Mercedes muestra la arquitectura eléctrica de sus futuras furgonetas

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Se llamará VAN.EA y, desde 2026 en adelante, será la base de todas los monovolúmenes y furgonetas de tamaño medio y grande eléctricas de Mercedes-Benz Vans. Su utilización se traducirá en importantes economías de escala, además de que con su uso se reducirán a la mitad las variantes de furgonetas actuales con motores térmicos.

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Con VAN.EA Mercedes-Benz Vans va a disponer de una nueva base de desarrollo de su futura gama eléctrica, tanto de monovolúmenes como de furgonetas de tamaño medio y grande. Esto será posible porque el módulo delantero, será siempre semejante en todos los modelos incorporando motor, transmisión, etc, mientras que las diferencias estarán marcadas por el central y el trasero.

En el central utilizará una caja dentro de la que se introducen las baterías de alto voltaje, con distintas capacidades; mientras que el trasero tendrá dos versiones: un eje con motor, para las variantes de tracción total; y otro sin él, para el resto.

Modelos con la plataforma VAN.EA coexistirán hasta 2030 con algunos de los actuales eléctricos de Mercedes que hoy están a la venta para, desde 2030, convertirse en la única opción eléctrica. Unos años más tarde, también las furgonetas térmicas Mercedes tiene previsto que desaparezcan sus furgonetas con motores de combustión.

Los que Mercedes-Benz Vans llama monovolúmenes privados de lujo dispondrá de la VAN.EA-P, una derivada para vehículos de pasajeros de tamaño medio y un alcance estimado de 500 km con la energía de sus baterías. Cuando estos vehículos, que podrán dar cobertura desde a familias activas a transporte VIP pasando por su conversión a oficinas móviles, lleguen al mercado lo harán ofreciendo un nivel 2 de conducción autónoma.

Serán el módulo central, que alberga a las baterías; y el trasero, con motor o sin él, los que definan las principales diferencias entre versiones de los modelos eléctricos. El más estandarizado será el módulo frontal, siempre con la integración de motor, transmisión, unidad de potencia, inversor, cargador embarcado, etc.

Por su parte, las versiones comerciales premium, tendrán la VAN.EA-C. Será la base parar vehículos que aceptarán un diseño modular y escalable, ofreciendo distintas configuraciones. Así, permitirá el desarrollo de vehículos de mensajería, entrega urgente y de paquetería pasando por ambulancias o furgonetas isotermo, furgonetas de servicios municipales o plataformas elevadoras y, por supuesto, también vehículos recreativos como los cámper. Además de conducción autónoma, que a finales de la década podrá alcanzar un nivel 4 que permita el uso sin necesidad de conductor, con MB.OS Mercedes-Benz Vans proporcionará aplicaciones que permitan disponer de extras digitales.

Entre las ventajas de esta arquitectura VAN.EA estará la fácil integración para diferentes cometidos de cajas y cabinas, incluyendo la utilización como cámpers.

La marca espera que esta plataforma le permita consolidar su mercado europeo, que ya supone una participación del 60 por ciento en sus ventas de todo el mundo, mientras que con las grandes furgonetas basadas en la VAN.EA debe crecer en EE.UU. y con los monovolúmenes en China.

Entre los hitos para la electrificación de Mercedes-Benz Vans está la incorporación de esta nueva plataforma en 2026 y alcanzar, en 2030, ventas por encima del 50 por ciento con sus versiones con baterías.

En Jawor (Polonia) producirá los vehículos comerciales ligeros eléctricos, mientras que las eSprinter y Sprinter termicas, así como el chasis cabina grande basado en la VAN.EA se hará en su planta de Düsseldorf (Alemania). También Alemania, la factoría de Ludwigsfelde mantendrá su fabricación de Sprinter y eSprinter, aunque se convertirá en un centro de personalización de las furgonetas, por ejemplo, para la fabricación de cámpers. Por su parte, la planta de Mercedes-Benz Vans en España, situada en Vitoria y que hoy produce Vito y Clase V, pasará a producir sus equivalentes eléctricas de futuro: furgonetas de tamaño medio con esta base VAN.EA.