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Así va el Suzuki S-Cross, un SUV agradable de conducir, seguro y económico

Primer contacto

Pocos días después de su presentación internacional hemos tenido la oportunidad de ponernos aquí, en España, a los mandos del renovado Suzuki S-Cross, un modelo que, sobre todo, incorpora un notable cambio de imagen y tecnología.

Todo sobre el Suzuki S-Cross 1.4 Boosterjet Mild Hybrid

Así va el Suzuki S-Cross, un SUV compacto, agradable de conducir, seguro y económico

06 de diciembre 2021 - 00:00

El S-Cross, un SUV de 4,30 m que nació en 2014 y fue renovado en 2018, estrena ahora un restyling, el segundo, de tal calibre que Suzuki lo identifica como una tercera generación. Se ensamblará, como los anteriores con el mismo nombre o su predecesor, el SX-4, en Hungría.

Inicialmente el nuevo S-Cross está destinado al mercado europeo, en el que desembarca con versiones exclusivamente basadas en el motor 1.4 Boosterjet, un inyección directa de gasolina microhibridado con un el sistema SHVS de 48 voltios. Más adelante, tendrá una versión híbrida no enchufable también, por tanto, con la etiqueta Eco de la DGT.

Por el momento, el único motor disponible para el S-Cross es el 1.4 Boosterjet microhibridado con una arquitectura eléctrica de 48 voltios.

Este cuatro cilindros sobrealimentado con turbo rinde 129 CV de potencia y tiene un par máximo de 235 Nm, si bien el motor de arranque-generador que se liga a través de una correa a su cigüeñal puede aportar, puntualmente, hasta 13,6 CV. No son adicionales a los anteriores, pues los entrega a un régimen lejano al de máxima potencia del 1.4, que la alcanza a 5.500 rpm.

El empuje extra del motor eléctrico se produce, fundamentalmente, por debajo de las 3.000 rpm, justo cuando el turbo también lleva al 1.4 a ofrecer su par máximo.

Energía extra eléctrica

Durante nuestra prueba de contacto hemos tenido oportunidad de comprobar que ese aporte extra de la energía eléctrica se produce casi de forma paralela al empuje adicional que origina el turbo, si bien se inicia incluso a un régimen algo inferior: desde el mismo ralentí. Es perfectamente apreciable mientras se conduce que entre las apenas 700 vueltas y hasta casi llegar a las 3.000 rpm es cuando la respuesta al acelerador de este motor es más pletórica, aunque también se puede seguir esa evolución del empuje eléctrico a través de los gráficos que aparecen tanto en la instrumentación como en la pantalla central.

Las formas del salpicadero cambian. También la disposición de los elementos, por ejemplo, con las pantallas centrales más elevadas.

Que el motor eléctrico suplemente al térmico en esa zona tiene sentido en tanto que es cuando el 1.4 es menos eficiente, en tanto que se limite su empuje a un régimen determinado -en otros mild hybrid el el correspondiente motor-generador eléctrico incluso funciona en cualquier momento, incluso a las 5.000 rpm- también es razonable porque cuando el de gasolina ya alcanza su zona de mejor rendimiento es el eléctrico el que la abandona.

La situación, en todo caso, supone que las arrancadas pueden ser enérgicas y, durante la conducción, si mantenemos el motor a bajo régimen, también la electricidad participa haciendo que el consumo de gasolina se mantenga en términos muy razonables. En caso contrario, exprimiendo el motor -que es a lo que nos invitaba el recorrido propuesto, pura carretera de montaña durante algo más de una hora-, sin embargo el gasto tampoco llega a ser alarmante para el ritmo impuesto: en nuestro ordenador, al término del recorrido, figuraba un 8,1 l/100 km.

La hibridación hace que, incluso en una conducción rápida, el consumo se mantenga en cifras razonables.

El medio homologado más alto de este modelo es de 6,1 l/100 km en el caso de se recurra al cambio automático -con convertidor de par y seis marchas- y la tracción total AllGrip, con un embrague multidisco para acoplar el eje trasero al delantero cuando hace falta y cuatro modos de conducción; el más bajo, de 5,3 con tracción delantera y caja manual.

