Ebro renace con una pick-up eléctrica

Cuando en los años 50 del siglo pasado se nacionalizaron los medios de producción de Ford en España, nació Motor Ibérica, compañía que registro la marca Ebro para la producción de todoterrenos, furgonetas, camiones y tractores. Estos fueron los últimos productos con esa marca, hasta que se dejaron de producir a finales de los años 80.

Desde entonces, Ebro había permanecido en el ostracismo hasta que, hace unos pocos años, un grupo de inversores -SMV, Jaton Racing, Api Brothers y Zanskar Aventura- empezó a trabajar en la resurrección de una marca que, el año que viene, tendrá a la venta su primer producto.

Este se llamará Ebro Pick-up, será totalmente eléctrico y está previsto que se fabrique en la instalación de D-Hub de la Zona Franca de Barcelona, con una contratación directa e indirecta para su producción de unos 1.200 empleados procedentes de la bolsa de reindustrialización de la antigua planta de Nissan.

El Ebro Pick-up, que tendrá una vocación fundamentalmente comercial, dedicada al servicio de profesionales e industria, tiene una carrocería de 5,28 m de largo, 1,85 de ancho y 1,79 de alto, pesa 2.300 kilos y cuenta con una doble cabina de cuatro puertas que permite su ocupación por cinco pasajeros.

Su sistema de propulsión eléctrico tendrá una potencia combinada de sus dos motores de 300 CV (220 kW), aunque podrá funcionar tanto con tracción total como sólo trasera. Alimentados por una batería de iones de litio con una capacidad de 100 kWh, este Ebro pick-up podrá homologar un alcance con una carga de la misma de hasta 440 km.