Mercedes Concept EQG: así será el futuro Clase G eléctrico

Mercedes presenta con el Concept EQG un “estudio cercano a la producción” de una versión eléctrica de la actual generación del Clase G, un todo terreno para el que ya se adelantaba en su estreno una versión eléctrica. Era 2018 y el presidente del consejo de administración de Daimler, Dieter Zetsche, ya adelantaba que habría una versión de producción así.

Tres años y medio después aquí está el Concept EQG, no en vano, según Markus Schäfer, director de operaciones de la Mercedes, “siempre que las condiciones del mercado lo permitan, Mercedes-Benz estará lista para ser completamente eléctrica antes de finales de esta década”. Este plan incluye al Clase G, cuya primera generación se remonta a 1979.

Chasis y suspensiones son semejantes en el Concept EQG al Clase G en producción, la Serie 463 lanzada en 2018.

El Concept EQG adopta la característica silueta angulosa del Clase G, así como sus faros redondos, si bien carece de rejilla y ésta es reemplazada por un panel negro con la estrella iluminada con un efecto 3D. Este concept-car utiliza llantas de 22” y, en lugar de una rueda de repuesto, incorpora en el portón trasero una caja con cerradura para, por ejemplo, poder transportar el cable de carga. Tiras de LED se incorporan en distintos lugares de la carrocería.

El chasis del Concept EQG es semejante al de los Mercedes Clase G: de tipo escalera, con largueros y travesaños. Entre ellos se sitúa la batería.

Los cuatro motores, uno por rueda; más la incorporación de un cambio de dos velocidades deberían dotar al Concept EQG, de pasar con esta configuración a la producción, de unas cualidades únicas fuera del asfalto.

Tampoco cambia respecto al Clase G en este concept el tipo de suspensiones, independiente en el eje delantero y un eje rígido en el posterior. Cuatro motores cerca de las ruedas y controlables individualmente deben ofrecer unas características únicas en conducción tanto fuera como dentro del asfalto.

Por otro lado, este EQG tiene una caja de cambios de dos velocidades, de modo que una de ellas puede trabajar de modo análogo a una reductora en conducción todoterreno.

Según Mercedes, esta versión eléctrica del Clase G se enfrentará a la pista de pruebas de la montaña Schöckl, para conseguir el sello de “Schöckl proved”, un certificado obligatorio para todo Clase G.