Grandland, una nueva cara para el SUV más grande de Opel
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Opel renueva su SUV de 4,48 m de largo. Su principal cambio, al margen de perder la X en su denominación, es formal: estrena el frontal que van asumiendo los coches de la marca desde el lanzamiento del Mokka. También hay novedades en equipamiento. Desde 25.625 euros.
El Opel Grandland, ya no Grandland X, recibe los rasgos identificativos de los nuevos modelos de la marca. El principal es la parrilla negra y cerrada en la que se emplazan los dos faros como parte de la misma: es lo que se denomina Opel Vizor. Esos faros son siempre de serie con leds que proporcionan iluminación adaptativa.
Otra de las dotaciones diferenciales del Grandland es la visión nocturna Night Vision que permite advertir peatones o animales hasta a 100 m. Entre las ayudas adicionales a la conducción que aparecen en este SUV está el asistente que combina el sistema de mantenimiento de carril y el control de velocidad de crucero adaptativo. También las cámaras delanteras y traseras, el asistente automático para aparcamientos, el de ángulo muerto, la alerta de colisión, reconocimiento de señales, de fatiga del conductor…
En el interior, la pantalla de la instrumentación de 12” y la central de hasta 10” que da soporte al sistema de infoentretenimiento se fusionan en una única unidad, haciendo que el puesto de conducción parezca más digital aún. Esa pantalla centra tiene en su configuración tope el Multimedia Navi Pro, un navegador 3D .
Otro aspecto característico, ya no del Grandland sino de todo Opel, son los asientos ergonómicos. En este SUV están disponibles con calefacción y, si están tapizados con cuero, también ventilación. Otra opción es la tapicería Alcantara.
La climatización presenta como novedad la función AC Max para ajustar a la máxima potencia la refrigeración con un único botón, algo útil cuando el coche ha estado aparcado al sol.
Gasolina o Diesel sin hibridar y dos híbridos enchufables
La oferta de motores se mantiene inalterada respecto a los últimos comercializados como Grandland X. Es decir, el nuevo Grandland cuenta con el 1.2 de inyección directa de gasolina y con turbo de 130 CV combinado con una caja manual de seis marchas o una automática de ocho velocidades; además del 1.5 turbodiésel de la misma potencia y sólo disponible con esta última caja. Anteriormente, sin embargo, este inyección directa de gasóleo sí podría tener un cambio manual del que ahora prescinde.
Desaparecidos hace ya tiempo de la oferta los motores de 1,6 litros de origen genuinamente Opel -tanto el de 120 CV en Diesel como el de 180 en gasolina-, sí se mantienen versiones que cuentan con un 1.6 Turbo, aunque en este caso es del banco de órganos de PSA. Son los que se utilizan en las dos versiones híbridas enchufables del Grandland y que siguen siendo las de 225 y 300 CV, con 65 y 64 km de autonomía eléctrica, respectivamente. Tienen parte de su esquema mecánico igual, en tanto que el motor de gasolina de 180 CV está asociado a través de un cambio automático de ocho velocidades con un eléctrico de 110 CV -éste queda alimentado por una batería de iones de litio de 13,2 kWh-, aunque en el caso de la más potente se suma a esta arquitectura un motor más. Es el que se utiliza en el eje trasero para, de ese modo, conseguir tracción total: salvo esta versión, denominada Hybrid4 para diferenciarla de la Hybrid, el resto son de tracción delantera.
Los precios en España arrancan de los 25.625 euros que cuesta el 1.2 de gasolina con el nivel Design & Tech con el cambio manual -con el automático y acabado GS Line, 31.200 euros-, mientras que el Grandland Diesel más económico supone 28.325 euros.
En lo que atañe a los híbridos, el de 225 CV inicia su gama con los 38.900 euros de la Business Editon, mientras que la variante de tracción total y 300 CV o hace con el SG Line en 45.400 euros.
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