SUCESOS
El valiente rescate de un aspirante a policía sevillano: "Simplemente reaccioné"

La población de lince ibérico superó los 2.000 ejemplares en 2023

Conservación

El censo total de linces, que se aleja progresivamente del riesgo de extinción, alcanza los 2.021 individuos, con 1.299 adultos o subadultos y 722 cachorros nacidos el año pasado

Andalucía, la comunidad autónoma con mayor número de linces de España / E.P
R.N.

20 de mayo 2024 - 09:40

Los trabajos de censo de lince ibérico (Lynx pardinus) en España y Portugal acometidos durante 2023 han evidenciado que la especie ha superado la barrera de los 2.000 ejemplares, constituyendo un nuevo número máximo desde que se realiza un seguimiento pormenorizado de sus poblaciones. Así se refleja en el informe elaborado por el grupo de trabajo del lince ibérico, que coordina el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y compuesto por representantes de las comunidades autónomas españolas y el Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF) de Portugal.

El documento refleja que son 2.021 los linces totales censados, distribuidos en España (1.730, que supone un 85,6%) y Portugal (291). Las comunidades autónomas españolas que albergan poblaciones estables de la especie son cuatro. Andalucía acogió 755 ejemplares, lo que supone el 43,6% de la población española, mientras que en Castilla-La Mancha se registraron 715 linces (41,3%). En Extremadura se censaron 253 ejemplares y en la Región de Murcia siete.

Número de ejemplares de lince ibérico censados en 2023 por zonas. / Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Del total censado, 1.299 linces fueron adultos o subadultos que presentaron una distribución de sexos de 1,01 a favor de las hembras (602 machos y 611 hembras que pudieron ser sexadas). El número de hembras reproductoras o territoriales en 2023 ascendió a 406, que son 80 más que en 2022, y que se acercan paulatinamente a las 750 hembras reproductoras que se considera preliminarmente como uno de los objetivos demográficos a alcanzar para considerar que el lince se encuentra en un estado de conservación favorable. El número de cachorros nacidos en 2023 también se incrementó hasta los 722, con una tasa de fecundidad de 1,77 calculada como el número de cachorros nacidos entre el número de hembras territoriales.

La población de lince continúa expandiéndose, tanto numérica como territorialmente. Ya son 14 las áreas geográficas distintas donde la especie se reproduce y nuevas zonas de presencia estable en la Región de Murcia y en las provincias de Albacete, Badajoz, Toledo y Ciudad Real. La tendencia de la población es positiva y continua desde 2015, lo que permite seguir siendo optimista por la reducción del riesgo de extinción del lince ibérico que supone. En un período de alrededor de 20 años, la población ha pasado de menos de 100 ejemplares contabilizados en 2022 a más de 2.000 en 2023. Y en los últimos años el incremento es aún más destacable, puesto que en 2020 la población total era de 1.111 linces y tres años más tarde se han añadido casi 900 individuos más a la población ibérica.

Ejemplo de colaboración

El Ministerio indica en nota de prensa que "La recuperación de la población del lince ibérico en España y Portugal constituye uno de los mejores ejemplos de actuaciones de conservación de especies amenazadas en el mundo y ha sido posible gracias a los esfuerzos coordinados realizados tanto por las administraciones públicas competentes como por entidades sectoriales interesadas, propietarios y gestores de fincas privadas y sociedad en general".El programa de conservación ex situ, en el que se enmarcan los trabajos de cría en cautividad y la reintroducción de ejemplares, también ha sido una pieza clave en la recuperación del lince. Desde que en 2011 comenzaran las primeras liberaciones al medio natural de individuos nacidos en cautividad, hasta 2023 se han reintroducido 372 ejemplares.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

Marina Heredia en concierto | Crítica

Una cantaora brillante