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EQA 250, así es y así va el SUV eléctrico clave para la electrificación de Mercedes

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Uno de los pilares de la estrategia de electrificación de Mercedes es el EQA, su modelo más pequeño y el primero que, por su precio de 49.990 euros en el caso de la versión 250, es compatible con las ayudas a la compra del plan Moves. Así es y así va el SUV compacto eléctrico emparentado con el GLA y con una autonomía que supera los 400 km.

EQA 250, así es y así va el SUV eléctrico clave para la electrificación de Mercedes

13 de mayo 2021 - 00:00

El EQA es el modelo de acceso a la electrificación de Mercedes. Un coche con planta de SUV de 4,46 m de largo, 1,83 de ancho y 1,62 de alto -dimensiones casi coincidentes con las de un GLA que, respectivamente, tiene 4,41, 1,83 y 1,61 m, y con idéntica distancia entre ejes, 2,73 m- que, por el momento, se vende exclusivamente en versión EQA 250, esto es, con tracción delantera, motor eléctrico asíncrono de 190 CV, batería con una capacidad neta de 66,5 kWh -la bruta es de casi 80 kWh, de manera que Mercedes realiza una gestión muy conservadora de la misma- y autonomía para 426 km, conforme a la norma WLTP. Su consumo medio con esta misma norma es de 17,7 KWh/100 km.

Costará 49.900 euros, impuestos incluidos, lo que le permitirá acceder a las ayudas a la compra de los planes Moves. Adicionalmente, el EQA 250 estará a la venta con la fórmula de rénting con 15.000 km anuales por una tarifa mensual de 625 euros, con una entrada de 10.700 euros e, incluyendo en el precio, seguro, mantenimiento y garantía, además de diferentes elementos de equipamiento como la pintura metalizada, el acabado AMG Line, los paquetes Premium y Night y un cargador que, al menos hasta junio, se regalará con cada operación en la que el EQA es protagonista y capacidad para aportar hasta 22 kW.

Más adelante se incorporarán a la oferta dos versiones más del EQA, ambas ya con un motor eléctrico en el eje trasero y, así, tracción total, con 228 y 292 CV.

Al margen de esta versión con la que se estrena este SUV compacto eléctrico, más adelante, sin fecha aún precisa de comercialización, habrá dos de tracción total, esto es, con un segundo motor en el eje trasero y un total de 228 y 292 CV. Con la denominación respectiva de EQA 300 4Matic y EQA 350 4Matic recurrirán a la misma batería de 66,5 kWh que usa el EQA 250 con autonomías WTLP de 426 y 432 km, respectivamente.

En todos los EQA la batería de iones de litio, compuesta por cinco módulos, se integra en el piso como parte de su estructura y en el caso del 250 puede cargarse con potencias de 100 kW si se usa corriente continua y 11 si se recurre a corriente alterna.

Utilizando el conector CCS es posible recargar el EQA muy rápidamente: con potencias de hasta 100 kW. También este Mercedes admite potencias altas con corriente alterna: de hasta 11 kW.

Así va el Mercedes EQA 250

Durante nuestra prueba de conducción alcanzamos un consumo medio de 22,1 kWh/100 km, dato que se ofrece tanto en la instrumentación frente al conductor como en la pantalla central. En ésta, de hecho, aparece incluso pormenorizados el porcentaje de cada gasto según el consumidor: motor, calefacción y refrigeración u otros. No es la única función específica para un coche eléctrico en la que da continuidad a la de la instrumentación -ambas de 10,25” en el caso de la unidad probada-, ya que aquí también se pueden controlar las cargas, se puede conocer el porcentaje de carga de la batería o los porcentajes que se están empleando en acelerar o frenar, por ejemplo.

Tiene este EQA una excelente calidad de rodadura y, en toda circunstancia, una conducción muy sencilla.

El EQA 250 es un coche muy sencillo de conducir. De hecho, Mercedes parece haber realizado un esfuerzo para simplificar al máximo esta tarea, de manera que el conductor bien puede concentrarse en sólo usar acelerador, freno y dirección. Incluso de que la recuperación de energía cuando no se acelera varíe automáticamente en función de distintas informaciones como la distancia con otros vehículos, limitaciones de velocidad o trazado de la carretera. Sin embargo, también ofrece la posibilidad de que sea el conductor quien defina el grado de retención cuando no se está acelerando -y su consecuente regeneración de electricidad- a través de las levas asociadas al volante.

