La entrañable amistad entre un perro y una paloma que se apoyan al no poder andar y volar
Historias con alma
La chihuahua tiene un problema de columna que le impide mover sus patitas y la paloma sufrió una lesión que le impedía volar
Un perro agresivo al que también maltrataban da un abrazo por primera vez
Rechazan a esta pitbull dos veces hasta que encuentra un hogar definitivo
Nicolas Cage y su extravagante vida con animales: se drogó con su gato
La vida de nuestros protagonistas de hoy en Mascotíssimas no ha sido fácil. Ellos son una preciosa perrita llamada Lundy y la paloma es Hernán que tienen algo en común: ambos no pueden moverse libremente. Lundy es una cachorra de chihuahua que lucha cada día por ir recuperando el movimiento de sus patitas debido a un problema en su columna. Por otra parte, Hernán es una paloma que no puede volar.
Estos animales se conocieron en un centro de rescate animal en Nueva York (Estados Unidos) conocido como Fundación MIA, y desde el momento que se conocieron se hicieron inseparables e incluso compartían la misma camita. Hernán fue encontrado herido en un concesionario de coches y ya llevaba dos años en el refugio cuando conoció a Lundy.
Tal y como cuenta la web Nemelt, fue la fundadora del recinto Sue Rogers quien se dio cuenta que estos dos animales tenían una curiosa relación cuando los vio juntos al hacerle un chequeo rutinario a la pequeña chihuahua: ”puse a Hernán en una cama para perros y comencé a cuidar a Lundy. Posteriormente, decidí poner cuidadosamente a Lundy en la misma cama para perros, a su lado. Comenzaron a interactuar inmediatamente de una manera muy bonita” relató la fundadora del centro.
Un camino duro para ambos
Durante este tiempo la vida no se lo ha puesto fácil a ambos animales. La fundadora del refugio pretendía que Lundy mejorara la movilidad de sus patas con la ayuda de un carrito y así, una vez que se hubiera acostumbrado y pudiera llevar una vida "normal", ponerla en adopción y encontrarle una familia que la quisiera para siempre.
La relación entre Lundy y Hernán era tan bonita que ambos se apoyaban en todo momento, compartiendo también la comida, la cama, la cita con el veterinario y e incluso sus horas de juego. Gracias a la oportuna ayuda del refugio, estos animalitos tal vez no tuvieron un triste desenlace por sus discapacidades. Hace poco se supo de una triste noticia para Lundy, una radiografia confirmó los temores del los veterinarios. No habrá cirugía que pueda hacer caminar de nuevo al perrito, sin embargo, confían en que la enfermedad no avance y pueda seguir compartiendo y jugando con su amigo plumífero.
También te puede interesar