Stellantis invierte en el desarrollo de las baterías de litio-azufre de Lyten
Movilidad sostenible
El fondo de riesgo corporativo de Stellantis, Stellantis Ventures, ha invertido en Lyten para acelerar la comercialización de las celdas de Litio-Azufre (Li-S) para las baterías de vehículos eléctricos.
Stellantis y Samsung SDI producirán baterías conjuntamente en EE.UU.
Lyten es una empresa californiana que está trabajando en el desarrollo, de cara a su comercialización, de celdas con cátodo de sulfuro de litio para baterías. Son celdas que no usan níquel, cobalto o manganeso en el cátodo, pero tampoco grafito en el ánodo, con materiales más baratos y mayor densidad energética que las de iones de litio. Además de que serían, a igualdad de capacidad, más ligeras y seguras frente a sobrecargas o fugas térmicas. Estas celdas se pueden fabricar localmente en Norteamérica y Europa sin sufrir problemas de cadena de suministro por la fácil disposición de los materiales que emplean.
En ellas se ha fijado Stellantis, quien a través de su fondo de riesgo ha llevado a cabo una inversión inicial no revelada. Stellantis Ventures, creada en 2022 para invertir en startups en fase inicial relacionadas con el mundo de la automoción y la movilidad, dispondría de fondos para realizar financiaciones por valor de 300 millones de euros.
Lyten está trabajando con grafeno tridimensional que, "a diferencia de las formas bidimensionales de grafeno, se ha verificado de forma independiente que la producción de nuestro Lyten 3D Graphene sintonizable es neutra en carbono a escala. Estamos convirtiendo los gases de efecto invernadero en una nueva clase de materiales de carbono de alto rendimiento y valor, y estamos incorporando estos materiales sintonizados a aplicaciones que descarbonizarán los sectores más difíciles de reducir del planeta”, afirmó Dan Cook, presidente y CEO de Lyten.
Por su parte, Carlos Tavares, CEO de Stellantis, consideró que “la plataforma de materiales de Lyten es una inversión clave para Stellantis Ventures, en línea con nuestro objetivo Dare Forward 2030 de acelerar el despliegue de tecnologías innovadoras centradas en el cliente. Concretamente, la batería de Litio-Azufre de Lyten tiene el potencial de ser un ingrediente clave para permitir la adopción masiva de vehículos eléctricos en todo el mundo y su tecnología de materiales está igualmente bien posicionada para ayudar a reducir el peso de los vehículos, lo que será necesario para que nuestro sector alcance los objetivos de cero emisiones netas de carbono”.
Las tecnologías de baterías de Litio-Azufre, materiales compuestos y sensores de Lyten se están produciendo inicialmente en su campus de más de 13.000 m2 de Silicon Valley. Además de producir baterías para vehículos eléctricos, Lyten está trabajando con clientes anteriores para comenzar a entregar baterías de Litio-Azufre y compuestos con infusión de grafeno 3D para mercados especializados en 2023.
Los problemas de las baterías de Litio-azufre
La gran dificultad para llevar a la producción masiva el azufre es que se mueve de sólido a líquido en los procesos de carga y descarga, de modo que los primeros desarrollos con este elemento registraban que llegaba a disolverse en el electrolito, también usualmente líquido. Además, las baterías de litio-azufre son propensas a la formación de dendritas que se forman durante el proceso de carga y pueden provocar cortocircuitos u otros problemas. De ahí el papel relevante del grafeno que, con su estructura, podría mantener el azufre y, a la vez, servir como material conductor.
En cuanto a las dendritas, se está trabajando con capas porosas que pueden ayudar a proteger a los materiales de la destrucción de esas estructuras. Con estas capas, una batería podría realizar 700 ciclos de carga y descarga total antes de llegar al final de su vida útil, lo que las acercaría a las de iones de litio que se estiman entre 500 y 1.100.
LG, el fabricante coreano que es uno de los líderes en la producción mundial de baterías, podría contar con unas de sulfuro de litio para 2025, del mismo modo que hay otros actores trabajando en ellas.
Incluso los participantes del proyecto LISA de la Unión Europea ha estado, entre 2019 y 2022, investigando en esta química con la coordinación de la asociación española Leitat. Este proyecto ha supuesto la inversión por parte de la UE de casi 8 millones de euros.
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