El Ami se trasforma en Opel Rocks-e

El Adam Rocks fue un coche de bajo impacto comercial para Opel, un utilitario de 3,7 m que exclusivamente se vendía con motores de gasolina, cierto aire de crossover con sus protecciones en la carrocería y con techo de lona corredizo. Evolucionó en 2014 a partir del Opel Adam y se mantuvo en los concesionarios durante cinco años. También estuvo a la venta una versión del Karl y cierto aire de SUV denominada Rocks.

Ahora, Opel recupera su apellido para asociarlo a un cuadraciclo eléctrico de 2,41 m y que podrá conducirse con el carné de ciclomotor, lo que permite que personas con un mínimo de 15 años puedan acceder a él.

Inicialmente se venderá en Alemania, país en el que el Citroën Ami, que es el modelo del que deriva, aún no está a la venta. Esto sí ocurre, por ejemplo, en España.

El Opel Rocks-e es biplaza y, aunque la marca no ha desvelado su precio, es previsible que no supere los 7.200 que cuesta el Ami en nuestro mercado. Después de Alemania, donde las primeras entregas se harán este otoño, se planea que siga llegando a otros mercados a lo largo del año que viene, sin que Opel haya aclarado a cuales.

El Opel Rocks-3 pesa sólo 471 kilos, tiene un motor de 6 kW, potencia equivalente a 8 CV; y alcanza una velocidad punta de 45 km/h, lo que impide que pueda usarse en autopistas: su ámbito de uso es puramente urbano. Su autonomía con una carga de su batería de 5,5 kWh, cumpliendo con los ciclos WLTP, es de 75 km. Esas cargas pueden resolverse en un máximo de 3,5 horas en cualquier enchufe doméstico: el Rocks-e no admite cargas con corriente continua. El cable de carga está incorporado en la jamba de la puerta.

Su tamaño permite que tenga una gran maniobrabilidad, pues sólo necesita 7,2 m para girar, y que pueda aparcarse en huecos que para otros coches no son suficientemente grandes.

Aunque Opel dice haber incluido la nueva cara de la marca, el Opel Vizor, en el frontal del Rocks-e, lo cierto es que este cuadraciclo está muy lejos del aspecto que presenta, por ejemplo, el Mokka. En realidad, Opel se ha limitado a situar en el frontal, que es simétrico a la trasera, el logo de la marca. También a utilizar una pintura más oscura en la zona inferior y que engloba los faros o el área de la matricula. Otros elementos distintivos son las inserciones en contraste en distintos puntos de la carrocería.

En ésta las dos puertas abren en sentidos distintos -en realidad, son intercambiables entre sí, otro planteamiento práctico que puede hacer muy asequibles las reparaciones- y hay una gran superficie de cristal, aunque las ventanillas sólo tienen una apertura parcial, de forma análoga a las de los Citroën 2 CV. EL techo de cristal panorámico es de serie.

Se venderá el Rocks-e con tres líneas de equipamiento distintas: Opel Rocks-e, Opel Rocks-e Klub y Opel Rocks-e Tekno.