Coupé, eléctrico y para 2023: Rolls-Royce prepara el Spectre
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Rolls-Royce, que será eléctrica en 2030, está en fase de desarrollo de un coupé de dos puertas movido con esa energía. La elección de la carrocería no es casual porque la marca perteneciente al grupo BMW quiere rejuvenecer aún más la edad media de sus compradores.
Spectre sería el nombre del futuro Rolls-Royce eléctrico, un coupé cuyas primeras unidades se entregarían en un plazo de algo más de un año, en 2023. Será un enorme paso adelante para una marca que hoy ni siquiera utiliza motores hibridados y que dará el salto directamente a los eléctricos, con una gama exclusivamente con este tipo de vehículos en 2030.
En BMW la edad media de sus clientes era de 50, en Mercedes de 49 y en Bentley de 56 años. Los de Rolls están en un promedio de 43 años -hay que pensar más que en mercados como los europeos, en China o hasta Estados Unidos- y este Spectre debe contribuir a satisfacerlos. También a erradicar el mito, por su condición de eléctrico y de coupé, de que los Rolls-Royce son coches de chofer. De hecho, según la marca más del 80 por ciento de los propietarios de sus coches los conducen ellos mismos.
El Spectre reemplazará al Wraith lanzado en 2013 -si bien, Rolls insiste en que “no es de ninguna manera el sucesor del Wraith. Es una propuesta diferente para nuestros clientes. Se sentirá muy diferente, se verá muy diferente”- , también un coupé -mide 5,27 m- que se retira del mercado en los Estados Unidos porque con su 6.6 V12 de 632 CV excede las normas de emisiones.
Este Wraith como el Dawn, el convertible relacionado con él, han sido los dos últimos modelos desarrollados por Rolls-Royce a partir de una plataforma de BMW. El Spectre utilizará la estrenada por el actual Phantom en 2017 y que le permite recurrir al aluminio en su construcción. Sin embargo, Rolls no ha aportado por el momento ninguna concreción sobre, por ejemplo, la potencia o autonomía de que dispondrá.
Para la marca de Derby el Spectre será su primer eléctrico, pues los anteriormente desarrollados eran prototipos experimentales. Fue el caso del 102 EX de 2011, un Phantom en el que su motor V12 era reemplazado por baterías y en el eje trasero se incorporaban dos motores eléctricos de potencia y par parecidos al de gasolina: 385 CV y un par máximo de 800 Nm. También del posterior, de 206, 103 EX, un coupé de 5,9 m con el que además se exploró la conducción autónoma.
Según Torsten Müller-Ötvös, CEO de Rolls Royce, la electricidad se adapta bien a los coches que la marca produce en tanto que se trata de coches silenciosos, con mucho par… En cierto modo, el Spectre que se presentará en dos años será el reflejo llevado a la producción de lo que Charles Rolls, uno de los dos fundadores de la firma, profetizaba hace ya casi 125 años, en una entrevista de 1900: “El coche eléctrico es perfectamente silencioso y limpio. No hay olores ni vibraciones, y deberían resultar muy útiles cuando se pueden organizar estaciones de carga fijas. Pero. por ahora, no anticipo que serán muy útiles, al menos durante muchos años más «.
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