SWM G01 y GO1F, SUV de tamaño medio a precio de compacto muy asequible
Primer contacto
Los automóviles de SWM comienzan a distribuirse en España. El primero de ellos será un SUV de 4,61 m de largo, el G01. De él habrá una versión de aspecto más sobrio y otra, el G01F, con ligeros cambios de aspecto, busca una transmitir una imagen más agresiva. Desde 22.095 euros.
El G01 es un SUV de SWM Motors, una marca que tiene su centro de diseño en Italia, si bien produce sus coches en China. Se inicia la distribución ahora de estos coches en España -inicialmente serán sólo SUV-, después de que hace un tiempo ocurriera lo propio en Italia. En Andalucía es Automobiles Playcar, con instalaciones en Málaga y Almería, quien se ocupará de su comercialización, aunque a los once concesionarios actuales la distribuidora espera sumar diez más antes de que acabe 2022 y otros diez adicionales a lo largo del año siguiente. Con esta red en crecimiento habría representación para la totalidad de las provincias de la comunidad.
Los dos SWM, tanto el G01 como el G01F tienen dimensiones parecidas: 4,61 m de largo el primero y 4,67 el segundo, por el prominente salpicadero y labio que éste incorpora. Anchura y altura no varía de uno a otro SWM: 1,86 y 1,74 m respectivamente. Son, por tanto, de tamaño parecido a un Ford Kuga, Mitsubishi Outlander, Mazda CX-5, Land Rover Discovery, Peugeot 5008, Renault Koleos, Nissan X-Trail, Skoda Kodiaq…
Sin embargo, estos SWM tienen precios muchos más asequibles que cualquiera de las versiones de estos -y, por supuesto, los de marcas premium de tamaño similar: Q5 de Audi, GLB de Mercedes…- y, de hecho, para SWM los rivales de sus coches estaría en otros más pequeños, como el Peugeot 3008, Kia Niro, etc. Con ellos, respecto a los que tienen la ventaja del tamaño, comparten arrancar desde poco más de 20.000 euros. En el caso del SWM G01 el precio de tarifa del acabado Basic es de 22.095 euros; en el del G01F, 25.095.
En ambos casos, el motor es siempre el mismo, un 1.5 sobrealimentado con turbo de origen Mitsubishi de 131 CV combinado, bien con una caja manual de seis velocidades o una automática con el mismo número de relaciones y con un convertidor de par como elemento de conexión con el motor.
Este cambio automático se reserva para el nivel Elite, el segundo escalón en los G01; y su correspondiente en el G01F, el Premium. Elegirlo supone pagar un sobreprecio de 2.500 euros. Con él, el impuesto de matriculación también salta del 4,75 por ciento de los manuales a 9,75.
Otra opción relacionada con la mecánica es la de elegir la transformación para utilizar GLP, que supone 1.800 euros respecto a las versiones con motores sólo aptos para gasolina. En este caso, estas versiones son identificadas como Eco -es la etiqueta que tienen en su parabrisas conforme a su carácter bivalente- y, salvo en el caso del G01 Basic, están disponibles para el resto de niveles de acabado. La transformación, que incluye un deposito adicional de GLP de 54 litros al de 52 de gasolina, lleva la autonomía bien por encima de los 1.100 km. Si bien se realiza en España, cuenta con la misma garantía que el resto del coche: cinco años con la opción de que sean siete por un sobrecoste de 900 euros.
G01F, sorprendente aspecto
Hemos tenido la oportunidad de conducir un SWM G01F, un SUV muy llamativo especialmente por su frontal, pero también de puerta a dentro, donde nuestra unidad contaba con parte de los asientos -estos siempre en cuero sintético, salvo en el nivel Basic- y salpicadero tapizados en amarillo. Nos cuentan que, sin ningún sobreprecio, es posible elegir estas piezas en color gris, para quien se conforme con algo más discreto.
El equipamiento de los G01F es ligeramente más amplio que el de los G01 en tanto que pueden incorporar doble salidas de escape, intermitentes dinámicos o, esto en opción, un techo en color negro. También tienen en lugar de cuatro colores, como el G01, cinco entre los que elegir el tono de la tapicería.
