Un pasajero denuncia la discriminación de una aerolínea al no dejar subir a bordo a su perra por estar gorda y se vuelve viral

Muchas compañías aéreas permiten viajar con las mascotas en cabina siempre y cuando cumplan una serie de requisitos, entre ellos que no superen los kilos permitidos o que vayan metidos en una jaula. En más de una ocasión estas restricciones han provocado la indignación de los pasajeros denunciando en las redes sociales los casos en los que se han visto involucrados.

Ramona es una perrita cuyo dueño le hizo twitter hace más de 10 años y desde ese momento son más 5.000 twitteros los que siguen "sus opiniones y experiencias". El pasado día 15 de junio se volvió viral en la red al compartir el hashtag '#VolarisDejaVolaraRamona' ya que afirmaba que había sufrido "discriminación por estar gorda".

Rápidamente fueron cientos de personas las que contestaron y rewtittearon sobre la situación de Ramona, llegando a ser viral gracias al hashtag. Más de 30.000 personas reaccionaron ante este caso e incluso algún internauta afirmó que "Volaris permite hasta 99.20 libras (45 kg) ya con la jaula, tal vez, fue otra cosa". La perra pesa 31 kilos, por lo que las dudas aumentaron.

Este cibernauta tenía razón puesto que la web oficial indica en su apartado de 'Mascota documentada' indica que: "Tu mascota y la jaula no deben pesar más de 45 kg (100 lb) en conjunto".

Un caso viral

El suceso tuvo lugar en México con la compañía Volaris, la cuál aprovechó para contestar al tweet de @ramonatuites.

El dueño de Ramona advirtió que llevaba todos sus papeles en regla y que era un viaje de emergencia

En un siguiente tweet, la usuaria explicó que llevaba todos sus papeles en regla (cartilla de vacunación que incluya la antirrábica, certificado de sanidad animal, una jaula o contenedor autorizado) y que se trataba de un viaje de emergencia.

Además, Ramona es un perro de apoyo emocional para su dueño, por lo que deberían no tener en cuenta las normas según afirman varios usuarios. Aprovechando la popularidad del caso, decidieron contar cómo iban actuando tras el rechazo de Volaris a permitir a Ramona viajar en cabina. Primero se dirigieron en coche a Mazatlán, esperando que desde ese punto los dejaran viajar, pero tampoco le dejaron.

Finalmente la empresa Baja Ferries se encargó del traslado de Ramona y su dueño.