El Tavascan, el primer SUV eléctrico de Cupra, con todo el carácter esperable

El Tavascan es el segundo eléctrico de Cupra, tras el Born; y su tercer SUV, el segundo también desarrollado específicamente para la marca, como ya ocurriera con el Formentor. Por primera vez para un coche de Seat, S.A., su producción se realiza en China, en la planta de Anhui, de donde las primeras unidades de serie comenzaron a salir en enero de este año.

Este Tavascan está técnicamente emparentado con otros modelos del grupo Volkswagen, al que Cupra pertenece, como es el caso el propio Born o los Volkswagen ID.3, ID.4, ID.5, ID.7 o ID.Buzz, así como los Skoda Enyaq o los Audi Q4 e-tron. Todos ellos tienen en común la plataforma dedicada -por su exclusividad para vehículos eléctricos- MEB, la Modulare E-Antriebs Baukasten.

Con esta base como punto de partida, Cupra configurará una oferta para el Tavascan con uno o dos motores. En el primer caso, con un motor síncrono de imanes permanentes, el APP550, situado en el eje trasero, la potencia es de 286 CV (210 kW) y el par máximo de 545 Nm, dándose así pie a la versión con la denominación Endurance. Por su parte, la VZ dispone de un motor asíncrono en el eje delantero adicional, con 109 CV (80 kW), de modo que la potencia combinada de los dos en este sistema alcanza los 340 CV (250 kW).

Ambos Cupra Tavascan disponen de la misma batería, una de iones de litio con celdas con química NMC 712 fabricadas por LG Chem y que trabaja con una tensión de 400 voltios. Refrigerada por agua, su capacidad nominal es de 82 kWh, de los que son utilizables 77; y puede recargarse con corriente alterna y continua usando potencias, respectivamente, de 11 o 135 kW. Una carga permite ofrecer autonomías conforme a la norma WLTP de hasta 568 o 522, según se trate de las versiones Endurance o VZ.

Esta última es la que hemos tenido la oportunidad de conducir y, adelantamos, que por su consumo en un recorrido mixto a velocidad del tráfico cuando circulamos por vías con más de un carril por sentido y muy vivo cuando lo hicimos por carreteras secundarias, consideramos perfectamente posible rondar los 400 km en un uso real. Especialmente dado que utilizamos el coche requiriendo la máxima potencia posible de enfriamiento a su climatizador.

Con una longitud de 4,64 m de largo, 1,86 de ancho y 1,60 de alto, el Tavascan llega a un segmento en el que las novedades son continuas. Semana tras semana aparecen nuevos SUV eléctricos de dimensiones parecidas, aunque frente a todos este Cupra tiene un aspecto diferenciador: su carácter deportivo.

Todo lo que un Cupra debe ofrecer

En cierto modo, traslada al universo de los eléctricos la experiencia recogida por el siempre con versiones con motores de combustión y algo más pequeño, Formentor. Este compacto de 4,45 m de largo es un auténtico blockbuster del que sólo en España ya se han vendido hasta hoy casi 40.000 unidades y, en todos los mercados en los que opera Cupra, ya se superaron las 120.000 unidades al término del ejercicio 2023, es decir, en el cuarto año de su comercialización.

Como ya comentamos en la primera toma de contacto, en el interior del Tavascan hay un elemento que llama poderosamente la atención: esa especie de espina dorsal que une la zona central del salpicadero con la consola que separa los dos asientos delanteros y que, salvo porque soporta el botón del warning y, en su zona baja se sitúa una zona de almacenamiento, no aporta ninguna funcionalidad más. Es más una concesión de diseño que algo imprescindible, pero no cabe duda de que destinado a dar un carácter distinto a este coche, como también lo hacen los pequeños aireadores o ese perfil de plástico en color cobre que divide el salpicadero en dos partes.

De él surge la pantalla del sistema de infoentretenimiento que, como en otros modelos eléctricos del grupo, es de 15" -más grande que la que tenían inicialmente algunos de ellos- y que, en su zona inferior, soporta los controles de la climatización que, por fin, están iluminados para facilitar su manejo de noche. Como en otros casos, su sistema operativo requiere adaptación pero, una vez conseguida y aún cuando no tenemos botones físicos de apoyo, todo discurre con mucha fluidez. Ademas, el sistema inalámbrico Full Link integra en ella el contenido de los teléfonos móviles, indistintamente de que el protocolo de conexión sea Apple CarPlay o Android Auto.

Tiene el Tavascan excelentes asientos que pueden ser de dos tipos, ambos con el reposacabezas integrado en el respaldo y que, en el caso de los mejores por su sujeción para el genio de este modelo, serían los CupBucket.