Tiene cuatro modos de retención, uno en el que realmente no se produce retención alguna, de manera que si no se acelera el coche se mueve por inercia; y tres más (D, D- y D--) en los que el motor eléctrico sí se ocupa de refrenar al EQA en distintos grados.

La información que recibe el conductor es muy abundante. Incluso la navegación puede disponer de realidad virtual, lo que facilita mucho seguir una ruta.

Del mismo modo que el conductor puede reconocer a través de la instrumentación el porcentaje de la potencia que usa con el acelerador -en este caso, sobre el total de la potencia disponible, de 190 CV-, en el mismo indicador es posible ver un porcentaje -aunque Mercedes no explica sobre qué valor total, quizá sobre el de máxima potencia posible de carga, 100 kW- que indica la regeneración. Esta varía del 15-20 por ciento que se obtiene en D, al hasta 85 por ciento que llega a aparecer con D--, pasando por el 40-50 por ciento de D-. En marcha, el EQA 250 permite con esta funcionalidad prácticamente prescindir del freno si se utiliza la máxima capacidad de retención.

Una de las cualidades dinámicas de este Mercedes eléctrico es tanto su silencio como calidad de rodadura. En este sentido, tiene muy buena disposición para enfrentar irregularidades o que, incluso, éstas no repercutan sobre la trayectoria en curva, por ejemplo. Sin embargo, no es muy ágil en esos cambios de dirección: se siente renuente a pasar de ir recto a girar en una curva, una consecuencia probable de su peso, que supera las dos toneladas (2.040 kg en vacío) aún cuando es un SUV compacto. En este sentido, la dirección tampoco parece muy liviana, ya se utilice la configuración Sport o Confort, las dos disponibles. Para el sistema de propulsión -y, por tanto, la respuesta al acelerador-, además de las anteriores, Mercedes propone una alternativa más a través de la pantalla central: Eco. Como alternativa a los amortiguadores de serie, el EQA 250 dispone de unos regulables que no tenía la unidad que probamos.

Sus más de dos toneladas para un coche relativamente pequeño -mide 4,46 m de largo- pasan factura en algunas circunstancias de conducción. Acelera de 0 a 100 km/h en 8,9 s y tiene una punta de 160 km/h.

En cuanto a su habitáculo, la disposición de espacio es semejante a la del GLA, incluso en tanto que cuenta con un pequeño túnel de transmisión. Es amplio, por tanto. Sin embargo, el maletero del EQA 250 sí experimenta un sustancial recorte de su capacidad con la electrificación de esta plataforma, en tanto que pasa de los 435 litros disponibles en los GLA a los 340 de esta versión eléctrica.

En relación a las ayudas de conducción, el equipamiento de serie incluye el detector activo de cambio de carril y el asistente de frenado activo. Este llega a frenar sin intervención del conductor para evitar una colisión o mitigar su gravedad, pudiendo actuar incluso en intersecciones sobre la dirección. Otras funciones son el Distronic -el control de velocidad de crucero inteligente, incluyendo la reanudación automática de la marcha en un atasco-, las cámaras perimetrales o con control de vehículos en el ángulo muerto. También el presafe que, ante una colisión, activa los frenos para evitar que el coche se mueva descontroladamente, por ejemplo.

La iluminación ambiental del habitáculo es uno de los elementos característicos de este modelo.

El diseño frontal claramente define a esta versión eléctrica, con bandas luminosas que también se utilizan en la parte posterior -un cable de fibra óptica horizontal une faros o pilotos-, en tanto que en el habitáculo algunos de los elementos están retroiluminados. Es el caso de los difusores circulares de ventilación.

El equipamiento de serie incluye, además del MBUX, la navegación y, entre los elementos de personalización disponibles están las líneas Electric Art o AMG Line, así como el paquete Night. Este recurre a inserciones en negro de alto brillo, por ejemplo, en los retrovisores, barras de techo en negro mate, cristales traseros tintados, llantas de color negro o faldones también ese mismo color. El AMG Line aún incorpora una calandra diferenciada, un faldón trasero con difusor, llantas de cinco radios dobles o asientos deportivos en lugar de los confort de serie.

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