BMW se prepara para fabricar del futuro Countryman, el primer Mini alemán

La tercera generación del Mini Countryman estará a la venta a finales de año. El desarrollo de este crossover, que mantiene los rasgos de diseño característicos de este modelo tanto de las generaciones de 2010 como la de 2016, llevará a su producción en la planta de BMW de Leipzig, que contará con ocho líneas de producción para la fabricación de componentes eléctricos.

BMW, para ello, está destinando a esta ampliación 800 millones de euros; lo que permitirá que haya una versión eléctrica que se ensamblará en paralelo con las versiones de combustión. La plantilla de 5.600 empleados permitirá producir cerca de un millar de coches diariamente.

Entre los componentes eléctricos que se ensamblarán en Leipzig también estarán las baterías que, hasta ahora, procedían de Dingolfing ya listas para su instalación en los modelos de BMW.

La fabricación del Mini Countryman, que será el primero de la marca “made in Germany” -hasta ahora éstos y el descapotable se hacían en la planta VDL Nedcar (Países Bajos), el resto en Oxford (Reino Unido)-, conllevará el uso de energía exclusivamente de origen sostenible. Esta planta verde utilizará la producción eléctrica de cuatro aerogeneradores de 190 m de altura que en 2021 ya llevaron a la red 21,9 GWh, el consumo anual de más de 5.000 hogares de tres personas. BMW utiliza para el almacenaje de los excedentes una granja con 700 baterías de alto voltaje procedentes de los BMW i3.

Leipzig también recurre hidrógeno verde en el taller de pintura, en lugar de gas natural, desde 2012 y, en la actualidad, las cinco estaciones de servicio disponibles en la planta proporcionan energía para más de 130 camiones industriales con pila de combustible, la flota de hidrógeno más grande de Alemania.