Los CX de Mazda, una familia de SUV que cubre todas las necesidades
Análisis de gama
Mazda cuenta hoy con una gama SUV diversa y muy completa, capacitada para satisfacer las necesidades de conductores muy distintos si bien todos sus CX tienen en su ADN los valores que hacen únicos a los automóviles de la marca japonesa.
Mazda basa su éxito en varios factores que sirven como nexo entre todos los modelos que conforman su oferta. El diseño es uno de ellos, como también lo son las sensaciones que transmiten cuando se los conduce, así como la percepción de calidad, tecnología o dinamismo, entre otros.
Estos valores se han trasladado hasta sus SUV, que hoy representan el 70 por ciento de las ventas de la marca en tanto que su gama ha sido capaz de responder a la demanda de los compradores ofreciendo modelos capaces de satisfacer las necesidades de cada cliente.
Con el nombre CX Mazda engloba a todos estos modelos que responden, por otro lado, a la filosofía de diseño característico de la marca, el diseño Kodo; con elementos compartidos en su carrocería como el perfil en la forma de ala que une los faros delanteros. Este logra que, aún cuando cada modelo tenga su singular juego de luces LED delanteras o traseras, se perciba una clara relación entre todos los Mazda CX.
Otro tanto ocurre en el habitáculo, donde se siente el diseño centrado en los ocupantes. Así se asegura que todos los mandos quedan al alcance de la mano, sean fáciles de utilizar e intuitivos. Incluso la combinación de instrumentación analógica y digital, incluyendo un head-up display que proyecta la información necesaria en el parabrisas a la altura de los ojos del conductor, permiten disponer de los datos para la conducción sin distracciones.
Un elemento común a todos los Mazda CX es el sistema de infoentretenimiento MZD Connect. Engloba las funciones de comunicación, navegación, ajustes y entretenimiento, aportando los protocolos Apple CarPlay y Android Auto de serie. A través del HMI Commander, un mando giratorio, se hace sencilla, cómoda y segura la navegación entre las distintas funciones durante la conducción.
Otro aspecto cuidado en todos los Mazda es el aislamiento acústico, ingrediente fundamental para aportar un refinamiento dinámico que se potencia con el comportamiento de estos CX, en los que las reacciones son siempre tal cual las espera su conductor. Esa conducción intuitiva y predecible alcanza a los pequeños como los CX-3 y CX-30, que ofrecen sensaciones de SUV más grandes en su puesta sobre el asfalto, en tanto que el CX-5 goza de una sorprendente agilidad para un SUV grande.
El ingrediente clave en todos es lo que Mazda denomina Jinba Ittai, un concepto que forma parte del ADN de la marca y que hace percibir la relación entre el coche y su conductor como la que obtendría un jinete con su caballo.
La gama de motores que Mazda utiliza en los CX se articula en torno a dos conceptos: placer de conducción y sostenibilidad. Así, los motores atmosféricos de gasolina Skayactiv-G cuentan, con la desconexión de dos de sus cilindros cuando no es necesario todo el empuje del motor, con un recurso inteligente con el que reducir consumo y emisiones. Además, el CX-30 cuenta con el motor Skyactiv-X que va un paso más allá en mejorar esos aspectos gracias a su encendido por compresión controlado por chispa (SPCCI) que permite llevar a un motor de gasolina el rendimiento de un Diesel sin renunciar a las prestaciones. Además, en los CX-30, el SUV de tamaño compacto de Mazda, todos los motores tienen de serie el Mazda M Hybrid, una hibridación que les permite contar con la etiqueta Eco de la DGT.
El CX-5, el modelo insignia de la gama CX, puede equiparse con el Diesel Skyactiv-D ideal para enfrentar largos trayectos por carreteras con su bajísimo consumo o, gracias a su despliegue de par, remolcar cargas pesadas.
En este modelo, como en el CX-30, existe la posibilidad de incorporar la tracción total i-Activ con la que potenciar el carácter crossover de estos modelos en tanto que el sistema, con 27 sensores, analiza de manera continua las condiciones en las que el coche se mueve y ofrece la tracción más adecuada a cada momento instantáneamente.
