Peugeot reimpulsa sus 3008 y 5008, dos SUV con nuevos argumentos
Primer contacto
Se renuevan Peugeot 3008 y 5008 en dos frentes: con un llamativo cambio de aspecto en el que su frontal gana protagonismo, sobre todo, y tecnológicamente con la incorporación de más ayudas de conducción o una pantalla central de 10” en algunas versiones.
Peugeot 3008 y 5008 son dos SUV particularmente exitosos que, tras cuatro años en el mercado, cambian ligeramente. La modificación más evidente afecta a su frontal, en el que la nueva parrilla sin marco incluso se extiende hasta debajo de los dos faros principales, conectando todos los elementos del frontal. En las versiones GT y GT Pack esta parrilla es específica e, incluso, si cuenta con la opción Black Pack se diferencia por su color negro, al igual que ocurre con las carcasas de los retrovisores, molduras, llantas, anagrama, spoiler, barras de techo…
Estos faros delanteros se han rediseñado e incluyen LED desde el nivel de acceso en tanto que en los GT y GT Pack incluyen una firma lumínica ampliada con iluminación estática en curva hasta a 90 km/h. También incluyen un modo antiniebla que hace innecesario montar faros antiniebla específicos. Por otro lado, los pilotos traseros, que también son con LED, muestran las tres garras en 3D en tanto que los intermitentes son secuenciales.
Además, hay dos nuevos colores para la carrocería -ambos tonos azules- y, con el GT Pack, las llantas son de nuevo diseño, de 19”.
En el interior, cambios de matiz
El cambio más llamativo del interior es, por un lado, la incorporación de nuevos revestimientos y tapicerías en los 3008 y 5008 Allure, además de decoraciones con madera de tilo en los GT y GT Pack -también, ahora, con retrovisores sin marco-; por otro, los que afectan a las pantallas. Así, la de la instrumentación ha ganado contraste y la central, en los niveles por encima del Allure, tamaño: la pantalla táctil es de 10” en lugar de la de 8” que antes tenía y que se mantiene en los acabados básicos. Tiene navegación conectada 3D, además de dar servicio al equipo de sonido, climatización, configuraciones, teléfono, etc.
En las versiones híbridas enchufables del 3008 -no están disponibles para el 5008- hay un menú de funciones específico al que se accede a través de una tecla en la botonera situada inmediatamente por debajo y que, por ejemplo, permite seleccionar la producción de electricidad en marcha o detener el uso de la misma para, de este modo, contar con esa energía para más adelante.
Nada cambia en los motores
Estos Peugeot 3008 híbridos enchufables siguen siendo los de 225 y 300 CV, en el primer caso con tracción delantera y, en el segundo, con tracción total: el motor eléctrico adicional en el eje trasero explica, en mayor medida -también el térmico es 20 CV más potente- la diferencia de potencia. En ambos casos el motor de combustión es un 1.6 PureTech, con 180 y 200 CV, respectivamente, semejante al que culmina la oferta de gasolina con sus 180 CV y siempre caja de cambio automática de 8 velocidades. El motor de acceso a esta oferta es el 1.2 PureTech, de tres cilindros, que está disponible con sus 130 CV con cambio manual o automático.
En Diesel el motor compartido por los 3008 y 5008 es el 1.5 BlueHDI de 130 CV, con las dos cajas de cambios; si bien en el segundo también está disponible una versión de 180 CV, siempre automática.
Ninguno de esos motores ni transmisiones experimenta cambios en tanto que desde Peugeot trasladan que tampoco, a lo largo de esta segunda fase de la vida de esos dos SUV, se incorporarán ni modificaciones en forma de microhibridaciones de 48 voltios ni tampoco una versión eléctrica: para verla habrá que esperar a 2023, con la renovación de estos modelos y el estreno de la nueva plataforma eVMP que estará disponible para todas las marcas de PSA.
