Con el Grandland, Opel estrena un SUV de la nueva generación de Stellantis

Opel revela la segunda generación de su Grandland, un SUV que recoge muchos rasgos de diseño adelantados por el concept-car Experimental. Para la marca, además, supone el estreno de la plataforma STLA Medium, una moderna base desarrollada por Stellantis y que había sido utilizada por primera vez en el Peugeot 3008, un modelo con el que este Opel comparte muchos aspectos.

No es el caso del frontal, en el que la marca pone su impronta a través del denominado Vizor 3D con el logotipo iluminado en el centro -también se ilumina el nombre de la marca en el portón- o el sistema de iluminación matricial Intelli-Lux Pixel HD compuesto por más de 50.000 elementos individuales entre ambos faros.

Este Grandland, que se construirá en la planta de Eisenach (Alemania), va a contar con varias versiones con distintos sistemas de propulsión, entre los que se ha confirmado en el momento de desvelarse están uno microhíbrido con arquitectura de 48 voltios, otro híbrido enchufable y un tercero eléctrico. Este tendrá una batería de 98 kWh de capacidad útil y podrá alcanzar los 700 km de autonomía.

Su nombre será Grandland Electric y dispondría, a falta de confirmación oficial, una arquitectura eléctrica semejante a la del E-3008 Electric 230 Long Range, luego contaría con un motor en el eje delantero de 231 CV (170 kW). La batería debe admitir para su recarga potencias de hasta 22 y 160 kW, según se emplee corriente alterna o continua. Una bomba de calor formará parte de su equipamiento, aunque no se sabe aún si será de serie u opcional para el mercado español.

Mucho más grande que el Grandland anterior

Las dimensiones de su carrocería de este SUV son 4,65 m de largo, 1,90 de ancho y 1.66 de alto, de manera que se convertirá en una alternativa a, además de ese Peugeot, otros SUV de tamaño medio como los BMW iX1, Ford Mustang Mach E, Ioniq 6, Jeep Compass, MG Marvel R, Renault Scenic E-Tech, Skoda Enyaq, Subaru Solterra, Toyota bZ4X o Volkswagen ID.4 si fijamos la mirada entre modelos eléctricos. Por otro lado, este tamaño le hace crecer significativamente respecto a su predecesor, sobre todo a lo largo, con 17 cm extras, con la consecuente mejora de espacio longitudinal; o a lo ancho, con 6 cm adicionales.

Su distancia entre ejes es de 2,78 m, con lo que es 4 cm mayor que el 3008 y 12 menor que el 5008, el otro SUV que, por el momento, ha sido desvelado con esa misma STLA Medium. Por ahora, no hay datos oficiales sobre su habitabilidad más allá de una mejora de 2 cm en el espacio para las piernas interior, pero sí del volumen de su maletero, para el que Opel anuncia hasta 1.641 litros en la configuración más favorable para él, esto es, abatiendo las tres partes en las que se dividen los respaldos de los asientos traseros.

Respecto a su dotación, el interior contará con una pantalla central de 16” para el sistema de infoentretenimiento ligeramente orientada hacia el conductor. También es digital la instrumentación. Esta puede complementarse con un head-up display. Estos dispositivos pueden reducir la información que presentan mediante la activación del Pure Modo, de manera que reducen las distracciones en conducción nocturna o con lluvia. Además, Opel ha dejado algunos botones físicos para el manejo de sistemas de uso frecuente, como el del climatizador.

Las salidas de aire vinculadas a este están integradas en las puertas, lo que enfatiza la anchura del salpicadero; mientras que la zona superior de éste tiene una definición con tejido técnico. Bajo ella se sitúa la tira de aspecto similar al vidrio que emite la iluminación ambiental y se extiende hasta los paneles de las puertas.

Como es habitual en Opel, por otro lado, se montan asientos delanteros ergonómicos con la certificación AGR. En el Grandland incluyen bolsas neumáticas laterales para poder incrementar o disminuir el apoyo lateral. Tienen, igualmente, las opciones de ventilación y masaje o cuentan con una nueva función denominada Intelli-Seat. Así, incorporan una ranura que alivia la presión sobre el coxis para reducir el cansancio durante largos trayectos. Están tapizados con telas procedentes del reciclado, como el resto de las que se usan en el habitáculo.

Además de huecos portaobjetos abundantes -suman hasta 35 litros-, hay soluciones inéditas como la Pixel Box: el cargador inalámbrico para teléfonos móviles se encuentra tras un vidrio para que los dispositivos se puedan cargar mientras se almacenan de manera segura. Así, por lo tanto, se tiene visibilidad constante del teléfono.

El chasis contará con amortiguadores de frecuencia selectiva gracias a un segundo circuito hidráulico que adapta su rigidez en relación a la frecuencia. Así podrá ofrecer una regulación suave para impactos cortos y frecuentes, como el paso sobre adoquines; o, al contrario, adaptarse a una conducción más ágil sobre firmes en buen estado. Opel dice haber realizado una personalización de ese chasis con muelles, barra estabilizadora, dirección o puesta a punto del control de estabilidad específicos para su SUV.

Entre las ayudas a la conducción del Grandland figuran el control de crucero adaptativo con función Stop & Go, el sistema de reconocimiento de señales, la adaptación inteligente de la velocidad y el sistema de frenado de emergencia con sensor de colisión, un sistema que evita las colisiones secundarias.

El sistema Intelli-Drive 2.0, que integra numerosos asistentes y los combina con el asistente de cambio de carril semiautomático y la adaptación de velocidad recomendada, también es opcional. De este modo, si el carril al que queremos dirigirnos está despejado, el asistente dirige el Grandland hacia el carril deseado con pequeños movimientos de dirección.

Por último, para facilitar las maniobras dispone de sensores de ultrasonido, así como con la cámara de visión trasera con función de limpieza automática y la cámara Intelli-Vision de 360 grados.