Bayon y Kona, dos SUV subcompactos con una mirada distinta

2021 acaba con la actualización de toda la gama SUV de Hyundai. Así el Kona estrena un importante restyling asociado a la incorporación de versiones microhíbridas, y sin dejar de lado híbridas y eléctricas, además de que suma la variante deportiva N; con más conectividad o ayudas a la conducción, en definitiva, todo un impulso para hacerlo aún más atractivo para los clientes. Simultáneamente, llegan las nuevas generaciones del Tucson y Santa Fe o desembarca en la familia el inédito y atractivo Bayon.

A diferencia del resto de SUV de Hyundai este Bayon ha sido diseñado específicamente para el mercado europeo. Con su llegada se convierte en el primer escalón de la familia por su tamaño, pero sin que eso suponga renunciar ni a un diseño distintivo, ni a tecnología o conectividad de referencia. Tampoco a disponer en su oferta de motores electrificados con 48 voltios para conseguir consumos bajos y la etiqueta Eco.

Con estilo propio

Bayon y Kona sustentan con sus, respectivamente, 4,18 y 4,21 m de longitud la oferta de Hyundai en el segmento subcompacto. El primero recurre a una plataforma como la del i20. Por su parte, la del Kona es específica para este modelo y derivada del i30.

En Bayon tiene soluciones de diseño únicas, como un frontal con una amplia parrilla en la zona inferior y las funciones de iluminación divididas en tres partes; mientras que en la vista lateral el pilar C proporciona una forma de flecha que se subraya con los pilotos posteriores. Aquí el cristal, visualmente extendido, crea un diseño diferenciado.

En el Kona, por su parte, los cambios se concentran en frontal y trasera. Su objetivo es conseguir un aspecto más refinado y moderno, sin perder robustez. Destaca el capó estirado hasta la parrilla central, en un efecto enfatizado por las luces diurnas. Más abajo, la placa de protección rodea la entrada de aire y complementa la forma de la rejilla superior, a la vez que en el parachoques se integran las entradas aerodinámicas. A diferencia del Bayon, en la trasera los pilotos han sido estirados horizontalmente, como los faros. Las versiones eléctricas prescinden de la gran parrilla frontal.

Desde 84 hasta 280 CV

La complementariedad entre los dos SUV se plasma en la oferta de motores. Así, el Bayon cuenta exclusivamente con motores de gasolina entre los 84 y 120 CV. La oferta del Kona arranca en, precisamente, esos 120 CV y llega a contar, en el caso de la versión N, con 280 CV.

De este modo, el porftolio de motores del Bayon arranca con un 1.2 de inyección multipunto y cuatro cilindros y sigue con dos tricilíndricos a partir del mismo bloque 1.0 T-GDI: 100 y 120 CV, ambos sobrealimentados. El primero de ellos tiene la posibilidad de contar o no con la microhibridación que le permite la arquitectura eléctrica de 48 voltios, mientras que el segundo siempre dispone de ella.

En los motores microhÍbridos se utiliza un generador-motor de arranque (MHSG) unido por correa con el motor de gasolina para aportarle par adicional cuando es necesario. La energía procede de la batería situada en bajo el piso del maletero. El MHSG la recarga cuando no se está acelerando.

Mientras que el 1.2 MPi de 84 CV se liga a un cambio de cinco marchas, el de 100 lo está a una caja manual de seis si no cuenta con 48 voltios. Con esta tecnología, la transmisión es la automática de doble embrague de siete -7DCT- o la manual inteligente de seis marchas -6iMT-, en la que un embargue controlado electromecánicamente puede desconectar caja y motor para que el SUV se mueva por inercia. Incluso se apaga el 1.0 para reducir el consumo.

En el Kona, justamente este motor de 120 CV, con la misma duplicidad de microhibridación -asociada a ella la transmisión manual inteligente- o no del Bayon, es el que configura a las versiones básicas. A partir de ahí el Kona ya dispone de un 1.6 Diesel de 136 CV, también con 48 voltios e, incluso, con tracción total con la caja 7DCT; otro 1.6, con turbo, Éste de gasolina, de 198 CV, sólo automático y 4x4; mientras que el tope de potencia lo ocupa el 2.0 de 280 CV, siempre de tracción delantera. Es el de los Kona N y cuenta con un cambio específicamente desarrollado para él: el automático N-DCT.

Para el híbrido del Kona se recurre a una variante distinta al resto de 1.6 de gasolina. Es un GDI que, junto al motor eléctrico de 43,5 CV suma 140 CV y está alimentado por una batería de 1,56 kWh.

En cuanto a los dos variantes eléctricas, con 136 y 204 CV, sus baterías son respectivamente de 39,2 o 64 kWh, con lo que la autonomía con una carga es de 305 y 484 km en uso combinado conforme a la norma WLTP.

Tecnología de conectividad a la última

Al margen de sus instrumentaciones digitales de 10,25”, las pantallas centrales para el sistema de infoentretenimiento puede ser en ambos también de ese tamaño. Son compatibles con Apple CarPlay y Android Auto, para conectar el teléfono y acceder a sus funciones. Además, los servicios conectados de Bluelink aportan una conectividad con reconocimiento de voz y funciones que van desde la disposición de estaciones de servicio y sus precios a aparcamientos, previsiones meteorológicas, alerta de radares, información del tráfico o sobre puntos de interés.

Con la aplicación Bluelink en el móvil se puede abrir y cerrar puertas, precalentar el coche, localizarlo, recibir datos sobre Él o alarmas, sincronizar mapas...

Entre las funciones de seguridad se incluyen los asistentes avanzados de los servicios de Hyundai SmartSense. Muchos son equipamiento estándar.

Ayudas a la conducción presentes en ambos son el asistente de seguimiento de carril, que mantiene a ambos SUV centrados en el carril; el detector de vehículos en el ángulo muerto, el asistente de colisión frontal, el que avisa de que el coche precedente ha iniciado la marcha o el control de velocidad de crucero inteligente, entre otros más.