Renault reorganiza su negocio y llega a acuerdos con Geely, Google y Qualcomm
Producción
Renault ha formalizado la creación de dos filiales cuyo capital estará abierto para socios o inversores exteriores, una para el desarrollo de los coches eléctricos y otra que concentrará sobre todo el negocio tradicional de los vehículos de combustión. También ha llegado a acuerdos para el crecimiento en diversas áreas con compañías punteras como Qualcomm, Google y Geely.
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Renault ha creado un área de negocio que se centrará, exclusivamente, en los vehículos eléctricos. Se llama Ampere y, aunque Renault será quien cuente la mayoría de sus acciones, entrarán en ella inversores estratégicos como Qualcomm Techologies. Saldrá a la bolsa en el segundo semestre de 2023.
Con Qualcomm, Renault llevará a cabo el desarrollo de una arquitectura eléctrica para la próxima generación de eléctricos basada en las soluciones Snapdragon Digital Chasis de esta compañía norteamericana y que admitirán cockpit digital de Android, conectividad y diversos sistemas de última generación de asistencias a la conducción. Será “la primera plataforma abierta y horizontal de Software Defined Vehicles (DSV) al mercado automovilístico”, dijo Luca de Meo, director general de Renault Group. A partir de 2026 los Renault utilizarán esa plataforma SDV que optimizará costes en hardware y software.
Renault explicó que, adicionalmente, ha acordado con Google desarrollar software para esta plataforma SDV, tanto para utilizarlo a bordo del vehículo como en el contexto de la estrategia Move to Cloud del grupo industrial. Esta colaboración en materia de tecnología en la nube, ya iniciada en 2018, acelerará la creación de gemelos digitales dotados de avanzadas tecnologías de inteligencia artificial para facilitar la integración continuada de servicios en los coches y crear nuevas aplicaciones que puedan descargarse para ellos. Para de Meo, “esto aumentará el valor residual y la retención posventa, que son dos factores clave de nuestros resultados financieros, y contribuirá al despliegue de nuestra cartera de nuevos servicios”.
El acuerdo con Google permitirá desarrollar herramientas para el mantenimiento predictivo de los vehículos, detectando y corriendo fallos casi en tiempo real si fuera necesario; personalizar los vehículos a sus usuarios y aumentar la seguridad basándose en la experiencia de uso y el comportamiento en conducción real.
Ampere, el motor de la producción de eléctrico para Renault
Estos acuerdos tendrán su repercusión especialmente en Ampere, empresa que tendrá su base en Francia, con una estructura dedicada al desarrollo, fabricación y comercialización de vehículos eléctricos para la marca Renault. Contará con una plantilla formada por 3.500 ingeniero, la mitad de ellos especialistas en el desarrollo de software informático.
De aquí a 2030, la gama de seis coches eléctricos de Ampere alcanzará a los segmentos que cubren hoy el 80 por ciento del mercado eléctrico de los generalistas: en el segmento B contará con los Renault 5 Electric y Renault 4 Electric; en el segmento C, con el Renault Mégane E-Tech ya a la venta y el futuro Scénic Electric, además de dos vehículos más que se desvelarán en el futuro. El objetivo de Ampere es producir alrededor de un millón de coches eléctricos para Renault en 2031. Además, las ambiciones de crecimiento que se ha fijado la dirección son de más del 30 por ciento anual en los próximos diez años.
Motores de combustión, híbridos o no, con Geely
La segunda nueva unidad de negocio, Power, estará participada a partes iguales entre Renault y el grupo industrial chino Geely propietario de Volvo, Polestar, Lynk & Co, Lotus o la mitad de la nueva Smart. Será la que reunirá el diseño, desarrollo, producción y venta de sistemas para los vehículos con motores térmicos e híbridos dentro del denominado proyecto Horse. Desde su inicio, generará un volumen de negocio de más de 15.000 millones de euros, con un volumen de ventas de cinco millones anuales. Power ya cuenta con ocho clientes.
Abastecerá a 130 mercados gracias a 17 factorías con cinco centros de I+D+i en Europa (España, Rumanía y Suecia), China y Sudamérica, con un total de 3.000 ingenieros. Entre los tres continentes sumará 19.000 empleados.
Renault confía en que estas tecnologías térmicas e híbridas seguirán representando "hasta el 50 por ciento de las ventas mundiales de vehículos particulares incluso en el horizonte de 2040". Dotarán tanto a vehículos de Renault, como de Dacia y LCV.
Para la primera marca, el grupo espera un crecimiento medio anual del 2 por ciento de ventas de aquí a -2030. “Para avanzar en el mercado en todas las regiones, Renault continuará su ofensiva en el segmento C, aumentando los ingresos netos en un 20 por ciento y el margen sobre los costes variables en un 30 por ciento entre 2022 y 2030”, dice el comunicado emitido por Renault.
Dacia, creciendo hacia el segmento de los compactos
Dacia, por su parte, ya genera un margen operativo superior al 10 por ciento y pretende alcanzar un 15 por ciento en 2030. Para ello, se lanzará al segmento C con modelos como el Dacia Bigster y al que seguirán dos modelos más. En este segmento ya cuenta con el Jogger. Simultáneamente, Dacia seguirá reduciendo costes al usar la plataforma CMF-B.
Dentro de Power estarán también los desarrollos para la división de furgonetas con dos proyectos en torno al uso de hidrógeno descarbonizado, uno a través de la empresa común Hyvia constituida junto a la compañía Plug y con el que aspira al 30 por ciento del mercado de los comerciales ligeros en Europa, con una cartera de pedidos de 1.000 millones de euros en 2026; mientras que con FleEVan se creará una familia de utilitarios eléctricos con un “sotfware revolucionario”. Será lanzada en 2026 y se beneficiará del SDV desarrollado por Ampere. Según Renault, “FlexEVan reducirá el coste de uso durante la vida útil total de los clientes en al menos un 30 por ciento, más que el precio del vehículo”.
Alpine: en 2026, todos eléctricos
Por otro lado, el fabricante francés tiene intención de impulsar Alpine con una gama que será enteramente eléctrica a partir de 2026 y con ambiciones internacionales, ya que espera que la mitad de su crecimiento venga de nuevos mercados fuera de Europa, particularmente Norteamérica y China.
En cuanto al negocio de servicios de movilidad Mobilize, con el modelo Vehicle-as-a-Service (VAAS) Renault espera triplicar los ingresos a lo largo del ciclo de vida del vehículo respecto a las ventas convencionales.
La empresa, The Future Is Neutral, por otro lado, reúne actividades de reciclaje de coches y de sus componentes. Renault pretende que esta entidad se convierta en el líder europeo en economía circular automovilística a escala industrial, incluyendo el reciclado de las baterías y cubriendo hoy el 50 por ciento de la cadena de valor y con el objetivo de alcanzar más del 90 por ciento en 2030.
Reparto de beneficios para 2023
Renault considera que está cumpliendo por adelantado los objetivos que se fijó para su plan estratégico de recuperación Renaulution y por eso se ha marcado nuevas metas, que en el terreno financiero deberían traducirse en un margen operativo que subirá por encima del 8 por ciento en 2025 y del 10 por ciento en 2030.
Renault confía en que el flujo de caja sea superior a los 2.000 millones de euros anuales de media en el periodo 2023-2025 y a los 3.000 millones entre 2026 y 2030, frente a 1.272 millones en 2021.
Esta situación debería permitirle volver a pagar dividendos en 2023, a cuenta de los beneficios de este año, después de varios ejercicios sin ellos para sus accionistas. La intención de la dirección de Renault es incrementar la distribución de beneficios a sus accionistas para llegar al 35 por ciento de resultado neto.
En paralelo, se ha fijado igualmente como elevar el porcentaje de capital en manos de sus empleados hasta el 10 por ciento en el horizonte de 2030.
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