Así puedes conocer la calidad del aire en tu ciudad

El proyecto Cycling with Clean Air ha presentado un informe después de haber estado un año midiendo la calidad del aire que respiramos mientras pedaleamos en nuestras bicicletas. Los resultados se han obtenido después de realizar 2.799 recorridos con 21 medidores en 14 ciudades españolas que, entre todas, suman 9 millones de habitantes. Un total de casi 2 mil horas de medición, que les permite llevar a cabo un informe general y otros específicos por ciudades.

Las MP2.5 son partículas muy pequeñas que están suspendidas en el aire y cuyo diámetro es menor a 2.5 micras. Este material está presente en nuestras ciudades, tanto en forma líquida como sólida (polvo, cenizas, hollín, polen...) y se utiliza como indicador de contaminación urbana.

Los resultados arrojan que la concentración promedio de PM2.5 es de de 9 μg/m3, por lo que supera el valor guía de la OMS de 2021. Además, señala que las horas de entre las 7 y la 9 de la mañana son las de mayor nivel de contaminación. Momento en el que gran parte de la población está de camino al trabajo.

Casi todas las ciudades en las que se ha medido los niveles desvelan que el tráfico de vehículos es la principal fuente de contaminación atmosférica, aunque Gijón también ha señalado a la industria. Hay otras localidades que no han respondido a Cycling with Clean Air.

En la página web de Cycling with Clean Air se puede conocer la calidad del aire de las ciudades españolas que han analizado, además de consultar el informa general.

Los efectos de una mala calidad del aire

La suspensión en el aire de las MP2.5 provocan efectos negativos tanto al medioambiente como a la salud de las personas, siendo las que tienen problemas pulmonares o de corazón las de más riesgo.

Estar expuesto a estas partículas puede acarrear problemas como muertes prematuras en personas que presenten patologías cardíacas o pulmonares, infartos o problemas respiratorios como irritación de las vías, tos o problemas para respirar.

En cuanto al medioambiente, afectan a la visibilidad, además de dañar el suelo o el agua, lugares a donde las partículas pueden ser transportadas por el viento.

Hay que reseñar que la Ley 7/2021 de cambio climático y transición energética obligará, a partir del 1 de enero de 2023, a adoptar planes de movilidad sostenible, en los que se incluyan zonas de bajas emisiones (ZBE), a todos los municipios que tengan más de 50.000 habitantes. Estas ZBE son unas áreas urbanas en la que el tráfico está restringido a determinados vehículos por sus emisiones, pues con esta medida se pretende mejorar la calidad del aire.