Subaru Crosstrek, una alternativa muy a sopesar al imperio de los SUV
Primer contacto
El Crosstrek de Subaru es un crossover de tamaño compacto que tiene mucho que ver con el XV. De hecho, se trata de la tercera generación de este modelo que, fuera de Europa, se llamaba así, Crosstrek. Ahora, toma este nombre y, a la vez, recibe cambios estructurales, en el chasis, salpicadero, motor o nuevas ayudas a la conducción.
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En 2012, Subaru inició la producción de un crossover relacionado con el Impreza, un modelo algo menos voluminoso que los SUV con carrocería de cinco puertas que, en muchos países, se vendía como XV, pero que en el principal mercado de la marca, Estados Unidos, lo hacía como Crosstrek.
Cuando llega ahora la tercera generación de este crossover a España, lo hace ya con este nombre y aportando, además, una gran cantidad de cambios, algunos de ellos no precisamente menores. En todo caso, la estampa -con el leguaje de diseño Dynamic x Solid- y dimensiones -apenas la longitud crece 1 cm, hasta los 4,50 m; y la altura medio, hasta 1,60- respecto a los anteriores XV se mantienen inalterados en lo básico; lo mismo que sus características técnicas esenciales y que lo hacen diferente al resto: motor bóxer de cuatro cilindros y tracción total Symetrical AWD, entre ellas.
El XV, ahora Crosstrek, es el modelo más vendido de Subaru y, de hecho, en 2023 supuso casi la mitad de las ventas de la marca. De cara a seguir aumentando su volumen de unidades vendidas, se ha retocado una plataforma, la Global de Subaru, que se empezó a utilizar en este coche en 2018, para aumentar su rigidez torsional un 10 por ciento. Consecuentemente, se logra una mejora del comportamiento dinámico que, por ejemplo, trasluce en una dirección de mayor precisión.
En este sentido, también abundan otras mejoras, como las efectuadas en los asientos de cara a evitar movimientos de la cabeza en relación al balanceo de la carrocería o la reducción de la sonoridad que llega hasta los ocupantes.
En el interior destaca el aire similar al Outback, el crossover más grande de la marca, con el que Subaru ha dotado al nuevo Crosstrek y que, por ejemplo, se manifiesta gracias a un nuevo salpicadero con pantalla de infoentretenimiento de 11,6" situada en vertical -en los XV era de 8"-. Incorpora funciones táctiles en torno a ella y se complementa con la instrumentación con un ordenador LCD de 4,2". Las conexiones con esa pantalla central de teléfonos con protocolos Apple CarPlay y Android Auto pueden hacerse ahora sin necesidad de cable, mientras que para el navegador se admite la formula what3words que permite identificar ubicaciones exactas con tres palabras.
Su espacio habitable es razonable por la cotas longitudinales, transversales o verticales que aporta -siempre en torno a la media de coches parecidos-, mientras que su maletero no está al mismo nivel de la zona de los pasajeros: ofrece, con una altura hasta la toldilla ocultaequipaje, algo menos de 40 cm y, por lo tanto, un volumen pequeño para un uso familiar con 313 litros de capacidad registrados conforme a nuestras mediciones.
Subaru no proporciona datos respecto a este maletero del Crosstrek más allá de los 1.314 litros cuando se abaten los respaldos traseros; pero, a modo de referencia, en el XV más capaz con la configuración de cinco plazas era, según los datos oficiales, de 385 litros; y en el que menos -por lo que resta la batería del sistema microhíbrido, así como el inversor y el transformador de corriente continua- de 340.
Un motor electrificado, pero con empuje a la baja
Precisamente es esta última tecnología, la microhibridación con arquitectura de 48 voltios, la que emplea como única propuesta de propulsión el Crosstrek. Se trata de un 2.0 de tipo bóxer, es decir, con los cuatro cilindros horizontales enfrentados dos a dos, combinado con uno eléctrico de 16,7 CV (12,3 kW) que alimenta una batería de 0,57 kWh. Así, este motor puede mover por sí solo a este coche, según Subaru, durante 1,6 kilómetros, siempre que no se superen los 40 km/h y no se acelere mucho. Es una fórmula de motor térmico y electrificación ya conocida de los XV y le permite al seguir disponiendo de la etiqueta Eco de la DGT.
