Los peligros de la rata negra, el nuevo invasor de España
Puede transmitir enfermedades graves como la toxoplasmosis, el hantavirus, la enfermedad de Weil o la peste bubónica
La rata negra, una especia asiática
España tiene casi 20.000 millones de ratas, cuatro por cada diez habitantes, pero hay una que especialmente preocupa actualmente: la rata negra (Rattus rattus).
Lo que hace un par de años se había convertido en un toque de atención sanitario ante la aparición de ejemplares de este tipo en diez puntos de Madrid, cuando únicamente solían concentrarse en ciudades portuarias como Barcelona o Palma de Mallorca, meses más tarde esos focos no sólo no han desaparecido sino que han pasado de una decena a 35, expandiéndose a otras ciudades de la meseta como Valladolid.
La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) ha dado la voz de alarma recientemente durante la jornada 'Rata negra: especie reemergente, situación actual, evolución y tratamiento', organizada en la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y ahora deben ser los ciudadanos los que sigan los consejos ofrecidos por los especialistas para ponerle freno a esta plaga.
No tirar comida o residuos en la calle resulta trascendental para intentar frenar su expansión, ya que la rata negra, una especie de origen asiático, se mueve por parques y jardines, en vez de por el alcantarillado o el saneamiento de interiores, y puede llegar a transmitir enfermedades graves como la toxoplasmosis, el hantavirus, la enfermedad de Weil o la peste bubónica.
Este roedor, aparentemente inofensivo, es una de las cien especies exóticas invasoras más dañinas del mundo. Y no sólo puede dañar al ser humano. También los perros corren peligro, ya que, según destacan los veterinarios, esta especie de rata puede transmitir la bacteria 'Leptospira', causante de la leptospirosis, enfermedad zoológica de potencial epidémico.
Con la rata negra nos encontramos ante un animal con escasa incidencia numérica en el mundo pero con amplia capacidad de reproducción, pudiendo desarrollar cada hembra cinco camadas al año. Los ejemplares adultos pesan entre 150 y 250 gramos.
Miden entre 16 y 22 centímetros y se alimentan de bayas y frutos, por lo que acudirá a parques y jardines, de ahí que los especialistas que se reunieron en la jornada de la CEOE hayan convenido en actuar rápido y establecer sinergias con la propia ciudadanía, los trabajadores de parques y jardines.
Las ratas negras se encuentran en sitios cercanos a colegios y parques infantiles, por donde suelen mover tanto familias como animales domésticos, principalmente los perros, algo que dificulta el control y aumenta el riesgo de contagio de enfermedades.
¿Cómo combatir los efectos de la rata negra?
Una vez analizada la naturaleza de la rata negra, sus efectos en la ciudadanía y su capacidad de reproducción lo más importante es conocer la forma de detener su expansión y cómo combatir sus efectos. Además de los tratamientos de gestión de rata negra que ya están siendo llevados a cabo por parte de las empresas de gestión de plagas en colaboración con los distintos ayuntamientos, todos los expertos destacan la importancia de evitar que los ciudadanos alimenten a las palomas o los gatos en las calles.
Las medidas de prevención son la clave para que todo dispositivo funcione. Limpieza, revisión y gestión de profesionales de control de placas. Este plan englobaría trampas y productos químicos en cajas aseguradas. También métodos mecánicos como instalar plataformas deslizantes en árboles para evitar que puedan trepar y coger alimentos.
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