Opel Grandland: mucho más que un cambio de imagen
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Opel renueva el Grandland, su SUV medio, con un cambio de nombre, puesto que pierde la X, cambios de aspecto que lo aproximan al lenguaje de diseño estrenado por el Mokka la dotación de nuevas tecnologías, sobre todo relacionadas con la seguridad.
El Opel introduce numerosas novedades en su SUV de 4,48 m, el más grande del que dispone -los otros dos son el Mokka y Crossland-, lanzado comercialmente en 2017. Ahora se denomina Grandland, no Grandland X, y su frontal se ha rediseñado de manera que se asemeja al del Opel Mokka. La firma denomina a este estilo Opel Vizor y, tal como ha mostrado en algunas imágenes parciales del futuro Astra, también se aplicará al compacto.
Además del aspecto de esta zona del SUV, también se incorporan cambios funcionales como ocurre con los faros, que son los de 84 diodos LED por óptica, semejantes a los del Insignia. Esta implementación permite conseguir una iluminación matricial -IntelliLux LED Pixel en terminología de la marca- que da pie a que se disponga de la máxima visibilidadnocturna sin perturbar con ella a otros vehículos.
Simultáneamente, el Grandland estrena el sistema de visión infrarroja Night Vision, disponble entre otros modelos del grupo PSA, en los DS7. Con una cámara de este tipo es posible detectar animales y personas 100 metros por delante del vehículo, mostrando su posición en la pantalla de la instrumentación, que es de 12”. Esta se integra junto a la central del equipo de infoentretenimiento, de hasta 10”, bajo un mismo cristal, dando origen a lo que Opel denomina Pure Panel. El dispositivo tope de la gama es el Multimedia Navi Pro, con información del tráfico en tiempo real, actualización de los mapas online y navegación predictiva gracias a los servicios de OpelConnect.
El asistente de posición en la carretera es otra de las novedades. Actúa mediante una cámara y sensores de radar combinando varios sistemas: el control de velocidad de crucero adaptativo y el de posicionamiento activo en el carril, permitiendo una conducción semiautónoma que, incluso, permite reanudar la marcha tras habernos detenido si el tráfico lo exige.
La gama de motores no varía, incluyéndose en ella el 1.5 Diesel y el 1.2 de gasolina de 130 CV, el 1.6 Turbo de 180 CV y las dos versiones híbridas enchufables de 224 y 300 CV, éstas con la incorporación un recurso estrenado en el Citroën C5 Aircross: una luz azul tras el retrovisor interior que permite ver desde fuera cuándo están moviéndose con el motor térmico apagado.
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