Estos son otros usos que puedes darle a la arena de los gatos

Hay algunos elementos que las personas que comparten su vida con un gato tienen en su casa, como un comedero, además de la comida de su querido compañero, un cepillo para el animal, una cama, sus juguetes, un rascador o la caja en la que hace sus necesidades, además de, claro, la arena con la que la llenan, que suelen cambiar cada dos semanas.

Aunque lo que muchos dueños de gatos no saben es que la arena, además de para absorber las deposiciones de los animales y mitigar los olores que estas desprenden, tiene otros usos que podemos aprovechar en nuestra casa.

Los otros usos que puedes darle a la arena de los gatos

La función principal de la arena de gatos es eliminar los olores después de que el animal haya hecho sus necesidades básicas, pero también puede mitigar otro tipo de hedores, como los de la basura. Por lo que sería recomendable, en el fondo de la bolsa, verter una fina capa de estos granos, con la que conseguiremos que estos sean mucho menos intensos.

Otros olores que en ocasiones hacen acto de presencia y son realmente molestos los encontramos en la nevera. Estos también podemos atajarlos con la arena de los gatos; bastaría con llenar un vaso hasta arriba de los granos y colocarlo en uno de los estantes del frigorífico.

Si nos hemos manchado la ropa con grasa o aceite también podemos ayudarnos de la arena de los gatos. Tan solo debemos esparcir algunos granos por la zona para que, durante varias horas, actúen. Después simplemente tendremos que programar un lavado para despedirnos definitivamente del 'lamparón'.

Debido a su capacidad de absorción igualmente la arena de gato sería capaz de 'reparar' nuestro móvil después de que se haya mojado. Un clásico truco es introducirlo en un cuenco lleno de arroz, aunque podríamos hacer lo propio con los granos de esta arena cuyo uso principal está destinado a las deposiciones de nuestro gato.

Los amantes de la jardinería podrán sacarle todavía más provecho a esta arena, ya que sirve, sobre todo gracias a su textura, como sustrato para algunas plantas, como pueden ser los cactus. Por lo tanto, además de la caja de su gato, su destino también podría ser algunas macetas o jardines.

Quienes vivan en los lugares en los que las nevadas son habituales también encontrarán en la arena de gato a un fiel aliado. Esta la pueden esparcir por las zonas en las que más molesta esa nieve, como la entrada de casa, para que la derrita y la puerta del hogar sea mas accesible.