El Renault Clio cambia de cara
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La quinta generación del Renault Clio, la lanzada en 2019, estrena su primer cambio de aspecto. Este se centra, esencialmente, en un completo rediseño de su frontal al estilo del ya mostrado por el Scénic Vision Concept. Simultáneamente, se simplifica la oferta de niveles de equipamiento, mientras que se mantienen inalterada la gama de motores.
La planta de Renault en Sevilla hará todas las cajas de cambios para híbridos
El Renault Clio, un coche del que se han vendido a lo largo de sus 33 años de vida 16 millones en el mundo y, de ellos, tres en España, está de estreno. Y es que su quinta generación acaba de mostrarse con un importante facelift que rediseña por completo su frontal. Aquí gana protagonismo la parrilla ajedrezada, que se hace más ancha, y ofrece a partir del rombo frontal sobre fondo negro, un efecto degradado gracias a la utilización de piezas cromadas de diferente tamaño con lo que los diseñadores de Renault han logrado un efecto de profundidad.
Además, en las versiones Techno y esprit Alpine -la otra ahora disponible es la Evolution, de modo que se pasa a tres frente a los anteriores cinco niveles- la zona inferior del frontal tiene láminas aerodinámicas más tensas que están pintadas en el mismo color de la carrocería en el primero de los dos acabados y en gris pizarra en el segundo.
Con todo, quizá lo más llamativo del nuevo frontal estrenado por esta fase 2 del Clio sea su nueva firma lumínica. Está inspirada en el Scénic Vision Concept y, según nos pudo explicar Paula Fabregat, directora de diseño de los segmentos A y B, los leds que la conforman tienen el mismo ángulo del logo de Renault, partido en dos e invertido. Estas nuevas firmas están compuestas por dos módulos, el superior de 22 leds y el inferior de seis, y junto a ellas se sitúan las entradas de aire del paragolpes con las que, según afirman en Renault, se ganan unas milésimas de coeficiente aerodinámico.
En la parte superior se sitúan los nuevos faros, mucho más finos que los anteriores y que están conformados por cinco módulos de leds -antes se usaban tres- desde la versión de acceso.
Los cambios en la zona posterior se centran, por un lado, en los pilotos transparentes, así como un nuevo paragolpes que, al igual que el frontal, busca hacer que el Clio se perciba de mayor anchura.
Estos cambios están motivados, según Renault, en que es el diseño la principal razón de compra en este segmento, el que acumula mayor porcentaje de compras de jóvenes.
El Renault Clio estará disponible con siete colores de carrocería: blanco glaciar, negro brillante, gris pizarra, azul rayo, rojo deseo, naranja valencia y un nuevo acabado tricapa, gris zinc. Salvo en el Evolution, los retrovisores están pinados en color negro brillante -como la antena de aleta en los dos niveles más altos- en todos los Clio. En cuanto a las llantas, serán de 16 y 17", reservadas estas últimas para el nivel esprit Alpine y en las que un embellecedor simula un perno central como los de los coches de competición.
Este, por el tipo de colores, materiales o costuras en sus tapicerías, así como por la forma de los asientos más envolvente, marcará diferencias con los otros dos niveles aunque no hay cambios sustanciales respecto al Clio lanzado en 2019. Así, por ejemplo, se mantiene la instrumentación -ahora para todos los Clio- con pantalla de 7 o 10", éste último tamaño con navegación integrada, mientras que en el centro del salpicadero está la del sistema Renault Easy Link, ahora compatible inalámbricamente con teléfonos con protocolo Android Auto y Apple Car Play, con dimensiones de 7 y 9,3". La más grande es de serie en los Clio esprit Alpine.
En el caso de la versión Techno, asientos, paneles y salpicadero utilizan un textil de origen sostenible con un 60 por ciento de fibras vegetales obtenidas, mientras que en lugar de cuero de origen animal se utiliza una mezcla de textil granulado compuesta por fibras de origen biológico y fibras de poliéster. En el esprit Alpine el tejido asiento y respaldos está compuesto por un 72 por ciento de fibras PET, mientras que se usa un 13 por ciento de textil reciclado en los laterales.
Híbrido, GLP, gasolina y Diesel
En cuanto a la gama de motores, la conforman cuatro propuestas, todas ellas conocidas y sólo una con mínimos cambios: una variante tricilíndrica del 1.0 TCe con turbo apta tanto para el uso de gasolina como de gas licuado de 90 CV, la de gasolina con la base del mismo motor de 100 CV, un Diesel, un 1.5 dCi fabricado en Valladolid, de la misma potencia -todas ellas con cajas de cambios manuales de seis marchas- y un full hybrid de 145 CV.
Este último aumenta su potencia, por las modificaciones efectuadas en el motor térmico, 5 CV respecto a la versión lanzada en 2020 y que pasa a aportar de 140 Nm de par máximo a 148. Ese motor es un 1.6 de cuatro cilindros de 94 CV que se trabaja en colaboración con dos motores eléctricos, uno de 49 CV como parte de la cadena de tracción y otro de 25 CV que actúa como motor de arranque y generador de energía eléctrica que se almacena en una batería de 1,2 kWh. Se combinan a través de una caja de cambios, ésta producida en la planta de Renault en Sevilla, que si bien mantiene la lógica de la estrenada tres años atrás incorpora algunos cambios en sus leyes de funcionamiento.
Por sus características este sistema de propulsión híbrido que Renault considera su joya de la corona, permite conducir en ciudad hasta el 80 por ciento del tiempo en modo eléctrico -de hecho, puede mantenerse apagado el motor térmico hasta los 130 km/h-, alcanzando un consumo homologado de 4,1 l/100 km.
La comercialización de este Clio V fase 2 está prevista para junio, con las primeras entregas listas para después del verano. Por el momento, Renault ha rehusado a dar precios o una orientación de la variación que habrá respecto al coche que se estaba a la venta desde 2019.
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