El Kia más urbanita, el Picanto, coge fuerzas para seguir en la brecha
Primer contacto
Kia acaba de mostrar en España la actualización con la que el Picanto llega ya a los concesionarios. Este coche urbano de 3,60 m de largo contará en su gama, exclusivamente basada en motores de gasolina sin electrificar con 63 y 79 CV, así como con tres niveles de equipamiento. Su precio arranca en 16.527 euros.
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Del Kia Picanto desde su lanzamiento en 2004 se han vendido un millón de unidades en Europa, de las cuales 80.000 se matricularon en España. Ahora, su tercera generación, a la venta desde 2017, recibe un ambicioso restyling que modifica sustancialmente su aspecto. A la vez, mejora el equipamiento de seguridad o estrena pantallas digitales, incorporando en la de infoentretenimiento de 8” abundantes novedades. Asimismo, se han retocado sus motores.
Todo debe a conducir a que este Kia se mantenga con éxito comercial en un segmento, el de los coches urbanos, que en los últimos cuatro años ha obtenido ventas anuales por encima de las 30.000 unidades.
Actualmente, al margen de este Kia Picanto y el equivalente de Hyundai, el i10, únicamente cuentan en ese mercado turismos, si nos ceñimos a los que ofrecen cinco puertas, como los Fiat Panda, Suzuki Swift, los Toyota Aygo X Cross o Yaris y el clon de este último, el Mazda 2, así como el Mitsubishi Space Star. Ampliando el foco a los que tienen menos puertas y, como los anteriores, cuentan con una longitud de carrocería inferior a los cuatro metros, también contarían los Abarth 695, Mini o el superventas del segmento, Fiat 500.
Para Kia, el aspecto que marca en mayor medida esta actualización del Picanto y que está llegando a los concesionarios españoles, es el diseño. Sin duda, el cambio es notable especialmente en el frontal y, en particular, el del acabado GT-line, dotado de un imponente paragolpes con varias entradas de aire -unas efectivas, otras simuladas- y realzado por dos faros con leds -opcionales para el acabado básico- que son unidos por una tira luminosa exclusiva de ese acabado más, digamos, deportivo.
No queda duda de la vinculación del aspecto del Picanto a sus hermanos mayores -comparte el lenguaje de diseño Opposites United-, incluso visto por detrás, donde también se conectan los pilotos y se estrena un nuevo paragolpes, dotado de un difusor trasero en el caso del acabado GT-line. Mientras que la versión de serie tiene llantas de chapa de 14”, siento opcionales las de aleación del mismo diámetro o 16”, el GT-line cuenta con estas últimas.
De cara a la personalización de cada unidad, la gama de colores disponible es de nueve colores, de los que cuatro son nuevos: Signal Red, Smoke Blue, Sporty Blue y Adventurous Green. Todos son metalizados y este último, el verde de la unidad de las imágenes, el único que no tiene sobrecoste.
En cuanto a los acabados interiores, la diferencia fundamental viene de la mano de las tapicerías. Son de tela en los acabados Concept y Drive, mientras que en el GT-line añaden inserciones de cuero sintético. Asimismo, hay elementos en plástico negro brillante en opción que, en el nivel más alto de acabado, se incluyen de serie. Por otro lado, aireadores y palanca del cambio cuentan con molduras de color.
Junto con la instrumentación con pantalla de 4,2” se sitúa otra en el centro del salpicadero de 8” que, entre otras funciones, permite la conexión simultánea de dos teléfonos móviles: uno para el uso en llamadas y reproducción de contenidos, otro sólo para esto último. Además, estos pueden conectarse a través de protocolos Apple CarPlay o Android Auto. Otra aportación interesante es la posibilidad de actualizar su sistema operativo via OTA, por tanto, inalámbricamente y sin realizar ningún tipo de acción.
También desde la aplicación Kia Connect se hace posible adquirir información sobre el tráfico, meteorolología, puntos de interés o aparcamientos, por ejemplo, así como enviar indicaciones al navegador antes de iniciar un trayecto, comprobar su ubicación u obtener datos sobre su estado.
Esa nueva pantalla también ofrece la función de reconocimiento online de voz y un servicio de navegación online que usa datos de la nube para buscar rutas más rápidas y con mayor precisión. Esa navegación puede ayudar a realizar los últimos metros de un desplazamiento a pie, por ejemplo en zonas peatonales, a través de Kia Connect.
En la primera toma de contacto estática con el Picanto hemos podido apreciar que su habitabilidad no ha variado respecto a la generación lanzada en 2017. Esto supone que, si bien está homologado para cinco personas, las plazas traseras están condicionadas tanto por una anchura que sólo permitiría el acomodo de cuatro como por un escaso espacio longitudinal, prácticamente inexistente si los ocupantes de las delanteras son altos: en ese caso, prácticamente respaldo delantero y banqueta trasera quedan pegados. En todo caso, cuenta con anclajes Isofix para dispositivos infantiles en las plazas posteriores más próximos a las puertas.
Cabe destacar, sin embargo, que para su tamaño tiene un maletero considerablemente capaz para un coche de su tamaño, con 255 litros, casi un 10 por ciento más que la media de su segmento.
En lo que respecta a los motores se mantienen los 1.0 y 1.2 con tres y cuatro cilindros, pero ya sólo atmosféricos al desaparecer una versión sobrealimentada de este último. Ambos son de inyección indirecta de gasolina y ha recibido nuevos conductos para la recirculación de gases o reajustado sus válvulas de admisión. Ahora bien, la marca no ha estimado pertinente incorporar en ellos ningún tipo de microhibridación “por los altos costes que una electrificación supone”, en palabras de Emilio Herrera, presidente de Kia Iberia. Ese mismo argumento es el esgrimido para explicar porque no existe una versión con sistema de propulsión eléctrica del Picanto, aunque todo apunta a que, en un futuro sin precisar, llegará al mercado un modelo de la marca encuadrado en este segmento con ella.
Estos motores se combinan, bien con una caja manual de cinco velocidades, bien con una robotizada basada en la anterior. De elegirla esta última, lo que es posible sólo en el acabado GT-line, aumenta el precio respecto a la no automatizada en 925 euros.
En relación a las ayudas a la conducción este coche urbano puede disponer, dependiendo del acabado elegido, de un asistente para evitar colisiones frontales, uno de frenada de emergencia con reconocimiento de ciclistas y peatones y activo en intersecciones; un asistente que indica la presencia de vehículos en el ángulo muerto, otro que avisa de la salida del carril, el detector de fatiga, el sistema de reconocimiento de señales de límite y de velocidad o el de seguimiento de un carril mediante la utilización de una cámara frontal. También de un asistente de prevención de tráfico trasero cruzado. Prácticamente tiene todo lo habitual en un coche de mayor tamaño con la excepción del control de velocidad de crucero adaptativo.
Los precios parten de los 16.527 euros de la versión 1.0 DPI Concept, que se incrementa 700 euros de elegir el acabado Drive y, respecto a éste, 1.950 de elegir el GT-line. Por su parte, este último nivel es el único disponible con el motor 1.2 DPI de 79 CV, cuyo precio es de 20.510 euros, esto son, 425 más que de optar por el tres cilindros de 63 CV con el mismo acabado.
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