Este es el Liux Animal, el coche que llevará la sostenibilidad más allá de la electrificación

Con el sello de “made in Spain” nace el proyecto Liux, cuyo primer modelo es el Animal. A la cabeza del mismo están el padre de Auara, la marca de agua embotellada con plástico 100 por ciento reciclado, Antonio Espinosa de los Monteros; y del Boreas, el hipercar híbrido de 1.000 CV que se presentó como concept-car hace cinco años, David Sancho.

Ahora, juntos, quieren llevar a cabo el desarrollo, producción y comercialización de un turismo eléctrico, un shooting brake de 4,65 m de largo y 1,38 de alto, con cinco puertas y muy particular: carrocería, interiores y algunos elementos del chasis están fabricados con polímeros a base de fibra de lino y resinas de origen orgánico. Tal es así que el 90 por ciento de los materiales del coche de producción tendrían origen vegetal o serían reciclados. La base estructural de la plataforma es de aluminio.

Porque, a veces, menos es más

Además, su segundo objetivo es reducir al máximo la cantidad de piezas y material. De hecho, ya anuncia el uso de un 25 por ciento menos de ambos, eliminando “aquello que no es necesario y nos enfocamos sólo en aquello que aporta valor”, dicen en la marca. La startup estima que puede reducir hasta 200 kg su peso frente a un coche de chapa tradicional.

Liux pretende producir moldes y piezas con impresión 3D, reduciendo los tiempos de fabricación, energía necesaria y las emisiones de CO2 en un 70 por ciento.

El Liux Animal contaría con una base de tipo skateboard que integraría, por un lado, un motor eléctrico en el eje trasero; por otro, las baterías. Estas serían bloques de tipo modular de modo que pueden ofrecer capacidades de 45 o 90 kWh, en este último caso usando cuatro paquetes, en el primero sólo dos. En la configuración con mayor capacidad la autonomía esperada sería de unos 600 km, por 300 con la menor capacidad energética almacenada.

El motor del Liux Animal está previsto que desarrolle una potencia pico de 176 kW (240 CV), lo que le permitiría alcanzar una velocidad máxima de 200 km/h. También podría haber una versión de 140 kW (190 CV) que lograría una punta de 180 km/h.

En cuanto a la conectividad, se ha desarrollado un sistema de infoentretenimiento basado en Android Automotive con una capa de Google y un interfaz propio.

El proyecto, que se inició en marzo del año pasado -el desarrollo del prototipo se ha realizado en tiempo récord gracias a la impresión 3D-, tuvo en diciembre la primera ronda de financiación, de dos millones de euros por el 15 por ciento de la compañía; a la que siguió en febrero la formación del equipo de trabajo, con un plan de desarrollo industrial cerrado en el pasado mes de octubre. El paso que ahora Liux ha dado ha sido el de presentar su prototipo, imprescindible para poner en marcha una segunda ronda de inversión con la que conseguir el capital necesario para montar la fábrica.

En la página web de la marca ya está activo el configurador del vehículo, si bien aún hoy con pocas opciones de definición de pintura e interior; con la posibilidad de poder efectuar la reserva por 200 euros de las primeras unidades en producción. El precio aún no está totalmente definido, pero Liux habla de un “desde” 39.000 euros.