BYD Dolphin, una alternativa eléctrica cargada de inteligencia
Primer contacto
BYD pone a la venta el que es su cuarto modelo en España de este gigante industrial chino. El Dolphin es un coche de tamaño compacto -mide 4,29 m de largo-, con un sistema de propulsión eléctrico que le permite recorrer entre cargas 427 km y con un precio que arranca, antes de cualquier tipo de descuento o subvención, en 35.690 euros.
BYD Dolphin, el SUV compacto eléctrico, desde 29.990 euros
En marzo de este año se inició la actividad comercial de BYD en España con la venta de los Han y Tang, dos modelos eléctricos de gran tamaño -ambos pertenecientes al segmento E-. A ellos le siguió el Atto3 y, ahora, llega el Dolphin.
Estos dos últimos modelos están vinculados entre sí en tanto que, además de tener una longitud de carrocería similar, ambos disponen de la misma base, la e-Platform 3.0, e idéntico sistema de propulsión eléctrico, con baterías Blade Battery de iones de litio. Estas son de tipo LFP, un campo en el que BYD es el líder mundial de desarrollo y fabricación.
De hecho, el germen de la actividad de esta empresa fueron las baterías para la electrónica de consumo -hoy se utilizan en un altísimo porcentaje de los teléfonos y tablets a la venta- y, a partir de ahí, comenzó su introducción en nuevos campos. Hoy BYD es un actor fundamental en China, además de en la electrónica o la producción de vehículos, también en las nuevas energías, como la fotovoltaica; o los ferrocarriles, empleando a 600.000 personas que trabajan en sus 30 parques industriales.
El Dolphin, que está en producción desde 2021, se posiciona como un compacto por encima del Seagull, un coche también eléctrico de reciente lanzamiento en China y que BYD también traerá a España en fecha aún no definida. Igualmente, cabe esperar que a su gama se incorporen modelos con sistemas de propulsión híbridos enchufables, hoy con mayor demanda en España que los eléctricos.
Un compacto para competir con el MG4, Leaf, ID.3 o Mégane
Frente a los 3,78 m Seagull, lo que le sitúa en el segmento de los utilitarios y le permitirá competir con la oleada de nuevos modelos que, en los próximos años, desembarcarán en él con precios en torno a 25.000 euros, el Dolphin es algo más grande a tenor de sus 4,29 m de largo de su carrocería.
Ésta, con cinco puertas, le permite situarse entre los coches compactos, donde sus rivales serían coches como los Renault Mégane E-Tech, Nissan Leaf, Citroën C4, MG4, Volkswagen ID.3 o Cupra Born, además de los inminentes Peugeot E-308 y Opel Astra Electric, si bien frente a todos ellos la carrocería del BYD destaca por su altura: mide 1,57 cm en esta cota, es decir, incluso un centímetro más que un ID.3 o tres que un Born e incluso más que un modelo considerado como SUV como es el Kia e-Niro.
En cierto modo, sus proporciones recuerdan a las de un Nissan Note, un pequeño monovolumen, en tanto que ambos cuentan con un minúsculo capó con prácticamente el mismo ángulo de incidencia que el parabrisas o recursos habituales de este tipo de coches como un cristal fijo en el pilar A, por delante del de las puertas. Coches como los Leaf, ID.3 o Born, entre los de tamaño semejante, también las tienen.
Otra característica diferencial de este modelo de BYD es su bajo peso, pues con 1.658 kilos de masa total ya en el caso de la versión con la batería más capaz, aventaja en casi 60 al más ligero de sus competidores directos, el Mégane, o con más de 100 menos que el MG4 equivalente, en tanto que el resto superan los 1.800 kg.
El BYD Dolphin aspira a un papel protagonista en las ventas de eléctricos, como el que ya tiene entre los coches compactos el modelo de MG, gracias a la ventaja de un precio y calidad en relación a él muy competitivos. Y es que, además de ser capaz de transmitir unas buenas sensaciones por materiales o ajustes - sobrevuela en este sentido a lo que ofrece su rival directo también chino, el MG4-, así como recursos disponibles; sus precios de tarifa hoy son 35.690 euros para la versión Comfort y 2.000 más para la Design --más adelante llegarán la Active, por 29.990 euros con 95 CV (70 kW) y 340 km de autonomía o la Boost con 177 CV (130 kW) y 310 km de alcance entre cargas-. A estas cifras habría que restar las ayudas correspondientes a planes como el Moves III o la reducción del IRPF que se aplica a las compras de los coches eléctricos que, en total, supondrían unos 10.000 euros menos. Recordemos que el MG4 más económico, el actual líder de ventas entre los compactos en España, cuesta 29.480 euros en el caso de la versión Standard y 35.980 de la Luxury, ésta ya con una potencia y capacidad de batería semejante a con la que se lanza el Dolphin.
