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Primavera: cómo preparar tu coche para el cambio de estación

Tráfico

Neumáticos, aceite, filtros o baterías deben ser revisado una vez que ha acabado un frío invierno para el mantenimiento de tu vehículo

Prepara tu coche para el buen tiempo

19 de marzo 2021 - 12:22

Tras un largo y duro invierno, siempre llega la primavera. En este cambio de estación, y más teniendo en cuenta la inactividad de un vehículo por las restricciones derivadas de la pandemia, es importante tener en cuenta algunos consejos para el mantenimiento del vehículo y una óptima conducción.

Además de los consejos para conducir en primavera, bajo las premisas de prevención y prudencia, la Dirección General de Tráfico (DGT) ofrece una serie de pautas para tener el coche a punto en esta época en la que la situación meteorológica suele cambiar de forma inesperada. Aquí os dejamos varios consejos.

Presión y dibujo de los neumáticos

Una presión correcta es fundamental para manejar bien el coche y que los neumáticos no se desgasten prematuramente. Si notas que tu coche tiende a irse hacia un lado, entonces puede ser que los neumáticos no tengan la presión adecuada. Debes tener mucho cuidado si observas:

Además, revisar la banda de rodadura de los neumáticos es algo que debe hacer varias veces al año. Es importante asegurarse que el desgaste es uniforme y comprobar la profundidad del dibujo.

Comprobar el estado de los neumáticos, imprescindible.

Examina el estado de la batería

La batería es una de las partes del coche que más sufre durante el invierno. Las bajas temperaturas pueden deteriorarla muy rápido y, con ello, hacer que el coche te deje tirado en cualquier momento. Si la batería de tu coche tiene más de cuatro años y notas que desde que arrancas el motor hasta que se enciende tarda unos segundos, deberías pensar en cambiarla (sobre todo en los motores gasolina).

Para asegurarte de que no hay problemas es recomendable que el vehículo haya estado circulando al menos una hora preferiblemente por carretera y, después, se haya quedado en reposo otros treinta minutos.

Observa el nivel del líquido anticongelante

A medida que las temperaturas suben, es importante asegurarse de que el motor del coche se está refrigerando adecuadamente. Si el piloto de aviso se enciende o si, simplemente no se ha comprobado el nivel de refrigerante en un tiempo, conviene abrir el capó y comprobar el nivel del líquido. La mayoría de los automóviles tienen un medidor de nivel de líquido anticongelante.

Si finalmente es necesario añadir un poco de líquido refrigerante, recuerda hacerlo siempre cuando el coche esté frío y situado sobre una superficie llana.

Revisa los frenos

Antes de realizar un viaje es importante que compruebes el estado de los frenos. Si notas que el pedal de freno va más duro de lo normal, que el coche tarda más tiempo en frenar o si se ha encendido el piloto de la luz de freno, hay bastantes posibilidades de que necesites unas pastillas o discos nuevos. Comprueba también el nivel del líquido de frenos, ya que no debe ser ni superior ni inferior a los parámetros establecidos por el fabricante.

Es importante comprobar el estado de los frenos.

Comprueba el sistema de iluminación del coche

Las luces de tu coche son claves para ver… y ser visto. Antes de nada, comprueba que todas las funciones de iluminación y señalización funcionan correctamente. En caso necesario, tendrás que cambiar las lámparas que no lo hagan.

Comprueba la altura y regulación de las luces. De este modo, evitaremos deslumbrar a quien se cruce con nosotros en la carretera por la noche y garantizaremos una óptima visibilidad. Recuerda que es recomendable cambiar las lámparas del coche por parejas, para garantizar un óptimo funcionamiento del sistema.

Cambia el filtro antipolen

El tráfico levanta una enorme cantidad de partículas en suspensión de polvo, polen, restos de neumáticos desgastados, polvillo de las pastillas de freno, ácaros, bichos… que se van acumulando a lo largo del tiempo en el filtro anti polen (también conocido como filtro del habitáculo). De ahí la importancia en cambiarlo aunque no seas alérgico, ya que no sólo evita que entre polvo u otras partículas al interior del coche, sino que ayuda a mantener limpios los conductos del aire acondicionado y evitar así la proliferación de ácaros y bacterias. Es clave, sobre todo, para quien sufre de alergias.

Cuida los filtros del vehículo.

Revisa escobillas y líquido limpiaparabrisas

El 7% del tiempo que tu coche pasa en marcha estará con las escobillas en funcionamiento. Si tenemos en cuenta que el 18% de los accidentes mortales se producen cuando llueve, está claro que no hay que escatimar en las escobillas, claves para una correcta visibilidad.

Hay cuatro síntomas claros para detectar cuando unas escobillas pueden poner en riesgo la seguridad del conductor:

Es también importante que revises el nivel del líquido limpiaparabrisas. Es una solución que puede sacarnos de un apuro, rellenar con agua, pero el uso continuado de agua de grifo con mucha cal puede llegar a obstruir los inyectores de salida. Por este motivo es aconsejable emplear productos específicos para los limpiaparabrisas que suelen llevar anticongelante, lo que evita que, en invierno, se congele.

Limpieza exterior del coche

De poco vale tener unos faros perfectos si después los cristales y faros están cubiertos por una capa de suciedad. Es clave una buena limpieza del coche para asegurarnos de ver bien y ser vistos. Pon especial empeño en estas zonas que nos indica la DGT: cristales, faros, antinieblas, retrovisores y reflexivos. No hace mucho te contamos diez trucos de limpieza del coche (por dentro y fuera).

Carga con elementos obligatorios

Tanto si viajas como si no, no olvides llevar los recambios necesarios: rueda de repuesto con la presión necesaria, un juego de luces, dos triángulos homologados y el chaleco reflectante.

El triángulo, imprescindible.

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