Al volante del G01F lo primer que llama la atención es que éste sólo es regulable en altura, sin que se pueda mover en profundidad. Es curioso que, si bien es multifunción, hay algunas techas que no son activas, como es el caso de la rueda del radio derecho. Tras él, en el caso del acabado Premium -en el G01 en los Elite- hay una pantalla configurable para la instrumentación con dígitos grandes que se leen bien si no le incide directamente el sol y, en el salpicadero, otra para el sistema de infoentretenimiento. Son, respectivamente, de 7 y 10” y esta última cuenta con Bluetooth, conexión WiFi, navegador…
La posición al volante es, pues, correcta y la sensación de espacio, también. En este sentido, la anchura es suficiente para que dos ocupantes vayan cómodos en cada línea de asientos y la altura, incluso con el techo panorámico de 1,25 m2 -es grande-, no impide que puedan situarse ocupantes altos tanto delante como detrás; más aún cuando el espacio longitudinal es holgado: 73 cm. Nos ha llamado la atención la ausencia de un túnel de transmisión en las plazas traseras, lo que facilita el tránsito de una a otra.
Lo que sí nos ha resultado decepcionante es el maletero, para el que SWM anuncia 570 litros y en el que únicamente hemos encontrado con nuestras mediciones 402 litros: una diferencia muy importante. Es pequeño -para un coche tan grande- porque la altura disponible entre el suelo y la bandeja ocultaequipaje es de únicamente 40 cm. Bajo ese suelo estaría el depósito toroidal del GLP. Tiene un enchufe de 12 voltios.
Dotación funcional sobre la media
En el interior descubrimos, al margen del acceso y arranque sin llave, varios puertos USB al alcance de los ocupantes de las plazas delanteras y traseras, un cargador inalámbrico para el móvil, elevalunas eléctricos de un toque en todas las puertas, posavasos con la posibilidad de calentar o enfriar bebidas, salidas para la climatización -el aire acondicionado, siempre de serie- en la zona posterior del habitáculo… También cuenta con una cámara integrada para grabar trayectos automáticamente.
La sensación de calidad percibida, para lo que cuesta, es muy satisfactoria, incluso con algunas áreas acolchadas y un tapizado para zonas de salpicadero con una microfibra que se aproxima al aspecto del Alcantara o al Race-Tex pespunteada -no siempre en línea recta- en contraste.
Dinámicamente, el SWM G01F es cumplidor. El motor no es particularmente brillante, pero mueve con cierta facilidad a este SUV -pesa tonelada y media, que no es mucho-, salvo que seamos muy exigentes en terreno que no le es propicio: una incorporación en subida a una autopista es para él una dura prueba.
Ya en vías rápidas, echamos en falta la imposibilidad de disponer del control de crucero con la caja manual. Esta no es el epítome ni de recorridos cortos entre marchas ni de precisión.
Otro tanto ocurre con la dirección, quizá el elemento más mejorable del chasis del GO1F porque, además es enormemente lenta, un poco al estilo de no pocos coches de principios de los años 90.
Tiene unas suspensiones de esas que hacen confortable la pisada sobre suelos irregulares, pero esa suavidad en los apoyos -se nota mucho en las curvas lentas, pero más aún en las largas- no permite contar con una actitud aplomada: el G01F parece algo bamboleante, lo que merma la confianza. En todo caso, yendo rápido no hay más riesgo que el de abrir la trayectoria, lo que se resuelve simplemente con reduciendo la aceleración.
Son comunes a toda la gama ayudas a la conducción como el arranque en pendiente, la cámara macha atrás combinada con el sensor de aparcamiento posterior o la frenada de emergencia. El de alerta y mantenimiento de carril, como el de frenado automático en caso de riesgo de colisión o el detector de vehículos en el ángulo muerto son reservados, siempre de serie, para los niveles más altos, el Elite de G01 y el Premium del G01F. Lo mismo ocurre con los aibargs de cortina o los laterales, de modo que sólo son de serie los frontales en estos SWM, algo poco habitual, por otro lado.
También te puede interesar
Lo último