Tecnología que lo hace diferente
En relación al sistema de propulsión eléctrico, el BYD cuenta, al igual que el resto de los modelos de la marca, con algunas tecnología distintivas. Es el caso de sus Blade Battery.
Se trata de la utilización de celdas que se sitúan directamente sobre la caja que las contiene, sin estar integradas en módulos, y que así forman parte estructural del chasis. Además, esta batería de iones de litio tiene cátodos de ferrofostato de litio, lo que reduce el uso de materiales críticos como cobalto o níquel que sí tienen las NMC, las más comunes en los coches eléctricos.
Ahora bien, esto implica ventajas y desventajas: entre las primeras están la seguridad de estas celdas, que difícilmente pueden entrar en combustión incluso en caso de que se rompan; mientras que entre las segundas está el menor voltaje nominal que alcanzan las celdas y, por tanto, su menor capacidad de almacenamiento de energía para un tamaño y peso dados que las de tipo NMC, si bien el tipo de integración en la estructura mitiga esta pérdida de rendimiento.
En el momento de su lanzamiento la batería del Dolphin tiene una capacidad -no declara si total o útil- de 60,4 kWh, mientras que las versiones de menor potencia que más adelante lleguen tendrán una de 44,9 kWh con menor número de celdas.
La e-Platform puede trabajar con un voltaje superior a 400V y es escalable hasta los 800, como la E-GMP de Hyundai Motor Group o la J1 de Audi y Porsche. Esto debería permitir cargas ultrarrápidas. En el Dolphin, sin embargo, uno de su hándicap es precisamente la potencia que admite con corriente continua, que está limitada por su composición celular de la batería a sólo 88 kW en el caso de los que tienen acabados Comfort y Design.
En alterna sí es posible utilizar una potencia más elevada, ya que estos Dolphin cuentan con un cargador embarcado trifásico que admite cargar con 11 kW.
Con la batería cargada al completo, la autonomía conforme a la WLTP es de 427 km; un kilometraje que encaja bien con el consumo logrado durante nuestro primer contacto con este BYD en tanto que fue de 12,2 kWh/100 km, utilizando en la mayor parte del recorrido carreteras con un carril por sentido y en una conducción normal. Este consumo puede considerarse como muy bajo y al mismo colabora una bomba de calor que es más eficiente que una calefacción con resistencias, por ejemplo.
Además, la batería permitiría alimentar de energía a equipos externos con una potencia de hasta 3,6 kW de cara a permitir cargar una bicicleta eléctrica, dar corriente a un ordenador o usar una televisión, entre otros dispositivos. Para ello es necesario un cable que se sitúa en el punto de carga y acaba con una regleta con cuatro enchufes que la marca incorpora al equipamiento de serie del nivel Design, si bien la función V2L está también disponible para el Comfort.
En cuanto al motor, forma parte de lo que BYD llama 8 en 1, y es que en la 3.0 Platform todos los componentes del sistema de propulsión -cargador, inversor, motor, transmisión, electrónica de control, etc- se integran en un único bloque de cara a facilitar su incorporación estructural.
Tiene en los Dolphin Comfort y Design una potencia de 204 CV (150 kW), un valor que puede prácticamente considerarse estándar -con la misma potencia tienen versiones el MG4, Cupra Born y VW ID.3, por ejemplo- y que proporciona una respuesta muy rápida a la presión del acelerador.
De hecho, el empuje es de tal calibre que, en situaciones como un adelantamiento con suelo mojado, situación en la que estamos pidiendo toda la fuerza al motor, al pisar las líneas de la carretera se percibe en el Dolphin una ligera pérdida de tracción que origina un leve desvío de la trayectoria. Nada grave ni demasiado aparatoso, pero que ahí está.
Es posible regular la frenada regenerativa eligiendo dos niveles para ésta de modo que, en uno de ellos prácticamente no se registra retención cuando se suelta el pedal del acelerador -consecuentemente, tampoco mucha producción puntual de energía, que hemos visto llega a 10 kW- y en el otro, aunque aumenta, tampoco es muy grande -en términos de producción, da 40 kW-, lo que hace que en este coche se deba usar más el pedal del freno que en otros modelos.
