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La localización y el clima penalizan a España en la propuesta sobre transporte animal

Un perro viaja en tren / Egor Gordeev
Juan Javier Ríos

22 de enero 2024 - 14:39

La situación periférica de España, al suroeste de la Unión Europea, y su clima, marcado por las altas temperaturas, pasan factura en la propuesta que la Comisión Europea tiene para la nueva norma sobre el transporte de animales.

En diciembre pasado, la Comisión presentó esta propuesta que se considera como la de mayor envergadura en el área de bienestar animal de las últimas dos décadas ya que incluye normativa referente a acuáticos y a animales de compañía en aspectos como lugares de cría, refugios o tiendas de mascotas.

Una norma "ómnibus" sobre el bienestar animal cuya propuesta, nada más presentarse, no ha pasado desapercibida para los transportistas de ganado. Viajes de 21 horas de máximo La propuesta contiene múltiples cambios para el transporte de ganado respecto a la norma vigente y uno de los más destacados es que el ganado tendrá que descargarse de los camiones cuando se alcancen las 21 horas de trayecto. Tendrán que estar un día con agua y alimento en una estancia y luego pueden volver a cargarse en el camión para retomar el camino hasta un máximo de otras 21 horas.

En esos tramos de 21 horas, se deben incluir al menos una hora de descanso transcurridas diez horas de viaje. Desde la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) de Animales Vivos, su secretario general, Pedro Martínez, dice que a ellos, como transportistas y desde la "parte humana", no les parece mal pero esto llevará a limitaciones de horas de viaje que afectará a las rutas comerciales, según indica a EFE.

Por otro lado, Martínez pone el foco en el reto que supone para la bioseguridad y la sanidad animal el hecho de descargar animales en mitad del trayecto para especie sensibles como la porcina. La CE, por su parte, ha emitido un dossier sobre la norma en la que destaca que este nuevo enfoque para limitar los tiempos de viaje es "coherente" con la legislación sobre derechos sociales de los conductores.

Además, la Comisión indica que los tiempos de viajes "más cortos" "favorecerán cadenas de suministro más cortas y, por tanto, incentivarán la economía local". Prohibido rodar a más de 30 grados La propuesta establece que, cuando se prevean temperaturas de entre 25°C y 30°C, los viajes deberán limitarse a nueve horas y, si las temperaturas diurnas superan los 30°C, el transporte de animales solo podrá realizarse por la noche. Al mismo tiempo, cuando se prevea una temperatura inferior a 0°C, los vehículos deberán estar cubiertos y deberá protegerse a los animales de la exposición al viento.

Por debajo de 5°C, además de las medidas anteriores, el tiempo de viaje no podrá exceder de nueve horas. Para Martínez, las nuevas directrices sobre duración del viaje y los límites de temperatura penalizan "mucho" a la Península Ibérica por sus elevadas temperaturas respecto a otros países y por su ubicación geográfica. Por otro lado, cree que el reglamento no tiene en cuenta que la adaptación a las temperaturas de, por ejemplo, los cerdos que se crían en Murcia es diferente respecto a un cerdo de la Baviera alemana. Además, defiende que la norma "no tiene en cuenta" las mejoras con las que ya cuentan los camiones en climatizado.

Más espacio disponible La propuesta establece el espacio mínimo que debe tener cada animal dentro del camión, en función del peso y de la especie, en base a las recomendaciones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Para la Comisión, es una proposición "importante" para que los animales "puedan ajustar su posición de forma segura y descansar durante el viaje". Para los transportistas, la fórmula utilizada por la Comisión para establecer el espacio mínimo tienen "algún defecto" y lleva a conclusiones "ilógicas" sobre reducciones de densidades en algunas especies.

Los avances, según el sector Los transportistas, según recuerda Martínez, sí están a favor de algunas partes de la norma, como la que obliga a indicar quién es el organizador -del transporte-, sus responsabilidades y que tenga que obtener certificado para mover animales. Además, la cuantía de la sanción a la que se enfrente el conductor por algún incumplimiento en bienestar animal irá en función del volumen de ganancia del servicio de transporte concreto que estuviera acometiendo.

El coste económico Aquí es la propia Comisión la que ya ha hecho apreciaciones al respecto admitiendo que acarreará costes –ya que es posible que los transportistas tengan que invertir en vehículos nuevos o renovados–, por lo que ha propuesto períodos de transición "suficientemente largos". Frente a esa consecuencia, la CE incide en los beneficios "claros" que supondrán aspectos como la digitalización de "gran parte" del proceso administrativo, que es otra de las novedades. Con ello, se reducirán costes para los transportistas, así como los costes de ejecución para las autoridades públicas.

La norma se encuentra ahora en fase de consulta pública que, por cierto, se ha ampliado; luego será la Comisión la que sintetizará los comentarios recibidos antes de remitirla al Parlamento Europeo y al Consejo. Con todo, al sector no se le escapa que en junio próximo hay elecciones al Parlamento Europeo con la subsiguiente conformación de una nueva Comisión Europea por lo que podría haber algún giro a esta iniciativa legislativa.

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