hidrógeno, aunque el reto que se plantea Toyota es producirlo a partir de biogás de aguas residuales.
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