Estos son los riesgos para la salud de los perros en invierno que pueden ser fatales
Los expertos recomiendan pasear en horarios diurnos y prevenir ante amenazas como la bronquitis o la
neumonía
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El invierno es un buen momento para recordar los riesgos para la salud y las enfermedades relacionadas con el invierno que acechan a los perros, sobre todo, las respiratorias.
La Real Sociedad Canina de España (RSCE) aconseja tomar todas las precauciones posibles y advierte de que muchas de las enfermedades están relacionadas con la falta de atención o cuidado a los animales por parte de los propietarios. He aquí algunos de los riesgos que pueden presentarse en la época invernal.
En primer lugar, las concentraciones de perros suponen un riesgo para la transmisión de enfermedades como la tos de las perreras (traqueobronquitis), la parainfluenza (sobre todo), el virus del moquillo o el herpes canino. También con afecciones pulmonares como la bronquitis o la neumonía.
Aquellas instalaciones que no reúnan las mínimas condiciones de salubridad suponen una grave amenaza para la salud de los perros en invierno, ya que se multiplican las opciones de contagio.
Afecciones pulmonares
La bronquitis y la neumonía no son enfermedades como tal, pero sí infecciones que se producen más en esta época del año. La primera consiste en una inflamación de las vías respiratorias del perro -los bronquios- al estar expuestos al frío y a la humedad.
Se ceba sobre todo con los perros de pequeño tamaño y de morfología braquicéfala: perros de cabeza corta y cara achatada, con huesos nasales cortos y orificios nasales más pequeños de lo habitual. Son los Bulldog, Pekinés, Boston Terrier…
La neumonía, por su parte, puede deberse a la proliferación de agentes como bacterias, parásitos, hongos, cuerpos extraños o alérgenos. También tiene origen vírico. Están más expuestos a la neumonía los perros jóvenes, pero también los más ancianos.
Los síntomas van desde la fiebre hasta la deshidratación, pasando por la pérdida de apetito o apatía, estornudos o mocos, tos húmeda o disnea (respirar con dificultad).
Vacunas contra las enfermedades
El invierno va asociado a contagios, especialmente en lugares con mucha concentración de perros. Así, la tos de las perreras, o traqueobronquitis, muy común en estos centros, es una enfermedad con una alta transmisibilidad.
Una bacteria denominada Bordetella Bronchiseptica es la que lleva a los perros a estar más expuestos a la tos, que suele ser contundente y seca. La Bordetella favorece la propensión a desarrollar enfermedades causadas, por ejemplo, por el virus de la parainfluenza (sobre todo), el virus del moquillo o el herpes canino.
En cambio, la influenza o gripe canina no es una enfermedad que se diagnostique tan comúnmente en los perros, a pesar de lo que pueda leerse en algunos blogs o páginas de Internet.
La combinación de estas enfermedades, el aumento de la tos y el agravamiento de síntomas respiratorios dejan un perro deprimido, apático, sin energía.
Vacunación canina para prevenir
Los expertos insisten en los beneficios de la vacunación para tratar muchas de las enfermedades relacionadas con la Bordetella y defienden la obligatoriedad de algunas vacunas (como la vacuna contra la rabia), existen vacunas intranasales o por inoculación específicas contra estas dolencias.
Además, los perros pueden sufrir enfriamientos por las bajas temperaturas. Por ello, se recomienda protegerlos del frío.
Es aconsejado salir a pasear en las horas diurnas, con más probabilidad de sol, así como animarles a hacer ejercicio para aumentar la temperatura corporal. Hay que dejar claro que los perros no sufren las mismas enfermedades respiratorias que los humanos.
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