Cupra Tavascan, un SUV eléctrico de diseño tan emocional como funcional
Primer contacto
El Tavascan, el nuevo SUV coupé eléctrico de Cupra, llegará al mercado el verano que viene. Sin embargo, ya hemos tenido la oportunidad de poderlo ver detenidamente antes de que nos sea posible, también, conducirlo. Las primeras impresiones, más allá de la audacia que aporta su diseño, es la de un coche tan emocional como funcional.
Así es el Tavascan, el primer SUV eléctrico de Cupra
No busques, porque no vas a ver el nombre del Tavascan inscrito en la carrocería de este modelo. Alberto Torrecilla nos dice que "simplemente con verlo, quien lo esté mirando va a ser capaz de identificarlo". En realidad, esa ausencia del nombre no es del todo cierta: como en el Formentor o el Born, que tampoco tienen el marchamo, por ejemplo, en su portón trasero, es posible ver el nombre del modelo en los pilotos traseros. Claro, que para leerlo hay que estar realmente cerca de ellos.
Torrecilla, el padre del diseño del UrbanRebel, Formentor y también, ahora, del Tavascan habla de la emoción como el sentimiento básico que quieren transmitir sus formas y recursos de diseño con los que Cupra estrena un nuevo lenguaje de diseño con un punto más de agresividad o transgresión.
No falta un clara vocación aerodinámica -el Cx es de 0,28- con una orientación del flujo de aire alrededor de las ruedas delanteras, por ejemplo, gracias a las air curtains que se sitúan en la zona inferior frontal, la pintada en negro y que su diseñador define “como una máscara que le da un aire misterioso”.
Lateralmente, las ventanillas ofrecen "una forma semejante a la de una visera de un casco", dice Torrecilla, lo que supone también un guiño a la deportividad a la que contribuyen elementos como la forma del capó. En las puertas, con una gran proporción de chapa respecto a la parte acristalada, se instalan tiradores enrasados que, por primera vez en un coche de Seat, tienen un mecanismo eléctrico para liberar el bloqueo de las puertas.
Por delante de su característico capó se sitúa un logo que, inusitadamente, está iluminado. Cupra ha hecho posible esto utilizando también tiras de leds justo por debajo que permiten y que entre ese emblema y el punto de luz más próximo, como exige la norma, no haya más de 7,5 cm. Los faros replican una firma lumínica triangular que recuerda al logo Cupra y se utilizará en futuros modelos.
En cuanto a la silueta de coupé en este SUV, el equipo de Torrecilla ha mantenido la tensión en el techo hasta justo alcanzar el pilar trasero, el C; no hasta el central o B como suele ser habitual; mientras que la trasera tiene, por un lado, una zona inclinada acristalada y, tras ella, la parte correspondiente a la chapa tiene un corte vertical, con los pilotos unidos por una tira lumínica.
Como ya contamos anteriormente, este nuevo modelo de Cupra tiene 4,64 m de largo, 1,86 de ancho y 1,60 de alto, con 2,77 m de batalla, lo que le sitúa cerca del Volkswagen ID.5, entre otros SUV eléctricos.
Con este último comparte la plataforma específica de coches eléctricos del consorcio alemán, la MEB. Como en otros coches con ella, las puertas traseras abren en un ángulo muy generoso, lo que puede dificultar, por ejemplo, la colocación de sillas infantiles o de incorporar a los pequeños en ellas.
El interior del Tavascán también revela el nuevo lenguaje con un salpicadero muy escultural, con una estructura que se define como una espina dorsal que divide, además, los espacios de los dos ocupantes de las plazas delanteras. Está acabada en plástico, pero con zonas tapizadas con un material de tacto similar a terciopelo. También está presente en salpicadero, paneles de las puertas, etc.
Los asientos de tipo bacquet, con los reposacabezas integrados, también están tapizados con esta microfibra de origen sostenible. Tienen detalles de decoración poco frecuentes, como microperforaciones e inserciones de piezas plásticas.
Tanto por longitud de banqueta como de respaldo, son grandes, además de que prometen buena sujeción lateral. Están situados relativamente próximos al suelo, a 26 cm de éste, que está elevado respecto al asfalto en tanto que bajo el piso del habitáculo se sitúa la batería de alta tensión.
La banqueta trasera está aún a 9 cm más del suelo y también es considerablemente larga, al igual que lo es el respaldo. Ofrece un buen acomodo en términos de confort máxime cuando no hay un túnel de transmisión que moleste a los pies, aunque la anchura no va a dar para que tres adultos la ocupen sin apreturas. Quienes se sitúen en estas plazas, junto a una considerable altura respecto al techo o una excelente cota longitudinal -nada menos que 78 cm conforme a nuestra referencia habitual-, van a encontrar bolsas de tipo canguro en los respaldos de los asientos delanteros, dos conexiones USB de tipo C, calefacción para las plazas laterales o un control de temperatura para esa zona. También que las ventanillas bajan totalmente, hasta quedar su cristal oculto en la zona de chapa de las puertas, lo que no es un mal detalle. Lo que no tiene el Cupra Tavascan es la funcionalidad de un desplazamiento longitudinal de la banqueta.
Los asientos también tienen tres parejas de anclajes Isofix para sillas infantiles y sus respaldos se abaten asimétricamente, aunque de hacerlo no aportan una continuación totalmente plana del suelo del maletero: hay cierta inclinación en los respaldos.
Ese, que tiene un volumen, siempre según nuestras mediciones, de 428 litros en el caso de que el suelo móvil esté situado en su posición más alta -la que permite enrasarlo con los respaldos si se abaten- y 540 si éste se retira, lo que supone una considerable capacidad, está bien dotado funcionalmente. Tiene una toma de 12 voltios, doble luz lateral, dos ganchos portabolsas o un hueco portaesquíes.
En las plazas delanteras la altura, incluso con techo solar panorámico, es superlativa: holgadamente sobrepasa el metro. Asimismo, la anchura es considerable, de modo que esa espina dorsal no molesta. Las regulaciones de que dispone el conductor muy amplias: el volante, por ejemplo, se mueve 5,5 cm en altura y 6 en profundidad.
La pantalla de la instrumentación está mejor integrada en el Born, mientras que la del equipo de entretenimiento es la más grande que se haya utilizado en un modelo de Seat o Cupra, con 15”. En la zona inferior se sitúan los controles de la climatización, iluminados para hacer más fácil su localización nocturna.
La iluminación ambiental tiene un papel protagonista en el Tavascan en tanto que incluso llega a los paneles de las cuatro puertas.
Bajo el apoyacodos central hay un hueco de capacidad relativamente amplia y con toma de 12 voltios, lo que puede ser muy útil; sin embargo, no entendemos porque no se ha dado utilización, quizá con una bandejas sobre él, al túnel plano que hay en el suelo bajo la tan característica espina dorsal del salpicadero. En cierto modo, las salidas de aire en éste, replican la zona del frontal donde se sitúa el nombre de la marca.
Tanto las versiones Endurance como las VZ tendrán una batería de 77 kWh útiles (82 en total), la primera con un único motor de 286 CV (210 kW) que se situará en el eje trasero y la segunda, con otro adicional en el eje delantero, que aportará 340 CV (250 kW). En ambos casos, el motor posterior es el APP550 estrenado por el Volkswagen ID.7. Las autonomías con una carga, a falta de homologación, van a estar muy por encima de los 500 km.
El Tavascan será el primer modelo de la marca en fabricarse en la factoría del grupo Volkswagen en Anhui, China.
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