¿Cómo se puede evitar que los perros sufran por los fuegos artificiales? La Real Sociedad Canina de España da algunos consejos

El verano es la época del año en la que muchas localidades celebran sus fiestas a lo largo y ancho del país. Las fiestas son sinónimo de música, diversión y en muchas ocasiones también de fuegos artificiales, que también suelen usarse a lo largo del año o para celebrar victorias deportivas. Sin embargo, algo que es tan bello a nivel visual también es una importante fuente de estrés para las mascotas, hasta el punto que desgraciadamente se han dado casos en los que la pirotecnia ha causado la muerte de perros y otros animales.

Desde la Real Sociedad Canina de España (RSCE) recuerdan que los perros y otros animales tienen una mayor sensibilidad al ruido que los humanos, por lo que los petardos, los fuegos artificiales o las bandas y los conciertos estivales, así como muchos otros tipos de ruidos fuertes pueden "ser una tortura para ellos", "ya que pueden percibir como dolorosos algunos estímulos" que para los humanos no lo son. Recuerdan también que su umbral del dolor es inferior al humano ya que cuentan con un umbral auditivo muy por debajo del humano, de unos 95 decibelios. 

¿Qué se puede hacer para calmar a un perro asustado por los fuegos artificiales?

Para intentar paliar dentro de lo posible los altos niveles de estrés que los ruidos fuertes causados por los espectáculos de fuegos artificiales y las festividades veraniegas que se celebrarán estos meses, la RSCE tiene varios consejos para los propietarios:

Para calmar al amigo perruno recomiendan varias opciones, como intentar insonorizar el espacio en el que estará el animal, para intentar aislarlo de los ruidos exteriores. También puede recurrirse a música suave, de géneros como el jazz, que es uno de los que recomienda la institución.

Si se sabe de antemano que durante una noche se lanzarán fuegos artificiales o tendrán lugar grandes estruendos que puedan causar estrés en la mascota, la RSCA también da consejos para prepararse y evitar que el perro sufra dentro de las posibilidades. Para estos casos recomiendan crear un espacio dentro de la casa para que el perro pueda encontrarse cómodo y seguro. Por ejemplo, una habitación insonorizada, aunque otra opción es un baño con baldosas "porque amortigua mejor el sonido de fuera". 

Otra opción es aprovechar para salir humanos y mascotas y alejarse del ruido y evitar estrés innecesario de los perros y, de paso, la ansiedad que el ver pasarlo mal a la mascota puede causar a los propietarios.

Desde la RSCE también recuerdan que no solo este tipo de ruidos tan propios del verano pueden hacer daño a las mascotas, sino que también se debe estar atento a qué ruidos dentro de lo cotidiano pueden molestar a los miembros peludos de la familia. Algunos ejemplos son las lavadoras, las picadoras o batidoras en la cocina, pero también otros como los secadores de pelo o los aspiradoras. Saber que este tipo de ruidos afectan a las mascotas con las que se convive, permite también ayudar a prepararse y adaptarse para que su oído no se resienta por ser más sensible que el humano y se puedan usarse estos electrodomésticos sin miedo a hacer daño a los compañeros perrunos.