Todo sobre los Jeep Renegade y Jeep Compass 4xe, dos SUV ahora híbridos enchufables

Comienza la comercialización de los Renegade y Compass 4xe, dos Jeep híbridos enchufables que arrancan, respectivamente, de los 39.750 y 43.200 euros. Esos son los precios de las versiones más económicas y las que cuentan con la potencia combinada del sistema de propulsión menor, el de 190 CV, pues tanto uno como otro SUV también disponen de otra versión: la de 240 CV.

Lo que marca la diferencia de potencia máxima del sistema de propulsión híbrido es la potencia del motor térmico. Siempre se trata del nuevo 1.3 de inyección de gasolina y sobrealimentado, con distribución MultiAir, y por si mismo rinde 130 o 180 CV. Es el encargado de mover, sólo o con la colaboración del motor de arranque-generador que se une a él mediante una correa -y cuya potencia está incluida en la del de combustión interna-, el eje delantero.

La potencia restante la pone el motor eléctrico del eje trasero, que sus 60 CV suma los 190 ó 240 CV. Con esta disposición ninguno de estos Jeep necesita un árbol de transmisión que lleve hasta estas ruedas posteriores energía del motor de gasolina, al igual que ocurre con otros híbridos con tracción total.

190 ó 240 CV, doble opción

Si la versión de 190 CV se liga sólo al nivel de acabado Limited, la más potente se asocia a dos: Trailhawk, con sus especificidades de diseño y, por supuesto, sus particularidades para ganar eficacia en campo -neumáticos M+S, protecciones inferiores o suspensión sobreelevada, entre otras-; y S, el tope de dotación de ambos modelos. Elegir este nivel supone pagar 43.400 euros para el Jeep Renegade, 46.400 para Jeep Compass; en tanto que el Trailhawk cuesta algo menos: exactamente 1.000 euros menos para ambos.

La diferencia de prestaciones entre las versiones híbridas de 190 y 240 CV no es en todo caso muy relevante, ya que con el sistema de propulsión más potente la velocidad máxima es de 199 y 200 km/h en Renegade y Compass, respectivamente; o se acelera de 0 a 100 km/h en 7,1 y 7,3 s; mientras que con la potencia combinada de 190 CV esas puntas son de 182 y 183 km/h y la aceleración, 7,5 y 7,9 s.

El motor térmico mueve las ruedas delanteras, pero también puede, a través del motor de arranque-generador, producir electricidad que va a la batería de iones de litio con 11,4 kWh de capacidad total -8,7 utilizables-. Hace que esta energía que alimenta al eléctrico del eje trasero nunca descienda del 18 por ciento, si bien tampoco irá más allá del 87 por ciento. Incluso es posible forzar la situación, como veremos, para que esa producción de energía se realice a voluntad del conductor. Una función secundaria del motor de arranque-generador es aportar una pequeña ayuda al 1.3 de gasolina con su empuje en caso de aceleración máxima.

La tarea del motor eléctrico trasero en los Jeep Renegade y Jeep Compass 4xe, además de mover por si sólo o conjuntamente con el de gasolina a estos dos SUV -situación ésta en la que se cuenta con tracción total o el máximo empuje posible del sistema-, es producir energía cuando no se está acelerando, para lo cual es posible definir dos niveles de regeneración y, consecuentemente, también de retención.

En nuestra toma de contacto identificamos picos de producción máxima de electricidad de 18 kW en D, el modo elegido por defecto; y 30 si se pulsa el botón que está junto a la base de la palanca del cambio, en el que hay una regeneración más agresiva. Esta puede apoyar, por ejemplo, a la frenada del sistema hidráulico a la entrada de una curva o al llegar a una rotonda. En todo caso, es perceptible, cuando se pisa el freno, en qué momento está actuando la retención del motor y cuando las pinzas están mordiendo los discos de freno, con mayor efectividad en esta segunda fase de la frenada.

Un modo híbrido muy eléctrico

Por defecto, al arrancar ambos Jeep el modo de trabajo del sistema de propulsión híbrido que se activa es el Hybrid. En él, es la gestión electrónica la que elige con qué motor nos moveremos y, en todo momento, queda al alcance del conductor seleccionarla en la botonera de la zona inferior del salpicadero. Por lo general, y salvo que se acelere mucho, si la batería alberga energía suficiente es fácil que usemos sólo electricidad, con el motor trasero; y sólo si buscamos la incorporación de una vía rápida o realizar un adelantamiento, podemos ver como se activa el de gasolina para proporcionar empuje extra. En todo caso, el consumo de combustible parece ser muy bajo.

El modo Electric, por su parte, fuerza el uso de la tracción trasera, o sea, del motor eléctrico y se mantendrá así en las mismas condiciones antes descritas y en tanto no pasemos de 130 km/h. Ambos Jeep Renegade y Jeep Compass homologan autonomías sólo con electricidad de alrededor de 50 km, con pequeñas variaciones de kilometraje según niveles de acabado y potencia.

El reabastecimiento de energía de la batería puede producirse cuando no estamos acelerando, pero también si se selecciona el modo E-Save activo, en el que el motor de gasolina se usa para ello. También hay otro formato del E-Save, el pasivo y que se pone en marcha en la pantalla del sistema multifunción Uconnect, que permite “congelar” el uso de electricidad, con el propósito de guardarla para más tarde.

Obviamente, como en todo PHEV en los Jeep Renegade y Jeep Compass 4xe es posible recargar la batería conectando el vehículo a la red eléctrica. En este caso la potencia máxima que admite el cargador embarcado es de 7,4 kW.

Estas cargas, como otras funciones tales como el acondicionamiento climático durante la operación, pueden programarse desde la pantalla central del salpicadero así como desde una aplicación específica para teléfonos móviles. Hay muchas más disponibles para estos Jeep, como las que permite verificar autonomía, nivel de combustible, presión de ruedas o necesidad de mantenimiento; dar con el emplazamiento del coche y bloquear o desbloquea puertas, encender luces… También descargar rutas, verificar la autonomía o la localización de las estaciones de recarga públicas sobre un mapa o pagar la carga.