Toda la oferta mecánica ha sido concebida bajo el plan Zoom Zoom Sostenible 2030 que se ha marcado el objetivo de reducir para ese año las emisiones de los coches de la marca a la mitad respecto a 2010. Eso supone llevar a sus automóviles desde distintos grados de electrificación -hasta el grado máximo del MX-30- a tecnologías que hacen sus motores térmicos extremadamente eficientes.
Esa pasión por el detalle que se percibe en todos los aspectos contenidos en un Mazda alcanza también a la seguridad. Así, los CX incorporan las funciones del i-Activsense diseñadas para evitar accidentes y entre las que están el sistema de frenada de emergencia, el de alerta de cambio involuntario de carril, control de ángulo muerto y detección de tráfico trasero u otros como el control de velocidad de crucero inteligente con radar, que hace más seguros y cómodos los desplazamientos por vías rápidas. En la ciudad, sistemas como el control de distancia, las cámaras de marcha atrás o las de 360º se ocupan de hacer lo propio.
Mazda CX-3, perfecto para la ciudad
La gama de SUV de Mazda tiene en el CX-3 el modelo ideal para la ciudad en tanto a su tamaño compacto que le ayuda a maniobrar y aparcar fácilmente. También ofrece una posición alta en los asientos, gran visibilidad y seguridad sin renunciar a confort o placer de conducción.
Es una interpretación madura y con carácter del diseño Kodo de Mazda capaz de transmitir apariencia premium con una silueta que le da un toque deportivo a la vez que las protecciones de plástico realzan su carácter de SUV.
A pesar de su tamaño es acogedor y amplio y en su habitáculo se aplican acabados exclusivos y artesanales que transmiten la mejor calidad, con elementos cuidados como el entorno de los tiradores de las puertas, guarnecidos que al tacto recuerda al ante o piel de calidad en las tapicerías. Las molduras de las salidas de aire o el volante cosido a mano son ejemplos de acabados premium o trabajo artesano que se combinan con la facilidad de manejo o de acceso a la información que ofrecen los elementos integrados en el salpicadero, entre ellos la pantalla central en posición alta o el head-up display.
Todo en tanto que, de cara a la funcionalidad, no faltan huecos de almacenamiento o el maletero ofrece 350 litros fácilmente ampliables hasta los 1.260 bajando los respaldos traseros: un ejemplo de la flexibilidad de un SUV.
Gracias a las tecnologías Skyactiv es silencioso, estable, ágil y divertido de conducir. El motor de 2 litros Skyactiv-G combina potencia y economía de combustible, a la vez que cumple con la normativa más exigente gracias a la desactivación de cilindros. Está disponible con cambio manual o automático.
Mazda CX-30, la polivalencia compacta
El CX-30 es modelo intermedio de la familia. Encaja a quienes buscan espacio y dimensiones compactas en un mismo SUV pero, la vez, no renuncian ni al diseño ni al dinamismo. Por todo ello es ideal para parejas o familias jóvenes que disfrutarán de un diseño que despierta emociones con la reinterpretación más madura del diseño Kodo capaz de emular la sensación de movimiento y potencia en un coche de aspecto deportivo.
En su interior se crea un entorno acogedor, centrado en el conductor y amplio para el acompañante. Con superficies de acabado preciso y texturas extraordinarias el salpicadero se cubre con un borde en forma de ala, extendiéndose de puerta a puerta y dando sensación de amplitud. De la de calidad se ocupan las molduras metálicas de las puertas, los asientos con tapicería de piel microperforada o el volante con piel cosida a mano: un elemento que aporta la conexión perfecta entre coche y conductor. Este se sienta elevado, con una visibilidad óptima, minimizando los ángulos muertos, y a su alrededor, se sitúan los elementos necesarios para la conducción de manera que se puedan manejar sin apartar la vista de la carretera.
Consola central, guantera, posavasos, compartimentos para gafas y espacios en las puertas aportan soluciones de almacenamiento, en tanto que, para acceder al maletero de 430 litros ampliables a 1.406, tiene un portón eléctrico. Además, este espacio dispone del ingenioso Smart Cargo, un sistema que permite compartimentarlo para adaptarlo a cada situación precisa.
