GT Black Series, la versión más extrema de AMG

En lo que llega el AMG One, el superdeportivo híbrido con tantos recursos técnicos de un monoplaza de Fórmula 1 como un automóvil homologado para circular por la carretera pueda tener, el AMG GT sigue siendo el coche más deportivo y brutal de Mercedes.

Ahora, con esta versión Black Serie la división encargada de hacer realidad los modelos más extremos en el grupo Daimler ha ido más allá de hacer una edición especial basada en cambios cosméticos pues, en realidad, ha llevado al AMG GT R a asemejarse al AMG GT3 de carreras.

No es el caso del motor que, en este último, el coche de carreras de la categoría GT3 -Cup Grand Touring Cars de la FIA, que exige que sean coches derivados de producción con unos 600 CV de los que, al menos, se hayan fabricado una decena de unidades-, es un 6.2 V8 atmosférico. En el AMG GT Black Series se sitúa en el vano motor delantero un 4.0 V8 aún más potente, de 720 CV, en tanto que cuenta con doble turbo y, ahora, con una mejor termodinámica. También tiene un nuevo cigüeñal que permite que este motor de la potencia máxima entre 6.700 y 6.900 rpm. De hecho, este V8 se convierte en el motor más potente jamás producido por AMG, que ya es decir.

Entrega su energía a las ruedas traseras a través de una caja de cambios de doble embrague AMG Speedshift DCT de 7 velocidades que se sitúa en la parte posterior del coche, para equilibrar el peso, y puede trabajar con hasta esos 800 Nm que proporciona este V8. Se conecta con el motor con un árbol de transmisión que sólo pesa 13,9 kilos pues está hecho de fibra de carbono, en lugar de ser de aluminio como en los AMG GT.

Aligerado con mucha fibra de carbono

Por otro lado, en comparación con el AMG GT R “de serie”, el Black Series incorpora otros muchos elementos fabricados en fibra de carbono, pues además de no pocos componentes del habitáculo, este material se utiliza en aletas, capó o portón: todo con el objetivo de hacer más ligero al coupé de AMG. Incluso se utilizan para ello cristales laminados más delgados, elementos de la suspensión en aluminio específicamente desarrollados para esta edición especial o frenos cerámicos.

Así la aceleración de 0 a 100 km/h es impresionante, puesto que se resuelve en 3,2 segundos; aunque aún más lo resulta que llegue en sólo 9 s a 200 km/h o que, en circuito, pueda alcanzar los 325 km/h.

AMG ha intervenido en la aerodinámica también de manera extrema con el objetivo de que cuente con mucha carga para mantener una alta estabilidad a gran velocidad. También para conseguir sacar el aire caliente del interior del compartimento motor. Sin embargo, la pieza más llamativa es el alerón trasero, también fabricado con fibra de carbono, que puede cambiar su incidencia automáticamente según el modo de conducción elegido. Así, en curvas rápidas puede ser muy estable.

La suspensión tiene paralelogramos deformables y la particularidad de que se pueden ajustar de diversos modos cómo han de trabajar las caídas, la precarga de los muelles… También los amortiguadores son regulables con la posibilidad de elegir entre tres niveles. Los Michelin Cup 2 de 285/35 ZR19 en el eje delantero y 335 /30 ZR20 en el trasero son de serie.

El precio de este especialísimo AMG GT es de 415.000 euros y los concesionarios españoles ya admiten pedidos.