Precisamente esta pantalla para el ordenador de viaje es una de las novedades que acompaña al rediseño de carrocería, ahora más musculado; o habitáculo, con formas nuevas en el salpicadero, sobre todo.

Al margen de su tamaño, la pantalla más grande aporta funciones extras como la visión de 360º o el navegador. Hay otra que, en lugar de 9" tiene 7" y es de serie en los niveles S1 y S2.

Insertado entre dos indicadores analógicos, esa pantalla es de 4,2”; mientras que la central puede ser ahora más grande que la anterior: de 9”. Es la de serie en el acabado más alto de los tres disponibles, el S3, mientras que en los S1 y S2 es de 7”. Al margen del tamaño, la diferencia fundamental está en que la mayor dispone de navegador o cámara de 360º, nuevas grafías y un interfaz rediseñado, pues ambas son compatibles con los protocolos Apple CarPlay -inalámbrico en la primera- o Android Auto, tienen radio digital, reconocimiento por voz o Bluetooth. En la 7” se puede ver la imagen recogida por la cámara de marcha atrás.

La suspensión es suave, pero el comportamiento de este Suzuki lo pone al alcance de cualquier conductor por sus reacciones muy asequibles.

Entre lo que menos cambia en este nuevo S-Cross está el comportamiento dinámico. Sigue siendo un coche muy predecible y fácil de conducir, con una suspensión de ajustes suaves y una dirección con asistencia concebida para que el esfuerzo para girar el volante sea mínimo. Agradable, en suma; además de seguro, particularmente, si cuenta con la tracción total cuando se transita por firmes poco adherentes.

La inclinación de los respaldos traseros puede variarse ligeramente. En una posición se favorece el confort de los ocupantes, en otra la capacidad del maletero; pero sin llegar a extremos en ninguno de los dos casos.

El habitáculo tiene una razonable amplitud, lo mismo que el maletero para el que Suzuki da el valor de 430 litros de capacidad en el caso de que los respaldos de los asientos posteriores se sitúen en la posición más vertical. Hay otra más cómoda para los ocupantes, en los que la inclinación es ligeramente mayor. También, por supuesto, pueden abatirse en dos partes asimétricas.

Son 430 litros los disponibles en este espacio con formas muy aprovechables.

Equipamiento abundante de serie

La sensación de calidad es más que correcta y el equipamiento, en general, abundante: por ejemplo, desde el nivel intermedio los asientos delanteros están calefactados y, en los tres, el control de velocidad de crucero es adaptativo. Esencialmente, los elementos diferenciadores del nivel más alto, el S3, con el techo solar panorámico y las llantas de aleación pulidas, junto a esa pantalla de 9” con el equipamiento a ella asociado.

La presencia de la cámara frontal permite extender numerosas ayudas a la conducción en todos los S-Cross.

Control predictivo de frenada, alerta y asistente de cambio de carril, alerta de cansancio o reconocimiento de señales son ayudas a la conducción comunes a todos los S-Cross. Detección de vehículos en el ángulo muerto o alerta de tráfico posterior, de los dos acabados más altos.

Los precios del nuevo Suzuki S-Cross arrancan en los 24.945 euros del nivel S1 con caja manual. S2 y S3, con el mismo cambio de seis marchas y tracción delantera, cuestan 26.145 y 29.545 euros.

La tracción total es un extra para los dos niveles más altos de acabado que cuesta unos 1.800 euros.

Elegir la tracción total, que se combina con estos dos últimos acabados, supone incrementar el precio entre 1.750 y 1.877 euros, según el nivel; mientras que preferir para el S3 el cambio automático -con tracción delantera- supone un extra de 1.460 euros.

El precio máximo de la gama son los 32.800 euros del S3 4WD y automático; siempre, precios de tarifa con campaña comercial incluida. El precio con financiación tiene un descuento adicional de 1.400 euros.

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