Mercedes acelera sus planes de electrificación: antes de 2030, todos eléctricos
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Mercedes es otra de las marcas que acelera sus planes para ofrecer exclusivamente modelos eléctricos, de cara a hacerlo a finales de esta década, dentro de que las condiciones del mercado lo permitan. El EQXX es un buen demostrador de esos planes.
En 2022 Mercedes ya tendrá coches eléctricos en todos los segmentos en los que hoy se mueve y en 2025 todas las plataformas de modelos en fase de desarrollo serán para coches exclusivamente eléctrico. Mercedes pretende acelerar sus planes de electrificación así, aunque sin dejar de lado la rentabilidad. En cuanto a las inversiones en motores de combustión y tecnologías híbridas se reducirán en un 80 por ciento entre 2019 y 2026.
Para Ola Källenius, CEO de Daimler, “la transición se está acelerando, especialmente en el segmento de lujo”. De ahí el impulso promovido, de aquí a 2030, por una inversión que alcanzará los 40.000 millones de euros.
En ese montante se incluye el trabajo en las tres plataformas que, en cuatro años, tendrá Mercedes: la MB.EA, para los turismos de tamaño medio y grande, un sistema modular escalable; la AMG.EA, para los deportivos de altas prestaciones; y la VAN.EA, para las furgonetas y vehículos comerciales ligeros.
Motores mucho más pequeños
Dentro de este plan también está la adquisición de la empresa británica de motores eléctricos Yasa, con la que Mercedes obtendrá acceso a la tecnología de motores de flujo axial y la experiencia para el desarrollo de motores de alto rendimiento. De hecho, Mercedes pretende contar con sus propios motores, como el eATS 2.0, como parte de la estrategia de eficiencia y coste global del sistema. No obstante, también la marca espera que China, con cientos de empresas y proveedores especializados en la nueva energía, juegue un papel clave para esta aceleración de la estrategia de electrificación de Mercedes.
En cuanto a baterías, el consorcio estima que necesitará producir 200 GWh, para lo que contará con la creación de ocho fábricas de celdas. Se sumarán a la red ya prevista de nueve plantas para la construcción de baterías, de modo que se alcanzará una estandarización que permita su uso en un 90 por ciento de los modelos de la compañía.
Sus baterías deberán ser capaces de incrementar la autonomía de los coches que las monten durante el ciclo de vida de los mismos.
Mercedes trabajará con SilaNano para aumentar la densidad energética usando silicio y carbono en el ánodo, de cara a incrementar el alcance con una carga y que estas sean cada vez más rápidas. También se desarrollarán para los coches de Mercedes baterías de estado solido con la colaboración de distintos socios.
Enchufar, cargar y listo
Otra línea de trabajo es la evolución de los estándares Plug&Charge, de modo que el cliente enchufe, cargue y desenchufe su coche sin necesidad de verificaciones ni procesos de pago. El EQS dispondrá de este estándar a finales de año.
También Mercedes está trabajando con Shell para ampliar la red de puntos de carga, con 530.000 de corriente alterna y continua dentro del programa Mercede me Charge. Esta red Recharge de Shell tendría 30.000 puntos en 2025 a lo largo de Europa, China y Norteamérica.
El año que viene se producirán ocho eléctricos de Mercedes en siete fábricas de tres continentes. Los centros de ensamblaje de turismo y baterías serán neutro en carbono para entonces, mientras que en Kuppenheim (Alemania) Mercedes espera disponer de una fábrica de reciclaje de baterías cuyas operaciones podrían iniciarse en 2023.
Menos de 10 kWh/100 km
Con el Vision EQXX contará con un demostrador con una autonomía real de más de 1.000 km a velocidades normales de conducción por autopista. El objetivo de este modelo muy aerodinámico y ultraligero no será albergar una enorme batería para llegar más lejos entre carga y carga, sino hacerlo consiguiendo consumos muy bajos: de un solo dígito de kWh por cada 100 km. El propósito de Mercedes es que los avances tecnológicos de este modelo alcancen rápidamente a las nuevas plataformas eléctricas.
Propósitos bien fundados, mientras que el Mercedes EQS irrumpe en el panorama comercial casi paralelamente a que lo hará el Citan. Si éste será un industrial ligero que contará con una versión eléctrica -el eCitan- y que incluso contará con una versión Tourer; el EQS será exclusivamente eléctrico.
Hablamos de un equivalente al Clase S, una berlina de 5,22 m de largo, con hasta 760 km de autonomía y capaz de recargar en sus baterías energía suficiente para 300 km en sólo 15 minutos gracias a la posibilidad de admitir, con corriente continua, 200 kW. Tendrá versiones de propulsión y tracción total, respectivamente, la EQS 450 y 580 4Matic, con potencias de 333 y 524 CV.
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