Los consejos para que tu perro se habitúe a usar bozal

Bozal para perros: quién debe llevarlo y qué consecuencias tiene
Un perro con bozal.
A.S.

26 de junio 2024 - 07:00

El bozal es un elemento que cubre la boca del perro, evitando que pueda morder o comer y que, los dueños que tengan algunos ejemplares deben tenerlo como uno de los objetos esenciales de su mascota, como son la correa, el comedero, el bebedero o su cama.

Y es que algunos perros, como el Pit Bull Terrier, el American Staffodshire Terrier, el Rottweiler o el Tosa Inu, deben llevar bozal siempre que estén en lugares públicos. Además, todas las razas tienen que ir con él cuando viajen en el transporte público, siempre que no lo hagan dentro del transportín.

Por lo tanto, conviene conocer cómo podemos ir acostumbrando a nuestro perro al bozal, para que, cuando tenga que usarlo en el espacio público, la mascota no lo perciba como algo negativo, y, como resultado, no sea una mala experiencia para él.

Deja que el perro lo huela y 'provoca' que se lo coloque

Como señalan desde la Fundación Affinity, el primer paso es enseñarle el bozal al perro, para que este pueda 'examinarlo' y olerlo. A continuación le damos un pequeño trozo de comida; los premios nos acompañarán durante todo el proceso. Lo siguiente sería colocar ese pedazo dentro del objeto, para que la mascota, cuando vaya a comerlo, se lo coloque en su hocico.

Le daremos otro sabroso bocado de comida al perro y poco a poco aumentaremos el tiempo necesario que la mascota deba tener el bozal puesto para recibir otro premio, con lo que se irá acostumbrando a llevarlo. Para esta parte del proceso es posible que tengamos que hacerle un pequeño agujero al objeto, para así poder darle esos pequeños trozos de comida.

El momento de cerrar las cintas

Luego, una vez que hemos superado el paso anterior, acercamos las cintas con las que cerramos el bozal, pero sin llegar a hacerlo. Premiamos a nuestra mascota y se lo retiramos. A continuación hacemos lo mismo, pero esta vez colocando el bozal al completo. Eso sí, sin apretarlo en exceso. De nuevo, después de retirárselo, le damos un sabroso bocado de comida.

Este paso lo repetimos varias veces y poco a poco ajustamos más las cintas del bozal, hasta que ya las cerremos ajustando bien el objeto. El siguiente paso sería, por lo tanto, aumentar ese tiempo en el que la mascota lo lleva correctamente atado.

Una vez que nuestro perro está habituado a tener puesto el bozal durante un rato, pasearemos con él por casa, para que se acostumbre a llevarlo mientras se mueve. Primero libre y, después, con correa, como lo hará en la calle. Después de todos estos pasos estará preparado para salir al exterior llevando este objeto, tan importante para la seguridad de otros animales y de las personas.

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