Y es que, si en autopista, el sentido común define el ritmo de crucero, en tanto que puede rodar hasta 180 km/h -20 menos que el Born VZ-; este SUV gana velocidad con auténtica voracidad en cualquier situación, ya sea un adelantamiento, una incorporación a una vía rápida o una aceleración. Lo demuestran las sensaciones, pero también los 5,5 s que emplea en pasar de 0 a 100 km/h la versión que hemos podido conducir, la VZ; e, incluso, los 6,8 de la Endurance.

Entre ellos, además de la diferencia de potencia, tasada en 54 CV, hay una distancia de casi 100 kilos adicionales en la de dos motores, casi todo ellos situados en el eje delantero. Esto, por sí mismo, puede hacer más ágil la versión Endurance que la VZ en la entrada a los giros, aunque ésta ya puede considerarse muy dinámica; del mismo modo que la de propulsión ganará maniobrabilidad con su menor diámetro de giro frente a la de tracción total.

Del chasis ponemos en valor, en primer lugar, lo preciso de la dirección, sin necesidad de que se sienta pesada, que pone el coche justo allí donde se desea; del mismo modo que la disponibilidad de una tracción a toda prueba. Apreciamos, sin embargo, un punto de mejora, como ya ocurrió en el Born VZ, en el pedal del freno, con un recorrido inicial muerto y un tanto inquietante si tenemos en cuenta que la masa ronda en el Tavascan VZ casi los 2.300 kilos, aunque tras éste contamos con toda la progresividad y potencia esperable.

En todo caso, tenemos el apoyo de las levas en el volante para regular, por ejemplo, la velocidad en ese momento de entrada en las curvas, ya que con ellas se determina el grado de retención que queremos que efectúe el motor eléctrico. Ofrecen la posibilidad de elegir entre tres niveles y, como también ocurriera en el Born VZ, el mayor de ellos aporta una deceleración de 1,5 m/s2 -de modo que se activa la luz de freno-, semejante a la que se obtiene si con el selector del cambio de la caña de la dirección se pasa de D a B.

Para la suspensión, con arquitecturas McPherson y multibrazo, delante y detrás, respectivamente, se emplean amortiguadores pilotados que se sienten más bien firmes, mientras que las llantas son de 19, 20 o 21", y en este último caso, forjadas o no. Se montan en ellas neumáticos de hasta 255 mm de sección en ambos ejes, mientras que en las de menor diámetro en el eje delantero pueden tienen 235 mm.

En cuanto a los sistemas de apoyo a la conducción, el control de estabilidad ofrece una configuración deportiva y otra de desconexión total, mientras que entre las ayudas figuran un nuevo asistente de viaje conectado que hace trabajar el control de velocidad adaptativo con datos de la nube, allí donde es posible; y que colabora con el cambio de carril asistido en autopista. También el Tavascan puede estacionarse sin necesidad de estar a bordo gracias a la posibilidad de grabar hasta cinco trayectos de hasta 50 metros de recorrido o usando desde el teléfono la función Remote Park Assist.

Muchos precios aún por descubrir, pero uno ya desvelado

Por el momento, Cupra sólo ha comunicado el precio de la versión Endurance de 286 CV (210 kW). Costará 52.010 euros, aunque está por ver cómo podrían afectarle en un futuro a este SUV la política arancelaria de la UE al tratarse de un coche fabricado en China. En todo caso, desde la marca comunican que a partir del mes de junio ya podrán realizarse los pedidos de cara a que las primeras entregas se realicen a finales del verano.

Para simplificar al máximo la selección por parte del cliente del equipamiento, la oferta comercial se basa en tres paquetes, también de precio aún por descubrir, disponibles tanto para los Tavascan Endurance como los VZ.

Así, el Adrenaline incorpora las llantas de aleación de 21", los faros Matrix LED, el head-up display con realidad aumentada, los amortiguadores pilotados en configuración deportiva, el techo solar panorámico, un sistema de sonido desarrollado por Sennheiser de 425 W, las cámaras perimetrales o los asientos delanteros eléctricos y calefactados, que están tapizados con una microfibra reciclada.

En los Extreme, a lo anterior se añaden las llantas forjadas conservando ese diámetro, pero con neumáticos Peformance, es decir, de 255/50 R21 tanto delante como detrás; y los muy recomendables asientos CupBucket ventilados y tapizados con piel.

Por último, el paquete Winter, combinable tanto con uno como con otro, suma el parabrisas o los asientos calefactados, así como si se han incorporado alguno de los dos anteriores, la calefacción en las plazas traseras más próximas a las puertas. También, y es discutible que se trate de un equipamiento opcional dado el efecto que tiene sobre el rendimiento en cualquier eléctrico y la extensión sobre la autonomía que permite, forma parte de este paquete la bomba de calor.

El Tavascan dispondrá de cinco colores diferentes, uno de ellos específicamente creado para este SUV, el Azul Tavascan; mientras que el resto son Blanco Silver, Atacama Desert, Gris Basalto y Bronce Century Mate, éste sólo disponible a partir del tercer trimestre del año que viene.