BMW inicia las pruebas en condiciones reales con una flota de iX5 Hydrogen
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100 BMW iX5 Hydrogen forman la flota que la marca bávara ha puesto a rodar con el objetivo de probar en condiciones reales esta tecnología en sus coches y prepararse para una posible producción futura en serie de coches eléctricos con pila de combustible.
BMW prepara la producción en serie a su X5 de hidrógeno
BMW ya ensambla pilas de combustible para el iX5 Hydrogen
El pasado mes de diciembre BMW inició la producción del BMW iX5 Hydrogen, un SUV eléctrico con pila de combustible que es ahora cuando empieza a rodar. Lo hacen 100 unidades que se utilizarán como una flota de demostración que se utilizarán en varios países y en manos de diferentes grupos de destinatarios.
“Debemos aprovechar este potencial para acelerar también la transformación del sector de la movilidad. El hidrógeno es la pieza que falta en el rompecabezas de la movilidad sin emisiones. Una tecnología por sí sola no bastará para lograr una movilidad climáticamente neutra en todo el mundo”, dijo Oliver Zipse, presidente del Consejo de Administración de BMW.
El BMW iX5 Hydrogen, desarrollado a partir del actual X5, se presentó como concept-car en 2019. Tiene una pila de combustible que genera una potencia continua de 125 kW (170 CV). En esta pila la combinación de hidrógeno de los depósitos y oxígeno del aire permite producir electricidad, para lo que son imprescindibles elementos como la membrana a la que confluyen ambos gases, pero también otros como compresores, bombas refrigerantes…
Las pilas son compradas a Toyota por parte de BMW. Primero se apilan y, posteriormente, se ensamblan junto al resto de componentes. La carcasa se fabrica en la planta de Landshut de BMW, al igual que otros elementos como las placas que suministran el hidrógeno y el oxígeno.
El motor eléctrico del iX5 Hydrogen pertenece a la quinta generación de los producidos por BMW y tiene una potencia máxima de 295 kW (401 CV). Cuando no se está acelerando o se está frenando, el motor también produce energía eléctrica que va a parar a la batería de la que también dispone este coche. El BMW iX5 Hydrogen se ensambla en Múnich.
El hidrógeno necesario para alimentar la pila se almacena en dos depósitos de CFRP a 700 bares. Contienen casi seis kilos de H2, lo que permite a este iX5 alcanzar una autonomía de 504 km conforme al ciclo WLTP. El consumo medio es de 1,19 kg/100 km. Llenar los depósitos lleva entre tres y cuatro minutos, lo mismo que repostar un depósito de gasolina.
Una batería de iones de litio sirve de colchón al sistema para almacenar la electricidad y proporciona una potencia máxima de 170 kW (231 CV). Por ejemplo, se utiliza la energía en ella almacenada en las fases de arranque, antes de que la pila esté en disposición de poder producir electricidad.
Para que el hidrogeno pueda tener precios competitivos -actualmente se mueve entre los 3 y 10 euros por kilo, nosotros lo hemos repostado a 6, lo que supondría en este BMW un lleno de 36 euros para cubrir esos más de 500 km- es necesario poder usar energía verde para producirlo, así como que exista una red de hidrogeneras -cada una viene a costar en torno a un millón de euros- para distribuirlo.
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