Estos son los consejos de la RSCA para pasar un buen día de playa y piscina con tu perro este verano
Las playas son un buen lugar para que perros y humanos hagan ejercicio y escapen del calor, pero es importante tener en cuenta diversas cosas para que sea un día redondo.
¿Cómo se puede evitar que los perros sufran por los fuegos artificiales? La Real Sociedad Canina de España da algunos consejos
En verano, cada vez más playas están habilitadas para acudir con perros y permiten que humanos y animales puedan disfrutar de un día entre arena y mar. Aunque para garantizar que la visita a la costa es disfrutada por todos es importante tener en cuenta algunos factores que pueden afectar al animal, como las altas temperaturas, la arena y el agua salada.
Los consejos para pasar un buen día en la playa
Desde la Real Sociedad Canina de España (RSCA) saben que muchos dueños acudirán este año a las playas españolas acompañados de su amigos peludos y por ello tienen una serie de consejos:
El primero consiste en tener en cuenta la temperatura de la arena, ya que puede dañar sus almohadillas y causar heridas. Recomiendan para estos caso el uso de protectores de calor o que se encuentre en una zona con sombra, en la que la arena se mantendrá más fresca que aquella que esté recibiendo la luz directa del sol. Si la arena no quema, ejercitarse y jugar en ella puede ser muy positivo para el animal, pero nunca en los momentos de mayor temperatura para evitar golpes de calor tanto en perros como en humanos.
Por otra parte recuerdan que hay que tener cuidado y evitar que el perro ingiera arena y otros elementos que pueda haber en esta zona de la playa por los problemas gastrointestinales que puede llegar a causar en los perros, puesto que en algunos casos pueden provocar obstrucciones. También hay que tener cuidado con los anzuelos y otros objetos punzantes que se puedan encontrar en la arena.
También recomiendan proteger del sol al animal, especialmente en el hocico y las orejas, mediante el uso de protectores solares y fotosensibles. Además desaconsejan afeitar a las mascotas, ya que el pelo juega un papel fundamental en cómo se regulan ante las temperaturas.
El mar puede ser un buen lugar para que el animal se ejercite, mejorando su salud cardiovascular, pero es importante que no beba agua. Desde la RSCA señalan que la ingesta de agua marina puede hacer que el perro sufra hipernatremia por causa de excesivos niveles de sal y causar una intoxicación gastrointestinal a la mascota. Para evitar que el perro beba de este agua durante el tiempo que se pase en la playa, es importante llevar siempre agua potable para poder calmar su sed. En el agua también se debe tener cuidado con las olas y las corrientes que pueda haber, por lo que lo mejor es mantenerse en zonas en las que el agua tenga poca profundidad y "evitar que el perro no se aleje demasiado de la orilla, aunque siempre se ha de estar pendiente y supervisa para una mayor seguridad".
Una vez toque el regreso a casa o al alojamiento veraniego, la RSCA recuerda que es importante lavar a la mascota con agua dulce para limpiar al perro de los restos de arena y sal. Con esto el objetivo es evitar que se pueda intoxicar por la presencia de estos elementos cuando se lama la piel. La institución recuerda también que hay que tener especial cuidado en los casos de perros con orejas grandes y caídas, que deben secarse "de forma más delicada con una gasa o una tela de algodón esterilizada", para evitar problemas de salud como infecciones.
¿Qué pasa si se tiene piscina?
Si las playas y el mar son espacios en los que los perros pueden obtener beneficios de salud al hacer ejercicio en arena y agua, con las piscinas la situación es algo distinta.
La RSCA desaconseja que los perros se bañen en las piscinas, pero que si lo hacen lo mejor es que tengan unas escaleras que permitan al animal salir por su cuenta o poder ser asistido con mayor facilidad y reducir así el riesgo de ahogamiento. Desde la Real Sociedad Canina hacen referencia a que en estos casos las mejores opciones son piscinas desbordantes o con escaleras romanas, que "faciliten la salida del agua del perro si se agotan para evitar ahogamientos".
Los productos químicos que se utilizan para el tratamiento de agua de las piscinas pueden ser perjudiciales para el animal si se ingiere, así que, como en el caso de las playas, lo mejor es ofrecerle agua limpia para evitar que consuma de la piscina si tiene ganas de beber.
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