Teodoro Falcón
IV Centenario de la visita a Sevilla del rey Felipe IV (1624)
Contenido ofrecido por Atalaya Mining
¿Es posible aprovechar el crecimiento de una organización para mejorar el medioambiente de su entorno? El recién publicado informe de sostenibilidad de Atalaya Mining refrenda con datos la respuesta: poner una mirada verde en el eje de todas las operaciones aporta valor a la compañía y le otorga mayor confianza a la hora de acometer nuevos proyectos. Se trata pues de una nueva era en la que la actividad minera que se desarrolla en Andalucia es, sin duda, una industria cada vez más innovadora, eficiente y responsable, que repercute positivamente en su entorno más cercano, mejorando indicadores ejercicio tras ejercicio.
Bajo este precepto, Atalaya Mining aprobó en 2020 una política de sostenibilidad que conlleva el cumplimiento de un doble objetivo: por un lado, proporcionar a la sociedad las materias primas esenciales que hacen falta para el crecimiento económico y la transición energética, ya que metales como el cobre son imprescindibles para alimentar las energías y tecnologías verdes: coches eléctricos, digitalización de los procesos… Por otro lado, llevar a cabo una minería comprometida con las personas que viven en su entorno, que contribuya a la creación de bienestar y la conservación del medio ambiente. Sumándose al Pacto Mundial de las Naciones Unidas, la empresa puso de relieve su compromiso con la transparencia, ofreciendo al público desde entonces todos los datos que miden el impacto de su actividad en el entorno y las medidas que toma para mejorar cada día.
En ese sentido, el Informe de Sostenibilidad refleja que Atalaya sigue manteniendo los máximos estándares en cuanto a medidas medioambientales, procurando ser cada día más eficiente en el uso de los recursos. Por ejemplo, sus operaciones mineras en Riotinto han logrado recircular en torno al 83% del agua utilizada en su proceso de producción. En el caso del consumo energético, se ha logrado mejorar el consumo de kw/h por tonelada procesada.
La Huella Hídrica y la Huella de Carbono son dos parámetros cruciales en los informes de sostenibilidad
Además, desde el comienzo de la actividad, Riotinto cuenta con un Plan de Vigilancia Ambiental propio que controla, entre otras muchas cosas, las emisiones a la atmósfera, controlando exhaustivamente las partículas de polvo en aire, o realizando el cálculo de la huella de carbono. También existen controles oficiales de vibraciones o ruidos emitidos por los trabajos mineros, o entre otros factores. Por otra parte, o indicadores de economía circular; en este sentido, el informe recoge que Riotinto ha aumentado hasta un 35% la reutilización de residuos mineros para fines en la propia operación, y hasta un 99% en el reciclaje de residuos no mineros.
Los futuros proyectos de la compañía siguen esta misma línea, como es el caso de la planta fotovoltaica de 50 MW para autoconsumo prevista en Riotinto, que estará alimentada con energía solar y supondrá una importante contribución a la descarbonización de la actividad, reduciendo la emisión a la atmósfera de 40.000 toneladas de CO2 al año. También está en construcción la primera línea industrial del sistema E-LIX, que empleará una novedosa tecnología desarrollada en Riotinto por LAIN TECH para mejorar la eficiencia y sostenibilidad en el proceso de recuperación de los metales.
Atalaya Mining incluye en sus programas de sostenibilidad proyectos de restauración medioambiental y biodiversidad que afianzan este compromiso con el entorno. Así, impulsa iniciativas para la recuperación del paisaje afectado por antiguas actividades mineras o programas de manejo y control de especies autóctonas. Por ejemplo, gracias a estas políticas, los quirópteros protegidos han logrado cuadruplicar su población en los últimos años. Destaca también la gestión de la Erica Andevalensis, o como se le conoce popularmente, el brezo minero, una especie autóctona que habita en terrenos con las condiciones únicas de la Cuenca Minera onubense.
Se realizan proyectos para la conservación del murciélago orejudo o el brezo minero
En cuanto a inversiones en conservación del patrimonio histórico, la compañía alcanza sólo en este ejercicio los 1,2 millones de euros destinados a trabajos arqueológicos y de puesta en valor. Un despliegue de recursos humanos y técnicos que han dado con hallazgos de relevancia. Una labor que va más allá de la sostenibilidad de la mina, alineada con la filosofía de Atalaya: desarrollar su actividad cuidando de su entorno, aportándole valor y mejorando la vida de sus vecinos.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios