BMW i4, la normalización de la excepcionalidad
Primer contacto
BMW incorpora el cuarto eléctrico a su gama. Tras el pionero i3 y la pareja de SUV formada por el iX e iX3, llega el i4 que viene a ser la versión eléctrica encuadrada en la Serie 4 Gran Coupé junto a otras de gasolina y Diesel. Este i4 tendrá dos variantes: una de propulsión de 340 CV; y otra de tracción total de 544 CV.
Lo que normaliza al i4 es que es el único coche de BMW que está encuadrado dentro de una gama con motores de gasolina o Diesel, la Serie 4 Gran Coupé, al igual que ocurre con el iX3 con los X3. Sin embargo, a diferencia de este SUV, el i4 puede presumir de ir más allá al incorporar en lugar de una única versión -recordemos que el iX3 sólo se vende con la de 286 CV- dos. Además, una de ellas es la M50 Gran Coupé, lo que supone la primera vez que la división BMW M interviene directamente en el desarrollo de un eléctrico de BMW i.
En lo sustancial no hay cambios -sí muchos en el detalle- entre la carrocería de un i4 y de un Serie 4 Gran Coupé con motor térmico. Incluso que ambas tienen dimensiones similares con, por ejemplo, 4,79 m de largo. Sin embargo, los eléctricos cuentan con un más depurado coeficiente aerodinámico: de 0,24 frente al 0,26 del mejor de los de combustión. Como contrapartida, el peso es abrumadoramente mayor en los i4 que, en su versión más ligera llegan a 2.125 kg frente a los 1.695 de, por ejemplo, un 420i Gran Coupé: la mayor diferencia de masa se debe a la batería de iones de litio de 400 voltios que, en los i4 es siempre de 83,9 kWh de capacidad total y 80,7 útil.
El BMW i4, sin embargo, no tendrá sus rivales entre sus hermanos térmicos, sino que llega para discutirle las ventas a todo un best-seller como el Tesla Model 3, por ejemplo; pero también los Kia EV6, reciente Coche del Año en Europa.
Uno o dos motores, a elegir
El i4 eDrive 40 cuenta con un único motor en el eje trasero; mientras que el i4 M50 incorpora uno más en el delantero. De ahí la diferencia de potencia importante entre ambas: 340 CV para la primera por los 544 de la M. En todo caso, la potencia máxima de los motores también queda determinada según el modo de conducción elegido.
Esta diferente disposición mecánica también se refleja en el precio -frente a los 61.900 euros del i4 eDrive40, el M50 cuesta 76.500- y en el consumo. En este sentido, el i4 menos potente acredita un gasto conforme a la norma WLTP de entre 20 y 16 kWh/100 km por los entre 24 y 19 kWh/100 km del que lo es más. Conforme a ello, la autonomía con una batería al 100 por ciento es de, respectivamente, 590 y 510 km.
La recarga puede realizarse con una potencia de hasta 200 kW en cargadores de corriente continua, mientras que en los de alterna puede ser de 7,4 u 11 kW, según sean monofásicos o trifásicos.
Gracias a la frenada regenerativa, la retención que producen el motor o los motores cuando no se está acelerando, en los M50 la batería puede recibir instantáneamente potencias de hasta 195 kW.
En estos BMW el conductor puede elegir con la palanca situada entre los dos asientos entre dos niveles de retención: D y B. En el primer caso, la retención es adaptativa en tanto que gracias a los sensores y la navegación se tienen en cuenta la situación de otros vehículos o si llegamos a una rotonda, peaje, curva, etc para que, al levantar el pie del acelerador, esa recuperación de energía cinética sea mayor o menor. También se puede determinar su efecto a través de tres niveles desde la pantalla central.
En el modo D si se deja de acelerar llega un momento en el que el i4 se mantiene en movimiento, siquiera lentamente, situación contraria a la que determina la B. En este caso no sólo la retención es mayor, sino que incluso el coche llega a detenerse totalmente. Eso facilita que, por ejemplo en ciudad, puedan conducirse estos BMW sólo con el pedal del acelerador, sin necesidad de tocar el freno y con una rápida adaptación.
La posición de conducción o el espacio -tampoco el del maletero, que tiene 470 litros- cambian respecto a los Grand Coupé térmicos en los i4. Sin embargo, sí es diferente la instrumentación, ya que en los eléctricos la disposición es la que BMW llama Curved Display y que integra bajo un mismo cristal los datos de la instrumentación y el sistema de infoentretenimiento. Adicionalmente, en los i4 el sistema operativo es el 8, el más evolucionado hasta la fecha, del mismo modo con lo que ocurre con el Head-up Display.
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