Ahora bien, la combinación mecánica se modifica a la baja de potencia y par. De este modo, en lugar de con los anteriores 150 CV entre 5.600 y 6000 rpm, se pasa a contar con 136 CV a 5.600 rpm y, asimismo, varía el par máximo entregado a la baja: de los 194 Nm a 4.000 vueltas pasa a 182 al mismo régimen. Realmente, no falta empuje a bajo régimen por el apoyo eléctrico, ni para echar a andar ni para circular por ciudad, por ejemplo, pero sí más en algunas situaciones, como las que se producen con frecuencia en carreteras con un carril por sentido cuando es necesario adelantar con poco espacio para ello.
Se asocian estos motores con una caja de cambios automática de tipo variador continuo con ocho relaciones simuladas cuya respuesta tampoco es tan vivaz como otros mecanismos: si se pisa el acelerador bruscamente, el régimen de giro del motor no es proporcional a como aumenta la velocidad del Crosstrek, de modo que no está entre lo más agradable del coche, aunque es fácil acabar acostumbrándose a esa particularidad.
A continuación de este cambio trabaja el sistema de tracción total que permite ajustar el par que recibe cada eje automáticamente en función de la adherencia del terreno. Este, junto a una altura libre de 22 cm -lo normal entre los SUV parecidos es cerca de un 20 por ciento menos-, más propia de un vehículo muy campero que de un crossover, y recursos como el control de velocidad en las bajadas, que se activa con los tres diferentes modos de conducción X-Mode -modifican el trabajo de frenos, acelerador o cambio, según el terreno determinado desde la pantalla central- le dotan fuera del asfalto al Crostreek de unas magníficas posibilidades de progresión.
Particularmente esto ocurre si las ruedas son las adecuadas para ello: nuestra unidad disponía de unas Falken Ziex ZE001 A/S en dimensiones 225/55 R18 98V M+S que dieron muestra de una buena disposición a las distintas situaciones a las que les enfrentamos como sobre tierra compactada, subidas con algo de barro o, incluso, zonas de piedras sueltas. En todas ellas, y puesto que circulamos a baja velocidad, pudimos contar por algunos instantes con tracción exclusivamente eléctrica.
Para contar con el apoyo de la electrificación, sin embargo, el consumo del Crosstrek no nos ha parecido bajo, o no tanto como otros coches de características similares. Así, lejos de los 7,7 l/100 km homologados, al término de nuestro recorrido -cierto que en suave subida durante casi dos horas, con un incremento de altitud durante entre el punto de salida y destino de 200 m-, el ordenador reflejaba un gasto de gasolina de 9,2 l/100 km.
Entre las mejoras de equipamiento de seguridad incorporadas a este Subaru están las tres cámaras que son esenciales para el funcionamiento del EyeSight Driver Assist, el conjunto de ayudas a la conducción de la marca. Con dos cámaras estéreo y otra angular el sistema que evita o minimiza las consecuencias de una colisión tiene un rango de actuación más amplio. Además, de las catorce funciones disponibles en el EyeSight Driver Assist -siempre de serie- cuatro con nuevas, como es el caso del control de la dirección en caso de situación de emergencia, el reconocimiento de las señales de tráfico con adecuación de la velocidad a las mismas, la frenada de emergencia en cruces o la permanencia en el carril aunque no haya línea central.
El Crosstrek está disponible en tres niveles de acabado: Active, Field y Touring. El primero de ellos ya contiene la mayor parte del equipamiento esencial de este Subaru y puede hacer innecesario, frecuentente, pasar al segundo, el Field, si bien en éste se añaden el asistente de luces de carretera, regulaciones eléctricas para las plazas delanteras o asientos en tela negra -el base lo tiene en tela gris ya calefactados, por ejemplo-, así como llantas de 18" en lugar de 17".
Si el Active cuesta, campañas promocionales incluidas 32.000 euros, el salto al Field supone 2.000 euros más; mientras que de éste al Tourig son 3.000 adicionales. Por 37.000 euros éste suma a la dotación de los dos anteriores el techo solar y la tapicería de cuero.
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