El Porsche Macan eléctrico, a punto para entrar en producción

Este año Porsche va a disponer de un nuevo Macan eléctrico, cuyo periodo de pruebas está finalizando, y que va a convivir en el mercado temporalmente con el modelo con motores de combustión con el que la marca cuenta desde 2021, por otro lado, el coche más vendido de la marca: el año pasado, por ejemplo, representa una de cada tres ventas de Porsche, muy por encima del Cayenne que supuso una de cada cuatro. Esa convivencia finalizará con la desaparición del Macan con motores de gasolina.

La carrocería de este SUV sería, por tanto, de dimensiones parecidas a las del Macan térmico, un modelo que mide 4,73 m de largo, tiene 1,92 m de ancho y 1,62 de alto. En el caso de los EV el coeficiente aerodinámico será de 0,25, mucho más bajo que el 0,35 de los anteriores, una rebaja que se consigue gracias al alerón trasero regulable, el cierre de las trampillas de entrada frontales o la posibilidad de regular la altura de la carrocería.

Este nuevo Macan eléctrico estrenará la plataforma PPE (Plataforma Premium Electric) desarrollada por Audi y Porsche para coches eléctricos, la misma de la que también dispondrá el Q6 e-tron que estará a la venta a principios de este año.

A partir de ella, Porsche desarrollará tres versiones: una de tracción trasera con un único motor, con la denominación Macan; y dos de tracción total, con un motor en cada eje, Macan S y Macan Turbo.

Los sistemas de propulsión serán montados en la nueva planta de Zuffenhausen, mientras que los coches serán ensamblados en la de Leipzig, ambas en Alemania.

Cada una estas versiones del Porsche Macan ofrecerá una potencia diferente: la más alta de las dos, la única que hasta ahora ha sido confirmada, ofrecerá 612 CV (450 kW) en el modo overboost. El par máximo de este Macan Turbo será de 1.000 Nm. En todos los casos, la batería de iones de litio tendrá una capacidad de 100 kWh compuesta por doce módulos y cuyo peso total es de 570 kilos. La autonomía homologada según el ciclo WLTP será superior a los 500 km en las tres versiones.

Su arquitectura eléctrica será de 800 voltios, al igual que ya ocurre con el Porsche Taycan o el Audi e-tron GT, pues los dos comparte la plataforma J1 que desaparecerá con ellos al ser reemplazada por la PPE. Esto permitirá realizar cargas ultrarrápidas con corriente continua usando potencias de hasta 270 kW, de modo que el nivel de la batería se pueda llevar del 10 al 80 por ciento en menos de 22 minutos en infraestructura de carga de 400 voltios. Esto se logra gracias a un interruptor de alto voltaje que permite que la batería, que trabaja con el doble de voltaje, pueda desdoblarse en dos partes. Por otro lado, el cargador embarcado le permitirá recibir hasta 11 kW cuando se recurra a corriente alterna.

En su interior, se utilizará un diseño del salpicadero semejante al de los renovados Cayenne y Panamera y que, a su vez, está desarrollado a partir del estrenado en el Taycan. Así, tras el volante, hay una pantalla curva de 12,6". Otra central, ésta de 10,9", ofrecerá el control de las funciones de infoentretenimiento con un sistema operativo basado en Android Automotive. Entre esas funciones no estará el control de la climatización que tendrá mandos propios. El Porsche Macan podrá montar una tercera situada frente al acompañante del conductor. Otra particularidad del habitáculo es que contará con iluminación ambiental con funciones activas.

Este SUV ofrecerá varios modos de conducción: Eco, Normal, Sport, Sport Plus y Offroad, este último con un incremento de la altura libre respecto al suelo de 4 cm con la participación de la suspensión neumática. Se emplearán, además, amortiguadores con dos válvulas, existirá la posibilidad de disponer de un bloqueo en el eje trasero y, asimismo, éste podrá ser direccional.

El Macan EV dispondrá de una función Launch Control para ofrecer la máxima rapidez posible en las arrancadas gracias al trabajo del Porsche Traction Management que gestionará el par máximo producido por los motores.