Así es y así va el Mercedes-Benz EQB, el SUV eléctrico con siete plazas
Primer contacto
El EQB, el segundo SUV eléctrico de Mercedes, llega a los concesionarios con un precio desde 52.225 euros, impuestos incluidos, que es lo que cuesta la versión 250 de tracción delantera. Es uno de los pocos modelos que, por el momento, siendo eléctrico permite disponer de siete asientos.
Mercedes-Benz EQB, un eléctrico distinto
El Mercedes-Benz EQB ya está a la venta. Este SUV es equivalente a lo que podría ser un GLB eléctrico -ambos miden por el estilo con, por ejemplo, 4,68 m de largo el EQB; y comparten plataforma-, con un sistema de propulsión semejante al de un EQA.
Como éste, un compacto de 4,63 m cuyo precio arranca de 49.900 euros, el nuevo Mercedes-Benz EQB tiene tres versiones: una de tracción delantera con motor de 140 kW o 190 CV y 375 Nm, que se denomina 250 y tiene un precio de tarifa de 52.225 euros; y dos con tracción total, es decir, con un motor en cada eje, denominadas 300 4Matic y 350 4Matic que cuestan, respectivamente, 58.464 y 60.707 euros.
La potencia combinada de ambos motores del Mercedes-Benz EQB 300 4Matic es de 168 kW o 228 CV y el par máximo de 390 Nm; mientras que la del EQB 350 4Matic, que es el que hemos podido conducir en una primera toma de contacto, es de 215 kW o 292 CV con un par máximo de 520 Nm.
En las tres versiones la batería es siempre de la misma capacidad, con 66,5 kWh, de modo que la autonomía va de los entre 433 y 469 km que alcanza, conforme la norma WLTP, el EQB 250 a los de 395 a 420 km que homologan las versiones 4Matic de este SUV a razón de un consumo medio de 18,1 kWh/100 km.
Estas baterías pueden cargarse con corriente alterna con una tasa de transferencia de 7,4 kW o, en opción, de 11 kW en el caso de contar con un cargador embarcado trifásico; mientras que con corriente continua la potencia máxima admisible es de 100 kW. Esto permite contar con una recarga de 10 al 80 por ciento de la batería en 32 minutos.
Muy silencioso y muy rápido
En nuestra breve toma de contacto, en un recorrido mixto con pocos kilómetros por ciudad, alguno más por vías de circunvalación y muchos más por una rápida con más de un carril por sentido, en el que nos hemos movido a la velocidad del tráfico, el consumo medio que hemos obtenido con un Mercedes-Benz EQB 350 4Matic, el más potente de todos, fue de 19,2 kWh/100 km.
La mayor parte del tiempo es, de los dos de esta versión, el motor trasero el que trabaja, ya sea para empujar al EQB cuando aceleramos o para recuperar energía que va a parar a la batería si levantamos el pie del acelerador: para pararlo totalmente, a diferencia de otros, hay que pisar el freno.
Queda a alcance del conductor elegir cuánta retención quiere que se produzca en este momento gracias a unas levas en el volante con las que seleccionar tres niveles, además de manteniendo la presión sobre una de ellas, un modo D Auto en el que la frenada regenerativa se va adaptando de manera automática, por ejemplo, al tráfico. Por supuesto, el EQB también puede moverse sin ni gastar ni producir energía, en lo que se denomina “gliding mode” o modo de deslizamiento.
Si la presión sobre el acelerador se incrementa, situación en la que puede ser de respuesta rapidísima y contundente el motor; o llega a producirse una pérdida de tracción por la razón que sea, instantáneamente empieza a tirar del EQB también el motor delantero.
Es muy estable y la suspensión es confortable, al igual que también lo es la posición de conducción, con asientos a unos 35 cm del suelo -más bien altos- y el habitual despliegue de recursos -integración de instrumentación y pantalla central con MBUX con reconocimiento vocal, aireadores circulares, iluminación ambiental, distribución de mandos , etc- que puede encontrarse en otros modelos de Mercedes desde el mismo Clase A.
Nos ha llamado la atención el bajo nivel de ruido aerodinámico para un SUV alto y ancho -respectivamente, 1,83 y 1,67 m-, con una superficie frontal nada desdeñable de 2,53 m2. Desde Mercedes-Benz comunican un Cx relativamente bajo, de 0,28, que algo ayuda; aunque quizá más merito tenga el trabajo de insonorización realizado en este modelo.
Dos plazas más cuestan 1.100 euros
De serie se configura con cinco plazas. Así dispone de un habitáculo amplio por altura en las plazas delanteras o traseras, con apenas una insinuación de túnel central a los pies del ocupante central de éstas últimas; con mucha altura -incluso con techo panorámico-, correcta anchura y un espacio longitudinal muy notable. Este puede regularse gracias a que la banqueta trasera se desplaza, si se paga la opción, en dos partes sobre 14 cm. En todo caso, los respaldos de estos asientos también pueden inclinarse en hasta seis posiciones diferentes, desde una muy vertical que favorece a la vez que lo hace el desplazamiento de la baqueta el espacio para la carga, a una más tendida que abunda en el confort de los ocupantes.
Por 1.100 euros adicionales el EQB se puede convertir en un SUV de siete plazas, toda una rareza si atendemos a que sólo en otro SUV eléctrico, mucho más grande, potente y costoso, tal cual es el Tesla Model X, puede ofrecer tantos asientos. También es posible encontrar ese número de plazas en furgonetas eléctricas como las de Stellantis, un recién llegado como el Maxus Euniq 5 o, dentro de la propia gama de Mercedes, en el EQV.
Por este precio se incorporan dos asientos más que pueden plegarse en el suelo del maletero, además de esa regulación longitudinal de la banqueta, ahora, central. Es la configuración que nosotros hemos podido ensayar.
Son plazas éstas que, desplegadas y como reconoce la propia Mercedes, sólo son aptas para ocupantes de poca altura -hasta un máximo de 1,65 m- por la distancia que hay entre el techo y la banqueta -apenas 84 cm, dos menos que en un GLB por el espacio que “come” la batería situada bajo el piso- o la proximidad a la que está última está del suelo -26 cm-. También para niños en sillas porque tienen anclajes Isofix.
En todo caso, valen para salir de un apuro y, cuando están plegadas, no impiden contar con un maletero de correcta amplitud: hemos podido medir, en la mejor de las condiciones con cinco plazas -banqueta adelantada y respaldo vertical-, 443 litros; mientras que en la peor tiene 350 litros. Con las siete plazas el maletero, sin embargo, sí es testimonial: 69 litros.
Mercedes-Benz espera que el 80 por ciento de las unidades del EQB que se vendan en España cuenten con el paquete AMG Line, cuya alternativa es el acabado Progresive, que es el de serie. Este AMG Line, que cuesta 3.122 euros, tiene muchos elementos específicos en la carrocería -faldón, llantas, air curtains o faros LED High Performance, entre otros-, además de en el interior -elementos de aluminio, pedalier también de este material, volante chato en la zona inferior, asientos con más sujeción lateral, tapicería de cuero específica, etc-.
Los SUV eléctricos más parecidos al Mercedes-Benz EQB son el Audi Q4 e-tron y el BMW iX3, siendo el Audi el más asequible de los tres cuando tiene una batería menos capaz y es menos potente. Sin embargo, ninguno de ellos puede tener siete plazas como el EQB.
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