Tecnología inédita en el segmento
En el terreno de la tecnología, además de la incorporación a la oferta del Night Vision, un sistema inusual en el segmento compacto de los SUV que permite advertir seres vivos hasta a 250 m con la cámara que se incorpora en el paragolpes, estos Peugeot añaden un control de velocidad de crucero adaptativo con función Stop and Go o un asistente de posición en el carril que permite elegir el carril y, en la práctica, permite disponer de un nivel 2 de conducción autónoma junto al control de velocidad. También se suman a estas ayudas el frenado de automático de emergencia o el reconocimiento de señales de tráfico ampliado que puede “leer” señales como las de stop, dirección única, prohibido adelantar…
Toda la gama se reestructura en torno a tres niveles, Active, Allure y GT, entre los que se intercalan los Pack. De este modo, si en el Active los elementos más sobresalientes junto a las llantas de aleación de 17” son los faros LED, el arranque sin llave o la radio digital con la pantalla de 8”, junto al reconocimiento de señales extendido; en el Active Pack se suman la ayuda al estacionamiento delantero y la cámara de marcha atrás, por ejemplo.
En los Allure, ya con llantas de 18” y la pantalla de 10” con navegador, el Allure Pack añadiría el acceso y arranque sin llave; mientras que en los GT, los faros full LED o el Pack Drive Assist que contempla la máxima cobertura de ayudas a la conducción, es completado en el GT Packpor el portón trasero motorizado, asientos deportivos, el equipo de sonido Focal y el Pack City 2 con asistente para el aparcamiento, cámara también delantera para las maniobras de estacionamiento o vista 360º.
Todo sigue en orden
Tras ponernos a los mandos de ambos modelos -en un caso, con una versión híbrida, en el otro, en el del siete plazas, con un Diesel- podemos constatar que los cambios no afectan al comportamiento dinámico, que sigue estando a un excelente nivel en tanto que estos SUV de Peugeot tienen una buena calidad de rodadura y más que razonable agilidad, si bien se percibe diferencia en el abordaje de la curva entre ambos modelos con mayor naturalidad para el más pequeño.
En acabado GT aporta unos excelentes asientos, incluso con una atractiva combinación de tapizado en el que la mayor parte de la superficie corresponde a Alcantara, y una clara mejora en cuanto a la lectura de la instrumentación del i-cockpit -característico por el pequeño tamaño de su volante y la pantalla con los datos por encima de éste-, incluso cuando incide sobre él la luz.
En el caso del híbrido, que contaba con la batería de 13,2 kWh al completo en el momento del inicio del recorrido -puede cargarse, mediante conexión a la red, a 3,7 kW o hasta a 7,4 kW si incorpora el cargador embarcado opcional que cuesta 300 euros-, el consumo final registrado tras 45 minutos de conducción por autopistas y ciudad fue de 7,4 l/100 km y 1,4 kWh/100 km. Algo alto, si bien a partir de la mitad del trayecto, aproximadamente, activamos la generación de electricidad para finalizar el mismo con la batería al 100 por ciento de su capacidad, tal como habíamos iniciado la ruta.
Ya está en marcha la fase de preventa de ambos Peugeot, cuyas primeras entregas se realizarán, en el caso del 3008, a partir del 7 de enero; mientras que el 5008 se comenzará a entregar el día 18 del mismo mes. Las estimaciones de la marca son de 20.000 unidades para el año que viene en el caso del Peugeot 3008 y 7.500 para el 5008, lo que implicaría que ambos modelos mantienen el liderato en sus respectivos segmentos: el primero en el de los SUV compactos vendidos a particulares y, el segundo, en el de los de siete plazas.
El precio, incluyendo ofertas, promociones y descuentos por financiación, arranca en el 24.200 en el caso del Peugeot 3008 con el motor de 130 CV de gasolina, cambio manual y acabado Active (sin esos descuentos sería de 29.100 euros); 25.700 en el 5008 con la misma configuración mecánica y de nivel de equipamiento (30.600 de PVP sin ofertas); mientras que el primer precio de los híbridos del 3008 es, con el acabado Allure en ambos casos, de 35.900 euros para el de 225 CV (44.000 euros de PVP) y 42.000 euros (50.000 euros de PVP) para el de 300 CV y ya con tracción total.
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