El CX-30 tiene, además de los motores Skyactiv-G, el Skyactiv-X de nueva generación, una propuesta revolucionaria por su rendimiento. Además, los motores de gasolina disponen de la etiqueta Eco, con sus ventajas, al recibir el sistema de electrificación Mazda M Hybrid.
Entre las ayudas a la conducción, sistemas como la frenada de emergencia, el control de ángulo muerto avanzado, el de crucero adaptativo o la prevención de salida de carril involuntaria; además del control de distancia de aparcamiento, con sensores tanto delante como atrás; la cámara trasera y la opcional de 360º.
Mazda MX-30, el SUV eléctrico
El Mazda MX-30 ofrece la posibilidad de moverse sin emisiones gracias a su sistema de propulsión eléctrico. La evolución del diseño Kodo, además, se plasma en sus puertas freestyle, mientras que su interior rezuma calidad con el uso de materiales ecológicos: desde el corcho de la original consola central flotante a los paneles de las puertas elaborados con botellas PET recicladas, pasando por sus tapicerías veganas que han sido fabricadas sin usar disolventes.
La sostenibilidad está presente hasta en el dimensionamiento de la capacidad de la batería, que ofrece energía para 265 km en uso urbano.
Mazda CX-5, el buque insignia
Calidad en su interior y dinámica de conducción son las claves que se dan cita en el buque insignia de Mazda en Europa, el CX-5. Un SUV perfecto para las familias, capaz de ofrece sensaciones de amplitud y espacio con altos niveles de confort sin dejar de lado el toque de lujo que aporta su diseño artesanal.
En su carrocería se prescinden de líneas innecesarias en los laterales para resaltar la parte trasera, acorde con su carácter de SUV; en tanto que la parte delantera da la sensación de un modelo bajo y amplio, con faros estilizados y un perfil de ala que los une recorriendo el frontal.
Su cabina le permite competir con los mejores de la categoría por diseño, confort, funcionalidad y calidad. Así, proliferan los detalles artísticamente integrados como las inserciones metálicas o los acabados minuciosos con texturas suaves. La piel es de alta calidad y las costuras aportan armonía al tacto, con la napa subiendo el listón de la exclusividad. Como en los otros Mazda, el volante está cosido a mano y tiene un diseño muy ergonómico, lo que junto a materiales nobles como los detalles de madera dan al entorno del habitáculo un estilo natural y subrayan un carácter sutilmente exclusivo.
El conductor disfruta de una posición elevada y el head-up display le permite disponer de la información necesaria a la altura de sus ojos, mientras que la pantalla de 10,25” en la zona superior del salpicadero permite usarla sin desviar la atención.
A la facilidad para entrar o salir de él, el Mazda CX-5 añade los numerosos huecos, las tomas de USB o equipamientos como los asientos delanteros calefactados que convierten el día a día en él en una grata experiencia. Como también lo hace el maletero, que con 506 litros y portón eléctrico, ofrece espacio para todas las necesidades diarias, aunque puede ampliarse a 1.620 litros con tan sólo abatir los asientos traseros con las palancas situadas en los laterales del espacio de carga.
La insonorización abunda en el refinamiento en marcha, mientras que la tecnología lo hace estable y cómodo, aunque también puede revelarse como deportivo y ágil en carreteras con curvas. Para garantizar en éstas el mejor comportamiento posible cuenta con el G-Vectoring Control Plus que, en toda la gama, es de serie.
Los motores Skyactiv de gasolina y Diesel, combinados con transmisiones automáticas o manuales, y la tracción total inteligente garantizan a cada conductor dar con la versión adecuada a sus necesidades. Del mismo modo que todos dispondrán del confort y seguridad que aportan los sistemas i-Activsense que los asisten. Entre ellos cabe destacar la frenada de emergencia adelante y atrás, el control de ángulo muerto avanzado y prevención de cambio de carril o el control de velocidad de crucero adaptativo, capaz de mantener la distancia constante con los vehículos precedentes e, incluso, si estos paran, detener al CX-5 para, posteriormente, reanudar la marcha sin intervención del conductor.
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