Lancia vuelve, otra vez, a renacer
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Tras 116 años de vida, Stellantis quiere resucitar Lancia, una de las marcas con más historia del automovilismo europeo y para la que, en sus últimas etapas, no parecía haber un lugar definido. Si todo sigue su curso quizá el año que viene deberíamos ver el primer coche de esta nueva era, el Ypsilon, con un nuevo lenguaje de diseño.
Lancia es una marca italiana de automóviles con larga historia, en tanto que es mucho más que centenaria. En manos del grupo Fiat desde 1963 -su último coche como marca independiente fue el primer Fulvia- ha venido contando en los últimos años sólo cn el Ypsilon -y para el mercado italiano- en su gama. Antes, había servido como caballo de Troya para el desembarco de algunos de los modelos fabricados por Chrysler, por ejemplo, tal cual fue el caso del Lancia Thema: en realidad un 300 C.
La fusión de FCA y PSA que dio paso a la creación de Stellantis supuso que la marca se quedase en stand-by. Hasta ahora, cuando finalmente el grupo ha tomado la decisión de convertirla en su marca de lujo, recuperando así uno de los pilares esenciales de la marca. Los otros bien podían ser su capacidad de innovación tecnológica, deportividad, etc.
Ahora, el objetivo de Stellantis con Lancia es convertirla en una marca eléctrica de modo que cuente con tres nuevos modelos, con uno cada dos años a partir de 2024. Con esos tres coches se deberá cubrir el 50 por ciento del mercado, de modo que en 2028 ya sólo venda vehículos eléctricos. Otro pilar del renacer de la marca -Lancia Renaissance se llama el plan- es la sostenibilidad, de modo que el nuevo Ypsilon, el que será el primero de esta nueva etapa, tenga un 50 por ciento de sus superficies hechas con materiales ecológicos. Al menos.
Por lo pronto, lo que Lancia ha mostrado, logotipo al margen inspirado en el estudio de las siete “ediciones” anteriores del mismo, ha sido lo que se ha denominado Pu+Ra Design. Se trata de un lenguaje, hoy abstracto, que será la base de sus nuevos coches a partir de un “manifiesto tridimensional que recoge la esencia del nuevo diseño de Lancia y la visión de cómo serán el nuevo Ypsilon, el nuevo buque insignia y el nuevo Delta. Combinando diseño, arte e innovación, esta escultura es la mejor expresión del concepto de «clásico progresivo»”.
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