Sobre todo, confortable como un coche para la familia
La dirección de este compacto tiene un buen tacto y la amortiguación está regulada para parecer confortable frente a asfaltos algo defectuosos y, a la vez, no propiciar movimientos de carrocería muy grandes. De hecho, oscila o balancea relativamente menos de lo que esperamos para un turismo, casi SUV, de su altura, si bien un Cupra Born es mucho más adecuado para quien espere reacciones más directas.
El acceso al habitáculo es correcto, aunque pediríamos un mayor ángulo de apertura de las puertas traseras para aumentar su accesibilidad con, por ejemplo, una silla infantil o más altura en el vano de las puertas delanteras, donde hay 96 cm en la cota vertical -2 menos que atrás-. Ahora bien, el puesto de conducción es cómodo, aunque echamos de menos mayor número de regulaciones del asiento que, por otra parte, tiene forma de bacquet y sujetan sorprendentemente bien. Fijado al volante de 36 cm de diámetro, de modo que se mueve cuando variamos su posición en altura o longitudinalmente, está la instrumentación, con una pantalla pequeña y con mucha información, lo que requiere cierto tiempo para identificar todos los datos que proporciona.
El salpicadero tiene una forma muy original y no por ello desprovista de practicidad en tanto que hay lugares para dejar objetos e, incluso, una bandeja de carga para móviles. Esta se sitúa debajo de la pantalla del equipo multimedia de 12,3" que puede orientarse vertical u horizontalmente mediante un motor eléctrico. Es sin duda, uno de los gadgets más originales del Dolphin que, además, ofrece una reacción rápida y con gráficos que nos parecen de más calidad que los de la pantalla de la instrumentación. Además, se cuenta con tomas de corriente USB-C y de 12 voltios que están justo debajo de la misma.
Entre estas tomas y la bandeja surge una particular solución para la integración de mandos en el salpicadero: son una serie de mandos cilíndricos que se accionan mediante su giro. En los extremos está los más grandes, que son el selector del cambio y en el otro el del volumen, mientras que entre ambos están el control de los modos de conducción, del nivel de frenada regenerativa, control de tracción, warning o varias funciones de climatización. La verdad es que es una solución original, pero no muy cómoda porque están muy juntos entre sí y hay un número considerable de ellos.
En cuanto a espacio, las primeras mediciones que hemos realizado en la toma de contacto determinan que longitudinalmente el Dolphin es generoso, pero contrariamente en anchura es cicatero. Así que aunque esté homologado para llevar tres ocupantes atrás, lo mejor es olvidarse de ello si no queremos escuchar quejas, más allá de las que nos llegue de los más altos por no tener mucho espacio vertical en ellas -hemos medido 89 cm entre la banqueta y el guarnecido del techo, que es un valor mediocre- o que la banqueta se les quede corta para sus muslos. Eso sí, tienen un piso completamente plano, lo que permitirá que vayan cómodamente en cuanto a situar sus pies.
En cuanto al maletero, el plano de carga está muy lejos del suelo -a 77 cm del asfalto-, mientras que hay 22 entre el piso de ese espacio de carga y este borde en la cara interior. Esto, que también reduce el tamaño del hueco de acceso, hace que no pueda ser cómodo cuando haya que meter o sacar de él objetos pesados. Tiene un suelo móvil que permite que, cuando abatamos los respaldos traseros, haya una continuidad al mismo nivel que estos, mientras que si no lo usamos y lo dejamos en el fondo, el desnivel es de 17 cm, considerable. En relación a su capacidad, hemos calculado con nuestras mediciones con todos los asientos en su posición de uso y el límite de la bandeja ocultaequipaje -con sujeciones muy endebles, dicho sea de paso- un volumen de 286 litros, quizá no muy amplio para dar al Dolphin un uso familiar: oficialmente, la marca determina que su capacidad es de 345 litros.
Todos sus rivales le aventajan en cuanto a capacidad de maletero y, algunos, incluso disponen de un hueco para almacenar los cables bajo el capó delantero del que el BYD carece.
BYD garantiza el Dolphin por seis años o 150.000 kilómetros, mientras que la batería y el motor, así como la unidad de control, lo están por 8 años o 200.000. En el caso de la batería, se protege que la capacidad no caerá del 70 por ciento en ese periodo o kilometraje.
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