Un granjero pone una cámara para averiguar por qué un leopardo visita a su vaca cada noche y no puede creer lo que ve

Un granjero de la India decidió instalar una cámara en su casa porque vio un depredador muy peligroso que podría llegar a comerse sus animales e incluso temía que algún día atacara a su familia, pero curiosamente noche tras noche aparecía pero nadie sufría ningún daño.

Esta curiosa historia ocurrió en el pueblo de Antoli en Gujarat, el estado más occidental de la India. Es conocido por tener una comunidad agrícola con muchas vacas y pequeños animales, siendo una excelente oportunidad para leopardos hambrientos.

Desde hace años, los aldeanos saben que pueden ser una fácil presa para los animales al no tener armas ni recursos para defenderse. De hecho, había una hembra de leopardo que se encontraba a menudo en los campos de caña de azúcar. Era astuta y silenciosa, aparecía por la noche y se llevaba una gallina o una cabra de las familias locales, hasta que mató a varios perros.

El pueblo se indignó y la policía decidió poner una trampa y atraparlo para después liberarlo lejos del poblado, pero tras un año parecía haber vuelto e incluso se movía por los tejados. Al estudiarlo durante varios días, notaron que era menos confiado y más pequeño que antes, por lo que pensaron que probablemente sería la cría de la hembra que habían visto un año atrás.

Un granjero veía al cachorro visitando a su vaca

La familia de este granjero vive a las afueras de la ciudad y veían al leopardo habitualmente cerca de sus animales, pero nunca los había atacado. Un día decidió entrar por la noche y no podía creer lo que estaba presenciando.

El leopardo visitaba su granja todas las noches y se quedaba unas dos horas. Tras la visita nocturna, el hombre comprobaba que todo el ganado estuviera bien y así era. Ni mataba ni se comía a ninguno de sus animales. Los aldeanos, al enterarse de lo ocurrido, empezaron a especular sobre su posible historia. El cachorro probablemente estaría solo porque su madre habría muerto y desde pequeño habría estado solo. Por este motivo, tendría la necesidad de buscar una familia aunque son muy solitarios.

Un día, el granjero entró con su esposa y vieron que al entrar el leopardo en el establo, los toros se apartaban pero una vaca parecía estar tranquila e incluso parecía estar esperándolo. El leopardo se acercó junto a la vaca y se agachó mientras la vaca le lamía el cuerpo mientras ronroneaba.

La mujer llamó a la policía para que lo atraparan y, tras varios intentos, pudieron ver el inusual comportamiento del leopardo y la vaca. Tenían dudas sobre qué hacer porque no estaba haciendo daño a nadie pero cualquier día podría cambiar esta situación. Decidieron poner una trampa con una jaula y una cabra como cebo, pero tras una semana, la cabra seguía viva y el leopardo merodeaba alrededor.

Uno de los días que iban a intentar atraparlo con dardos tranquilizantes, desapareció. Al cabo de las semanas el poblado vecino informaba que había un leopardo en su zona que se comía a los perros. Otras semanas después, el leopardo volvió a la granja a despedirse de la vaca y nunca más regresó a la aldea.