La ventana
Luis Carlos Peris
Reventa y colas para la traca final
Historias increíbles
Michael Packard ha vivido la experiencia más aterradora de su vida y ha estado a punto de no poder contarlo. Una enorme ballena de unos 16 metros de longitud y unos 35.000 kilos se lo tragó mientras estaba buceando. El hombre de 54 años ha podido contar a la CNN el momento en el que el enorme mamífero se lo tragó y estuvo unos 40 segundos dentro de la ballena.
Michael es pescador de langostas y se encontraba buceando por la costa de Provincetown, Massachusetts (Estados Unidos) cuando la ballena le sorprendió. Así lo cuenta a la cadena televisiva: "Me sumergí a unos 13 metros de agua y, de repente, sentí un gran golpe y todo se oscureció. Pude sentir que me estaba moviendo, y pensé, ‘Dios mío, ¿me acaba de morder un tiburón?'".
Durante el tiempo que estuvo en su interior pensaba que iba a morir: "Palpé y me di cuenta de que no tenía dientes. Realmente no sentí un gran dolor. Luego me di cuenta, ‘Dios mío, estoy en la boca de una ballena. Estoy en la boca de una ballena y está tratando de tragarme'", contó el buzo experimentado que prosiguió su relato. "Una de las cosas que pasaron por mi mente fue, ‘Oh, Dios mío, si me traga, estoy respirando aire, ¿pero voy a poder respirar en la boca de esta ballena hasta que se acabe el aire?".
Después de esos segundos interminables y pensando que serían sus últimos minutos de vida, la ballena sorprendentemente le escupió: "Me lanzó al aire, caí en el agua y fui libre", expresó. Fue en ese momento cuando un compañero de la tripulación lo sacó del agua y lo llevó al centro de sanidad más cercano para que pudieran examinarlo.
Así lo ha expresado la bióloga Jooke Robbins, directora de estudios de ballenas jorobadas en el Centro de Estudios Costeros en Provincetown, en la CNN.
Las ballenas jorobadas no tienen este tipo de comportamientos. Aunque, "se mueven rápidamente tratando de recoger una gran cantidad de comida, y cuando lo hacen, no ven todo con claridad". La bióloga ha tratado de explicar que el buzo jamás hubiera sido engullido por el cetáceo puesto que su garganta no es lo suficientemente grande como para que una persona pueda pasar por ella.
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